Sistema de la Naturaleza
Título de la obra más importante del más notable materialista francés del siglo XVIII, Holbach (ver). Sistema de la Naturaleza, da una exposición sistematizada de las ideas del materialismo y del ateísmo del siglo XVIII. Publicada por primera vez anónimamente en 1770, consta de dos partes. En la primera se da la solución materialista del problema fundamental de la filosofía: el problema sobre la relación entre el ser y el pensar. La Naturaleza es considerada como un conjunto de partículas materiales que existen eternamente y que se hallan en movimiento. El movimiento es comprendido mecánicamente, como desplazamiento en el espacio. Este punto de vista sobre el movimiento era característico de las ciencias naturales y de la filosofía del siglo XVIII. El movimiento de la materia se realiza con arreglo a leyes naturales necesarias, objetivamente existentes. La relación de causa y efecto es comprendida por Holbach de una manera metafísica: la necesidad es contrapuesta a la casualidad. Holbach niega la existencia de la casualidad. Considera casuales los fenómenos cuyas causas y leyes desconocemos. El hombre es una parte de la Naturaleza y está sujeto a las leyes naturales del mundo material. La tentativa de los filósofos idealistas de dividir al hombre en físico y espiritual es declarada por Holbach como inconsistente. “El hombre es un todo organizado, compuesto de diversas materias”. Refutando las concepciones de los idealistas, su fe en la existencia del alma inmortal, Holbach prueba que las facultades mentales del hombre dependen de la organización del cuerpo humano. La facultad de sentir nos da la posibilidad de conocer el mundo y las leyes que lo rigen. No existen ideas innatas. El hombre extrae sus ideas del mundo exterior y no de su alma. Siendo un materialista metafísico, Holbach contrapone la necesidad a la libertad, defiende la teoría del fatalismo. Criticando a los idealistas, llega a la conclusión de que el reconocimiento del libre albedrío del hombre está vinculado con el reconocimiento del idealismo. Holbach afirma que “el interés es el único móvil de los actos humanos”, y desenvolviendo la teoría del egoísmo racional, demuestra que el vivir en sociedad virtuosamente y en concordia es el interés supremo de los hombres que se preocupan de su autoconservación y de su bienestar. El desconocimiento de las causas y leyes naturales impide a los hombres, a juicio de Holbach, una vida virtuosa y feliz; la fuente de todas las desgracias experimentadas por los hombres está en las representaciones religiosas. En los problemas de la interpretación de la historia, Holbach se sitúa en posición idealista, considerando que el fundamento de la vida de la sociedad es la idea: “las opiniones gobiernan el mundo”. En la segunda parte del Sistema de la Naturaleza se da una crítica aniquiladora de las concepciones religiosas y se desarrollan las ideas del ateísmo. Defendiendo y protegiendo el ateísmo, Holbach escribe que el ateo “es un hombre que destruye las ilusiones perniciosas para la humanidad, para hacer retornar a los hombres a la Naturaleza, hacia el experimento, hacia la razón. El hombre es un pensador que, estudiando la materia, su energía, sus propiedades y maneras de acción, para explicar los fenómenos y acciones naturales, no tiene necesidad, de ninguna fuerza ideal, de seres fantásticos imaginados por los intelectos; todas estas causas imaginarias no sólo no explican la Naturaleza, sino que la hacen incomprensible, enigmática, estéril para la felicidad humana”. En Sistema de la Naturaleza se prueba el papel reaccionario de la religión. Debemos, escribe Holbach, sobre la religión, “demostrar ante los ojos de toda la humanidad sus crímenes y locuras, para arrancarle la máscara seductora con que se cubre, para mostrar al mundo sus manos sacrílegas, armadas de puñales homicidas, enrojecidas por la sangre de los pueblos a los que embriaga con su frenesí o a los que implacablemente sacrifica en holocausto de sus pasiones inhumanas”. No obstante su papel históricamente progresista, la crítica holbachiana no pone al descubierto las raíces clasistas de la religión, y tiene un carácter burgués limitado, por cuanto ve en la ilustración el único medio para eliminar la religión. Sistema de la Naturaleza de Holbach pertenece a las obras clásicas del materialismo premarxista. La última edición en ruso se ha publicado en 1940.
Diccionario filosófico marxista · 1946:277-278