Filosofía en español
Enemigos del socialismo científico, continuadores de los reformistas y revisionistas, Bernstein (ver), Kautsky (ver), Adler, Vandervelde y otros. La actividad de los socialistas de derecha conduce a desarmar a la clase obrera y a las masas trabajadoras en su lucha contra la burguesía de sus países, a provocar la escisión del movimiento obrero, a detener el desarrollo victorioso de la lucha de los pueblos del mundo por la paz, la democracia y el socialismo.
Para desmovilizar a la clase obrera, los jefes socialistas de derecha propagan infatigablemente la vieja teoría reformista de la “colaboración de clases”, de la “paz social”, &c. Renner afirmaba que el análisis de las contradicciones entre la burguesía y el proletariado hecho por Marx en El Capital (ver) había envejecido y que se habría creado ya una base de “comunidad de clase” para la unidad de los intereses de la clase obrera y de la burguesía. “Nos hallamos instalados en una única y misma rama”, dice otro socialista de derecha austríaco refiriéndose a obreros y patronos, “y si alguien se pone a aserrarla, caeremos todos juntos”. El jefe de los socialistas de derecha francés, León Blum, trataba de persuadir a los obreros de que la lucha de clases no tenía más razón de ser, que la “fase polémica” (como designaba discretamente a la lucha de clases) había ya caducado y debía ceder el lugar a la “fase pacífica”. En adelante, decía Blum, la tarea principal es la del “perfeccionamiento moral” del hombre.
Si los antiguos reformistas y revisionistas traicionaban de hecho al marxismo tratando de hacerse pasar por sus partidarios, los jefes actuales de los socialistas de derecha se preocupan poco de ocultar su abandono de la teoría del socialismo científico. A la teoría revolucionaria del socialismo científico, teoría plenamente confirmada por la experiencia victoriosa del socialismo en la U.R.S.S., así como por la experiencia de los países de democracia popular, ellos oponen las teorías reaccionarias de la “tercera fuerza”, del “socialismo democrático”, &c., en que las frases sobre el “socialismo” no constituyen sino un engaño que sirve para disimular su actividad contrarrevolucionaria en beneficio de las clases explotadoras. La política del gobierno laborista de Inglaterra demostró prácticamente la significación de clase del “socialismo democrático”: esa política se realizaba en beneficio de la burguesía y en detrimento de la clase obrera.
Para engañar a las masas, los jefes socialistas de derecha deforman la esencia de clase del Estado. Pretenden que si bien el Estado fue antes un instrumento de la clase dominante, el Estado burgués ha dejado hoy de ser un aparato para la represión y la opresión de las masas trabajadoras, y debe en cambio ser utilizado como organismo “por encima de las clases”. Es decir, que toman de nuevo la vieja idea reformista de la integración gradual del socialismo en el capitalismo.
En filosofía, los jefes de los socialistas de derecha son, igual que en política, defensores de la burguesía. Allí igualmente, siguiendo el ejemplo de los ideólogos burgueses, luchan contra la ciencia y la razón, niegan la dialéctica revolucionaria, “refutan” el materialismo histórico (ver) substituyendo esta única doctrina científica de las leyes del desarrollo social por el idealismo más vulgar. Las revistas y los folletos editados por los socialistas de derecha están llenos de llamados a conciliar el conocimiento y la fe, la ciencia y la religión. León Blum llamaba al socialismo una idea religiosa. Numerosos socialistas de derecha alemanes proclaman que la razón ha sufrido una derrota en su lucha contra la fe, y exigen que el “llamado interior del alma humana”, los “instintos eternos del hombre”, los “valores absolutos”, sean reintegrados en sus derechos. Así, pues, los dirigentes reaccionarios de los socialistas de derecha actúan como defensores activos del capitalismo, como enemigos intransigentes del proletariado.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:472-473
Diccionario filosófico · 1965
Diccionario de filosofía · 1984