Filosofía en español
Filósofo idealista, teólogo y poeta ruso. En 1873 terminó sus estudios en la Universidad de Moscú. Ejercieron gran influencia sobre las concepciones de Soloviov las obras cristianas así como también las ideas del budismo, del neoplatonismo y de otros sistemas filosófico-religiosos. Soloviov se hallaba singularmente próximo a los eslavófilos. En su teoría, la idea central es la de “esencia unitotal” que, por su naturaleza, es incondicionada y absoluta. En última instancia, la “esencia unitotal” es definida por Soloviov como esfera de lo divino, y el mundo real, como su encarnación. La verdad (“esencia unitotal”) no puede ser comprendida ni racional ni empíricamente; se alcanza, según Soloviov, únicamente por medio de un saber “integral” cuya base radica en el conocimiento místico: creencia en la existencia incondicionada del objeto; contemplación mental (o imaginación) que da una idea verdadera del objeto; creación (o realización de esta idea en los datos de la experiencia). El saber “integral”, en cambio, es una síntesis del conocimiento místico racional (filosófico) y empírico (científico). De ahí infiere Soloviov la unidad de la teología, de la filosofía y de la ciencia, unidad a la que da el nombre de “teosofía libre”. En la sociedad, la idea de “unitotalidad” se revela como alianza espiritual libre de personas (“teocracia libre”) o de iglesias, determinante de los fines absolutos de la sociedad: establecimiento del “reino de Dios” en la tierra, en el cual quedarán resueltas todas las contradicciones sociales. La “teocracia libre”, según Soloviov, puede ser el resultado de la unión de la Iglesia cristiana occidental (católica) con la oriental (ortodoxa) en el marco de una organización estatal monárquica; en ello asigna un papel singular al pueblo ruso. Cree Soloviov que la filosofía tiene como fin principal el justificar racionalmente un ideal social y religioso y que, en consecuencia ha de estar al servicio de la teología. También funda en la religión la ética. La poesía y la estética de Soloviov se convirtieron en una de las fuentes ideológicas del simbolismo ruso. La teoría anticientífica de Soloviov, que reflejaba los intereses de los círculos reaccionarios de la burguesía y de la nobleza, ejerció una gran influencia sobre la filosofía religiosa e idealista rusa de fines del siglo XIX y comienzos del XX (Berdiaíev, Trubetskói, &c.). Obras: Crítica de los principios abstractos (1880), Lecciones sobre la humanidad divina (1877-81), Historia y futuro de la teocracia (1885-87), Rusia y la Iglesia universal (1889), La justificación del bien (1897-99) y otras.
Diccionario filosófico · 1965:437-438
Filósofo idealista y teólogo, publicista y poeta ruso. Ejercieron gran influencia sobre las concepciones de Soloviov la literatura del cristianismo, así como las ideas del budismo, el neoplatonismo y otros sistemas filosóficos religiosos. Se apropió de muchas tesis de la filosofía alemana (Kant, Schelling, Hegel, Schopenhauer, &c.). Soloviov estaba particularmente próximo a los eslavófilos. Lo central en la doctrina de Soloviov es la idea del “ente omniúnico”. Este último se considera como esfera de lo absoluto, lo divino, mientras que el mundo real, como su autodeterminación y plasmación (el intermediario es la denominada alma mundial). Según Soloviov la “omniunidad” incondicional (como síntesis perfecta de la verdad, el bien y la belleza) es sólo inteligible por el conocimiento “integral”, que es una síntesis del conocimiento místico, racional (filosófico) y empírico (científico). La base de esta síntesis es el conocimiento místico. Además, Soloviov ve la unidad de la teología, la filosofía y la ciencia y la llama “teosofía libre”. En la sociedad, la idea de la “omniunidad” se revela como la unión humano-divina de las personas (“teocracia libre”) o iglesia universal que agrupa a todas las nacionalidades y determina los fines incondicionales de la humanidad: organización en la Tierra de un “reino de Dios”, en el que se resolverán las contradicciones sociales. Según Soloviov, la “teocracia libre” puede ser el resultado de la unificación de las iglesias cristianas occidental (católica) y oriental (ortodoxa) en el marco de una estatalidad monárquico-eclesiástica, como unidad del poder espiritual y el seglar del pontífice y el zar; un papel especial en ello corresponde, a modo de ver de Soloviov, al Estado ruso. Al final de su vida, desengañado de la utopía teocrática, Soloviov llegó a la idea del fin catastrófico de la historia, a la escatología. Desde su punto de vista, la filosofía tiene como fin principal justificar racionalmente el ideal socio-religioso, por lo cual debe estar al servicio de la teología. Soloviov funda también la ética sobre la base de la religión: el hombre es moral si somete libremente su voluntad a Dios y aspira al “bien absoluto” y a la organización del reino humano-divino. Aunque Soloviov se pronunciaba contra el “arte puro” (imprimiendo al arte principalmente una importancia educativo-religiosa, teúrgica), su poesía y estética se convirtieron en una de las fuentes ideológicas del simbolismo ruso. La teoría de Soloviov, que reflejaba objetivamente los intereses de los sectores reaccionarios de la burguesía y la nobleza, ejerció gran influencia sobre la filosofía idealista religiosa rusa de fines del siglo 19 y comienzos del 20. Obras: Crítica de los principios abstractos (1880), Lecturas sobre la humanidad de Dios (1877-81), La historia y el futuro de la teocracia (1885-87), Rusia y la iglesia universal (1889), Justificación del bien (1897-99), Tres charlas (1900) y otras.
Diccionario de filosofía · 1984:407-408