Filosofía en español 
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Teleología

Teleología

(En griego: teleos: fin; logos: doctrina). La teleología es una doctrina idealista, según la cual, todo en la Naturaleza existe para un determinado fin. Algunos partidarios de esta teoría consideran que todo en el mundo fue creado por dios de tal manera que cada cosa sirva de medio para otra. Engels ridiculizó la concepción de los teleólogos, para quienes “los gatos fueron creados para devorar a los ratones, y los ratones, para ser devorados por los gatos, y toda la Naturaleza, para demostrar la sabiduría del creador”. Otros defensores de la teleología (Aristóteles, Hegel) afirmaban que en la base de la estructura de los organismos reside un fin interno que predetermina el rumbo del desarrollo de los vegetales y de los animales, y que este fin fue dado por dios, vertido en la idea, &c. El materialismo dialéctico enseña que sólo la actividad del hombre se caracteriza por tender a un fin, actividad que, por otra parte, está determinada por las condiciones objetivas de su existencia y ante todo, por las condiciones materiales de la vida de la sociedad. La conformidad hacia un fin que se observa en la estructura y en la actividad vital de los organismos en el mundo orgánico es, pues, el resultado de la selección natural. (Ver: Darwin.)

Diccionario filosófico marxista · 1946:294-295

Teleología

(Del griego: “teles”: fin, y “logos”: doctrina, estudio). Doctrina idealista, según la cual en la naturaleza todo está creado conforme a un fin.

Algunos partidarios de la teleología consideran que todo, en el mundo, está creado por dios, de tal modo que una cosa sirve de medio para otra.

Engels ridiculizaba este concepto de los teleólogos, para quienes “los gatos fueron creados para comer ratones, y los ratones, para ser comidos por los gatos”; y toda la naturaleza, “para demostrar la sapiencia del creador”.

Otros defensores de la teleología (Aristóteles, Hegel) sostienen que en la base de la constitución de los organismos, reside un fin interior (el alma), que predetermina el sentido del desarrollo de los vegetales y los animales, y que ese fin es dado por Dios.

El materialismo dialéctico enseña que la tendencia finalista sólo es característica de la actividad del hombre. Además, la actividad del hombre se determina por las condiciones materiales de la vida de la sociedad. La conformidad a un fin, que en el mundo de los organismos se observa en la constitución y actividad vital de éstos, es el resultado de una selección natural. (Ver Darwinismo).

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:98-99

Teleología

(Del griego, τελος: fin; λόγος: doctrina). Doctrina idealista según la cual, todo en el mundo ha sido creado por Dios y tiende a un determinado fin. Engels escribe que, según los teleólogos, “...los gatos han sido creados para devorar a los ratones, los ratones para ser devorados por los gatos, y el conjunto de la naturaleza para ofrecer testimonio de la sabiduría del Creador” (Dialéctica de la naturaleza, Ed. rusa). Los adeptos a la teleología consideran, por ejemplo, que la estructura de los organismos implica una finalidad interna que predetermina la evolución de las plantas y de los animales; que esa finalidad es de esencia espiritual, determinada por Dios, &c. De ese modo, se atribuye a la naturaleza la facultad de actos conscientes e intencionales. El materialismo dialéctico enseña que sólo la actividad humana persigue fines determinados. Sin embargo, también esta actividad se halla en función de las condiciones objetivas de existencia y, ante todo, de las condiciones de la vida material de la sociedad (ver). La finalidad relativa del mundo orgánico es el resultado de la selección natural. (Ver Causalidad; Darwin; Ley.)

Diccionario filosófico abreviado · 1959:489

Teleología

Doctrina filosófica sobre la adecuación a fines, sobre la orientación de todos los fenómenos de la naturaleza. Según el punto de vista de la teleología, no sólo el hombre, sino todos los fenómenos de la naturaleza tienen principios que presuponen un fin, almas de género especial. Mientras que el hombre se asigna conscientemente un determinado fin, en la naturaleza el fin se persigue inconscientemente. La teleología se halla vinculada de manera indisoluble al hilozoísmo, al pampsiquismo, al panteísmo, &c. Según la teleología, el principio de la vida y del pensamiento se encuentra en el fundamento mismo de la materia, la cual no está compuesta de átomos muertos, sino de mónadas “vivas”, que poseen una confusa facultad de representación. La teleología intenta explicar la interconexión universal, la regularidad de todos los fenómenos de la naturaleza. El primer sistema teleológico consecuente se debe a Aristóteles, quien consideraba que cada cosa tiene su predestinación, lleva en sí un principio activo que presupone un fin, porta consigo un alma, una entelequia, y, al mismo tiempo, todos los fines de la naturaleza se hallan subordinados a un fin superior. Esta idea fundamental de la teleología aristotélica se conserva en las teorías de Tomás de Aquino, de Leibniz, de Hegel, de Heidegger y otras. La idea de que existe un principio teleológico de la naturaleza fuera del mundo, base suprema y fin último del proceso universal, ha servido de base para la prueba físico-teleológica de la existencia de Dios. Kant demostró la inconsistencia lógica de dicha idea, llevada hasta sus extremos por la doctrina acerca de la armonía preestablecida. La concepción teleológica de la naturaleza viva encontró amplia difusión en las teorías biológicas de los siglos XVII-XIX. La teoría de la evolución, de Darwin, dio una interpretación racional a la finalidad relativa de los seres vivos y, con ello, socavó el dominio de la teleología en las ciencias biológicas. Después de Darwin, las concepciones teleológicas en biología fueron propugnadas por el neovitalismo, por el neolamarckismo, &c. La cibernética moderna muestra que la finalidad constituye un proceso de adaptación máxima del objeto al medio circundante. El materialismo dialéctico, que rechaza las especulaciones teleológicas idealistas, proporciona una base para la explicación racional de la finalidad en la naturaleza viva.

Diccionario filosófico · 1965:449

Teleología

(gr. teleos: fin, y logos: doctrina, palabra): doctrina filosófica religiosa sobre la existencia de los fines objetivos extrahumanos y de la racionalidad en el mundo. La teleología se expresa en la antropomorfización idealista (Antropomorfismo) de los objetos y procesos naturales, vinculándolos con la acción de los principios teleológicos para lograr los fines preestablecidos. Esta tesis supone la existencia del creador suprarazonable y constituye la base de la demostración teleológica de la existencia de Dios. Según la teleología transcendental-antropocéntrica, el principio teleológico (Dios) se encuentra fuera del mundo e introduce fines en la naturaleza creada para el hombre (Wolff); la teleología inmanente sostiene que cada objeto de la naturaleza tiene su fin interior actual, una causa concreta, que constituye la fuente del movimiento de las formas inferiores a las superiores (Aristóteles). En sus variedades distintas, la teleología figura en el estoicismo (Estoicos), el neoplatonismo, la concepción de la armonía preestablecida de Leibniz, la doctrina del “alma mundial” de Schelling, el idealismo objetivo de Hegel, el neokantismo, el neotomismo, el personalismo, &c. El fideísmo moderno, así como el holismo, el neovitalismo, el neofinalismo &c., se valen de los datos idealistamente interpretados de la genética, la cibernética y la psicología para modernizar la teleología. A partir del tiempo nuevo, las ciencias naturales –física, mecánica, astronomía– destruyeron el cuadro religioso geo y antropocéntrico del mundo y explicaron los procesos del movimiento en la naturaleza por causas naturales. El darwinismo ofreció y la genética, la biología molecular y la cibernética profundizaron la comprensión del carácter natural de la racionalidad en el mundo orgánico. La filosofía marxista explicó científicamente la racionalidad de las formas de actividad social de los hombres y sus acciones conforme a las leyes objetivas y superó la teleología en la esfera de la vida social.

Diccionario de filosofía · 1984:418