Abelianos o abelianitas
Secta herética del tiempo de San Agustín que pretendía observar la misma regla de conducta que nuestros primeros padres en el paraíso. Creía que Adán no había cohabitado nunca con Eva, y deducían de aquí que el matrimonio era una simple alianza de correspondencia y de cariño, pero que no tenía por objeto la propagación de la humana especie. Así es que cuando entraba un neófito en la sociedad de los abelianos contraía esta especie de alianza con alguna mujer de la misma creencia, y ambos adoptaban en seguida dos niños de diferentes sexos, los cuales adquirían el derecho de sucederles y se ligaban con la misma especie de matrimonio cuando tenían la edad necesaria. Y como nunca escasearan mendigos a quienes la Providencia hubiese concedido mas prole de la que desearan, tampoco faltaban a los abelianos párvulos en quienes cumplir las obligaciones de su regla.
Sin duda hubo de ser algún filósofo alejandrino el fundador de esta mística creencia; porque prescindiendo del absurdo histórico que ella encierra, hay en lo poco que conocemos de sus constituciones algo de ese misticismo sobrenatural, de ese horror a los goces de los sentidos, de esa tendencia a la contemplación y al estasis que distinguen a los filósofos de Alejandría. Tan absurda es sin embargo esta doctrina y tan poco ha sido su influjo en la marcha del cristianismo y en los progresos de la civilización, que creeríamos escusado examinarla con más detenimiento. Bástenos saber que sus partidarios fueron poco numerosos y que concluyeron por unirse a la iglesia en tiempos de Teodosio el joven.