Teoría de la Sociedad política y del Estado
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Tabla de situaciones susceptibles de ser ocupadas por las sociedades políticas orientadas según los tipos de normas fundamentales
Los tipos de normas fundamentales que hemos establecido [580] se refieren, obviamente, a cada una de las sociedades políticas, pero abstrayendo las relaciones recíprocas (sean simétricas o asimétricas) que las otras sociedades políticas del entorno puedan mantener con la sociedad de referencia. Relaciones recíprocas que pueden también ser muy variadas desde el punto de vista empírico; sin embargo, aquí nos importa examinar las situaciones teóricas que puedan ser concebidas sin salirnos fuera del horizonte propio de las relaciones entre las sociedades políticas en el sentido establecido. Se nos abre aquí, por tanto, la posibilidad de trazar una matriz resultante de poner en correspondencia cada tipo de norma fundamental de una sociedad política X con los otros tipos de normas que presiden las sociedades Y que tengan relación con la primera. La matriz comprenderá 4*4=16 situaciones, que podremos disponer en una tabla autológica de doble entrada. Así pues, mientras que la tabla anterior se refiere a relaciones uni-plurívocas, la tabla de situaciones que presentamos a continuación contempla las relaciones pluri-plurívocas entre las sociedades políticas.
Y X |
I Norma de coexistencia simple |
II Norma de coexistencia ejemplar |
III Norma del imperialismo depredador |
IV Norma del imperialismo generador |
I Norma de coexistencia simple |
Situación 1 |
Situación 5 |
Situación 7 |
Situación 9 |
II Norma de coexistencia ejemplar |
Situación 6 |
Situación 2 |
Situación 11 |
Situación 13 |
III Norma del imperialismo depredador |
Situación 8 |
Situación 12 |
Situación 3 |
Situación 15 |
IV Norma del imperialismo generador |
Situación 10 |
Situación 14 |
Situación 16 |
Situación 4 |
Observaciones a la tabla:
(1) Las situaciones producto del cruce han sido numeradas teniendo en cuenta las propiedades lógicas de la tabla: (a) Ante todo, los cuatro cuadros “diagonales” (de la diagonal principal) se numeran correlativamente para subrayar el común carácter simétrico de las situaciones por ellos representadas (por ejemplo, la situación 1 es la constituida por dos Estados que se rigen por la norma de la coexistencia política simple, en el límite, por la norma de un aislacionismo mutuo de tipo “megárico”). (b) Las restantes situaciones son asimétricas; sin embargo entre ellas los cuadros opuestos respecto de la diagonal principal son equivalentes (pues es igual la relación X,Y que la relación Y,X). Por ello los numeramos de forma que los cada dos cuadros homólogos tengan números consecutivos, según las siguientes equivalencias: 5=6, 7=8, 9=10, 11=12, 13=14 y 15=16.
(2) Teniendo en cuenta las equivalencias entre cada dos cuadros de los doce distintos de la diagonal principal, es decir, reduciendo las doce situaciones a las seis equivalentes, y agregando las cuatro situaciones diagonales, obtenemos una clasificación de 6+4=10 situaciones fundamentales.
(3) Las relaciones representadas en la tabla no son reflexivas; los cuadros diagonales incluyen simetría entre X e Y, pero no reflexividad (X,X o Y,Y). Tampoco hay transitividad. En la medida en que la relaciones pueden ser simétricas o asimétricas tampoco puede hablarse de relaciones de dominación, salvo parcialmente en situaciones encadenadas que puedan representarse según matrices de dominación.
(4) Cuanto a las situaciones diagonales (simétricas): no solamente en las relaciones sociales etológicas o humanas, en general, suele cumplirse la regla de que la competencia y el antagonismo surge más entre los iguales que entre los desiguales. También entre las relaciones entre las sociedades políticas, las relaciones simétricas (más próximas a la igualdad) pueden implicar un antagonismo o incompatibilidad que a veces las relaciones asimétricas no implican. Esto no significa que las situaciones simétricas hayan de ser siempre antagónicas. Concretando: las situaciones 1 y 2 no son por sí mismas antagónicas; las situaciones 3 y 4 son antagónicas por principio (al menos en la medida en que quepa establecer una intersección de su influencia sobre alguna tercera sociedad política dada). En la medida en que sea posible establecer “zonas de influencia” disyuntas el antagonismo disminuirá, y más en la situación 3 que en la situación 4. Las situaciones 1 y 2 definen la situación genérica de la coexistencia pacífica; las situaciones 3 y 4 definen una situación genérica de antagonismo polémico, incluso de guerra virtual. La situación 3 recoge la incompatibilidad de dos imperios depredadores ante las mismas terceras sociedades políticas (por no citar aquí las preestatales): podría ejemplificarse esta situación por el antagonismo de Roma (si la interpretamos bajo la norma III) y Cartago (Delenda est Cartago). Sin embargo, si mantenemos la interpretación de Roma desde la norma IV, el delenda habría que inscribirlo en la situación 15. La situación 4 podría ser ejemplificada por la guerra fría que después de la Segunda Guerra Mundial se estableció entre EE.UU. y URSS, en realidad hasta la caída de la “tercera Roma”.
(5) La situación 5 y 6 es la ocupada por dos sociedades políticas que respetándose en sus soberanías mantienen una relación asimétrica “ejemplarizante” de naturaleza política, que se llevará adelante por vía de propaganda política, ideológica, proselitismo, etc., como pueda ser el caso de la propaganda de las monarquías parlamentarias.
(6) La situación 7 y 8 está constituida por una sociedad no agresiva y una sociedad depredadora; aquella desarrollará estrategias de repliegue o de resistencia. Es la situación a la que debe hacer frente toda política colonialista.
(7) La situación 9 y 10 es similar a la situación 7 y 8, sólo que la política será diferente. También aquí habrá estrategias de resistencia, incluso más intensas, por parte de las sociedades del tipo I; sin embargo cuando Francia, en sus conquistas africanas del siglo XIX, buscaba elevar a los nuevos países a la condición de diputados de la Asamblea francesa, desempeñaba una política diferente a la meramente colonial.
(8) La situación 11 y 12 es similar a la 7 y 8, pero en el momento en el que la resistencia (rebelión o liberación) sea mayor; puesto que las sociedades sometidas mantendrán una llamada “fuerza moral” derivada de su norma constitutiva. Probablemente esta situación permitiría definir a la situación de la Cuba revolucionaria frente a los EE.UU. (interpretados como potencia depredadora).
(9) La situación 13 y 14 implica también conflicto; si bien este conflicto se atenuará en el caso en el que los modelos de constitución de X,Y sean convergentes (caso de las guerras napoleónicas en Europa respecto de algunas sociedades políticas, sobre todo alemanas). Pero el “imperio generador” [723] no podrá tolerar una sociedad ejemplar no convergente con la suya; esta modulación de la situación 13 y 14 plantea un caso de singular interés teórico, y obliga a analizar las causas de esta intolerancia: la situación de los EE.UU. (interpretados emic como “imperio generador”) frente a la Cuba revolucionaria.
(10) La situación 15 y 16 nos pone delante de un enfrentamiento total, que podría simbolizarse en el antagonismo entre Alejandro y Darío: “así como no puede haber dos Soles en el Cielo, tampoco cabemos Darío y yo en la Tierra”. {PTFPM}