Filosofía en español 
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La cuestión del cinematógrafo y la de la moral de la calle

José M. de Sucre

Contestación al cuestionario sobre la moral del Cinematógrafo

La asistencia desmesurada al Cinematógrafo me parece obedecer a una deficiente cultura de la fantasía. Todo es lo suficiente hermoso al aire libre: hombres, mujeres, sol y cielo y árboles, para quien tenga trabajada la vida interior.

Los niños van al Cinematógrafo porque ignoran las maravillas del noble panteísmo: la botánica, la zoología, etcétera, ignorancia heredada, (¡triste herencia!) de padres y de maestros.

No existiendo esta ignorancia, irían al bosque a distraerse y sabiendo de las maravillas de la tierra no se embrutecerían. No existe aún con inteligente amor al trabajo y a la vida, y por esto existe todavía lo otro.

Por otra parte, acepto el que ésto pueda arreglarse burocráticamente. Es misión de Estado, pero yo no sé verle la suficiente inteligencia para cumplirla.

José M. de Sucre
Secretario del Ateneo Enciclopédico Popular.