Contestación al cuestionario sobre la moral del Cinematógrafo

A. I. Conviene favorecer aún más la concurrencia al Cinematógrafo, por ser fácil medio de educación. No hay más que un medio para contrarrestar sus extravíos: oponer el Cinematógrafo bueno al malo. No tenemos fe en la restricción.

II. Tampoco los niños han de ser alejados. Debe tenderse a la creación del Cinematógrafo infantil.

III. Tiene el Cinematógrafo su radio de acción peculiar, que por nada podría substituirse.

B. IV. Es peligroso conceder jurisdicciones especiales a ningún cuerpo de la sociedad, pues no deben regir otras leyes que las comunes. Los maestros no han de ser policías en las calles. Una cosa tiene derecho a pedir el profesorado: que por la calle no merodeen niños golfos, principal causa de inmoralización para nuestros alumnos.

V. ¿Más Juntas protectoras de la infancia? Los maestros estamos entristecidos de tanta inútil burocracia. Lo que importa es fundar Escuelas de verdad. En todo caso, de proyectarse una Junta municipal pedagógico-estética, deberían integrarla maestros, padres de familia y autoridades.

L. Jou y Olió
Maestro Público

Barcelona, 4 noviembre 1911.