Blanco y Negro
Madrid, 20 de octubre de 1918
año 28, número 1.431
páginas [14], [16] y [18]

La Fiesta de la Raza en Madrid

La Fiesta de la Raza en Madrid (Foto Duque)
Autoridades e invitados a la solemne velada que se celebró en el Ayuntamiento.
(Foto Duque)

La epidemia reinante ha hecho que la Fiesta de la Raza, que este año, por vez primera, iba a celebrarse con extraordinaria brillantez, haya quedado reducida a contadas solemnidades literarias, y algunas de éstas, como la proyectada para que la presidiese la Reina en el teatro Real, limitada a una recepción en el Palacio Municipal, en cuyo acto, honrado con la presencia de ilustres personalidades americanas y españolas, se leyeron los hermosos trabajos literarios premiados en el concurso abierto oportunamente entre escritores de las naciones hermanas por la sangre y por el idioma.

La Fiesta de la Raza en Sevilla

La Fiesta de la Raza en Sevilla (Foto Barrera)
Distinguidas señoritas que representaron a las Repúblicas
latino-americanas en la fiesta celebrada en el Museo Provincial.
En el centro, la Marquesa de Villapanes, que personificó a España.
(Foto Barrera)

También merece especial mención la celebrada en Sevilla, en el salón llamado de Murillo, del Palacio del Museo Provincial. Se leyeron notables composiciones, inspiradas en el amor fraternal que une a los pueblos latinos de América y a España, siendo uno de los más poderosos atractivos de la fiesta el concurso que la prestó el sexo bello, que, por ser sevillano, puede llamarse bellísimo.

La banda municipal interpretó la marcha de Tanhauser, al tiempo que hacía su entrada la reina y su corte.

La reina lo fue doña María Moreno de la Serna y Zulueta, marquesa de Villapanés, de Casa Estrada y de Torre Blanca de Aljarafe.


En el monumental Alcázar de Toledo se ha verificado el solemne acto de la jura de la bandera por los caballeros cadetes de la Academia de Infantería, acto que tuvo otra nota de solemnidad por la presentación del nuevo coronel-director de la Academia de Infantería, D. Germán Gil Yuste, quien fue posesionado de su cargo antes de comenzar la ceremonia del juramento. La circunstancia de ser día de solemnidad oficial por la Fiesta de la Raza contribuyó a que al Alcázar concurriese numeroso y escogido público, que llenó completamente las galerías altas del patio, así como las tribunas preparadas al efecto en el frente de la gran escalera. El general Riera, como inspector de Academias, hizo la presentación del nuevo director de la de Infantería, D. Germán Gil Yuste, y tan ilustrado coronel se posesionó del mando de este Centro.


Rodrigo Zarate Don Rodrigo Zarate, comandante peruano, que ha obtenido primeros premios en los Juegos Florales de la Fiesta de la Raza en Madrid. (Foto Compañy)

Pocos actos públicos han podido celebrarse como complemento de la Fiesta de la Raza. Las restricciones impuestas a favor de la salubridad impidieron, por ejemplo, que los simpáticos exploradores depositasen coronas al pie de las estatuas de Colón, de los Reyes Católicos y de Cervantes, como estaba convenido. Era preciso evitar la aglomeración de gente, a fin de no fomentar el probable desarrollo de la epidemia, y se prescindió del citado desfile, en el que la infancia habría dado testimonio de amor y respeto a cuanto recuerda los lazos de fraternidad entre España y América.


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Fiesta de la Raza 1910-1919
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