Heraldo de Zamora
Zamora, 9 de julio de 1924
 
siglo II, año XXVIII, nº 9.246
página 1

Para Heraldo de Zamora

Luis Ferreiro

El falso intelectual

Es una epidemia que se propaga con extraordinaria y lamentable rapidez, y que, de no atajarla con pronto remedio, llevará la decadencia a las artes y a las letras, arruinará la Religión y, por fin, hará de cada hombre un neurasténico.

Nos referimos a ese individuo que, después de leer varios libros –novelas y no ejemplares, por regla general– y oír dos o tres conferencias, se cree lleno de sabiduría, se juzga «hombre superior», desdeña toda labor de los demás y, por último, manifiesta constantemente, en sus actos y palabras, el dédalo que ha formado en su cerebro.

Es este nuevo pedante, hombre atrevido que habla, comenta y discute todas las manifestaciones de las artes y las ciencias, teniendo siempre en sus labios una censura impertinente.

Posee escasos y superficiales conocimientos de las materias del saber humano.

El falso intelectual niega la existencia del Creador, pero cree firmemente las mayores aberraciones teosóficas.

Es un desdichado incapaz de amar, porque la egolatría, dominándole, se lo impide.

Para él, la bondad es tontería, la delicadeza, falsedad e hipocresía la honradez.

Y causa verdadero dolor ver cómo este desgraciado hace mil prosélitos cada día.

———

Labor nunca bien alabada será la del noble escritor que, a imitación del inmortal Príncipe de los Ingenios que desterró con su pluma los libros de caballería, haga desaparecer tantas páginas perniciosas como andan por el mundo, llevando a los cuatro vientos la terrible enfermedad que se llama «pedantería». Gran empresa, que no intentamos porque para ella, menguadas son nuestras fuerzas.

A fe que si el cura y el barbero de Cervantes volviesen a hacer una revisión de volúmenes impresos, habríamos de morir abrasados por tan terrible hoguera como, de seguro, harían.

Luis Ferreiro.

Baracaldo y Julio.

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