Filosofía en español 
Filosofía en español


[ Fernando Gutiérrez-Mantilla ]

Sistemas y teorías del cine parlante

Florence Vidor
Por la noble armonía de sus facciones, la llama inteligente que resplandece en sus ojos y su formidable temperamento artístico, “Florence Vidor” ha logrado conquistar un primerísimo puesto entre las figuras del cinema norteamericano. Y al ritmo fotogénico de la “girl” yanqui une la belleza cálida y el alma apasionada de italiana que en ella palpita ancestralmente (Foto Paramount).

El triunfo del cine parlante es un hecho innegable en los países de habla inglesa, con Norteamérica a la vanguardia. Es decir, que los Estados Unidos, en cuyas producciones aprendimos el puro amor que debe al cinema nuestra época, ha sido la cuna de un invento destinado –por la fuerza sugestiva de la novedad– a eclipsar al cine mudo, el auténtico cinema, a despojarle de sus catedrales silenciosas y sombrías –verdaderos templos de las imágenes de dos dimensiones– y a desterrarle de las pantallas del mundo: blancas aras de un gustoso sacrificio comunista –colectivo– rendido por las mayorías; por todas las razas y todos los pueblos, unidos en un solo sentimiento artístico ante un solo lenguaje –el claro y monótono ritmo de la cámara de proyección– y una sola música; la perenne sinfonía de claroscuros y grises; idioma y sonido inteligibles para todos los seres humanos.

De Cinelandia, de los divinos dominios de Charlot, ha salido triunfante el cine de las sombras que hablan con voz gramofónica y un poco de ultratumba; contenidas en un invento prodigioso, en un maravilloso alarde de ingenio y de adelanto científico; mortal para el cine mudo. Calurosos partidarios de este último, dirigiríamos violentos ataques a la innovación yanqui; pero seríamos injustos. Norteamérica tiene una absoluta “patria potestad” sobre el cinema. Debe reconocérsele el derecho de hacer con él lo que le venga en gana. Recogió al nuevo arte, muy pequeñito aún, de los estudios franceses e italianos. Y lo recogió enfermito, muy delicado, a punto de morirse por la defectuosa nutrición a que estuvo sometido con la nodriza Talía; con las envolturas oliendo a bambalinas y polvos de escenarios de teatro; muy ridículo y enteco a fuerza de gestos de la Bertini y Zacconi. Norteamérica recibió al pobre recién nacido, le inyectó poderosos reactivos de novelas policiacas y folletines de episodios –haciéndole entrar en calor a fuerza de acción–, le paseó a lomos de potros indómitos por las llanuras del Far-West –educándole romántica y generosamente entre bandidos audaces y valerosos y damitas millonarias y sentimentales–, subiéndole a la cima de los rascacielos neoyorquinos y bajándole a lo hondo del Cañón del Colorado; entre viejas leyendas californianas de estirpe andaluza y hazañas de ladrones de Chicago. Le sumergió en un ambiente extraordinario y propicio; entre sajones con alma de piel-roja, judíos y negros; le bañó en una nueva civilización de ranchos vaqueros, trenes aéreos y estadios deportivos; haciendo de él un joven fuerte, elástico y absorbente. Antiteatral, novísimo y bello. Para su educación, sin regatear el menor esfuerzo, le trajo los mejores profesores del mundo: alemanes, rusos. Un maestro norteamericano, Griffith, le enseñó a leer. Y, por último, le proporcionó un dios tutelar, un santo patrón: Charlot; ese judío pequeñito, nacido en el ghetto de Londres, cuyos labios finos y sensuales no necesitan de la palabra para hacer vibrar los corazones humanos, y que bajo su ridículo sombrero encierra una formidable inteligencia acompasada al ritmo de su alma, atormentada y mística.

Cabina acolchada en el cine parlante
La cabina acolchada e impenetrable que ahoga el ritmo –de hilo de agua– de la cámara toma vistas en el cine parlante… (Foto B. y P.)

Norteamérica tiene derecho a olvidarse de “su” cine silencioso y sustituirlo por el parlante. No le ha inventado, pero es suyo. Además, es un pueblo surgido a la vida sin tradición teatral; tradición indispensable en todas las civilizaciones, y de ahí la razón del triunfo del cinema parlante: una especie de teatro fotográfico. Cuando O'Neil –el primer gran dramaturgo yanqui– ha surgido, hacía varios años del estreno de Intolerancia; Charlot y el chico es anterior a las primeras auténticas comedias teatrales norteamericanas. Antes que teatro, en Norteamérica se ha hecho cinema. Y como ya no es tiempo de hacer teatro teatral, se hace teatro cinematográfico: cine parlante.

En Europa, por el contrario, es inconcebible el triunfo del cine parlante, si no es como novedad, diversión científica y atención curiosa.

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La televisión es el enemigo más poderoso del cine parlante
La televisión es el enemigo más poderoso del cine parlante. Nacidos casi al mismo tiempo, ambos inventos no tardarán en disputarse la supremacía. He aquí a un actor caracterizado en la transmisión de un drama óptico-sonoro, ante el aparato de televisión de la R. C. A., en el estudio de la estación emisora de Radiotelefonía de New York City (Foto R. C. A.)

Tres son los sistemas principales expositores de films parlantes y sonoros: por medio de discos sincronizados a la proyección de la película; la película de densidad variable y la de anchura variable. En todos ellos se registra el sonido al mismo tiempo que se filma la banda de celuloide; pero mientras en el primer sistema – Vitaphono; arquetipo: El cantor de jazz– la parte sonora es independiente en absoluto de la película –que puede proyectarse silenciosa sin inconveniente alguno–, en los otros dos de película de densidad variable –tipo Mevietone– y de anchura variable –tipo Photophone–, la parte sonora va indisolublemente unida a la fotográfica. Cada uno de estos sistemas ofrece peculiares ventajas y limitaciones que pueden ofrecerse –con la atención supeditada a lo descriptivo– en otro próximo artículo. Puede adelantarse que el más lógico –dentro del campo científico– es el sistema de sonido registrado en la misma película, pero no en densidad variable, ya que tan expuesta se halla la delgada capa de alteraciones rápidas y trascendentales, sino con arreglo al método de anchura variable; menos expuesto a accidentes y más propicio a soldaduras y arreglos.

Subrayemos en esta ocasión el nacimiento y desarrollo de un poderoso enemigo que le surge al cine parlante; breve comentario y vaticinio que nos sugiere la fotografía que acompaña y en la que aparece un actor recitando y “dejándose ver” ante un aparato emisor de radiotelevisión de la estación W2XBS, de New York City. El aparato de la fotografía emite con toda perfección los sonidos y, al mismo tiempo, primeros planos de personas y objetos. Lucha, por el momento, la televisión con grandes dificultades: pero el éxito científico y artístico de los varios dramas óptico-sonoros radiados en esa y otras estaciones norteamericanas, recogidos perfectamente con aparatos de bajísimos precios, promete dar un golpe de muerte al cine sonoro y a toda clase de espectáculos. Es el cine, el teatro y el periódico gráfico en casa y al alcance de todas las fortunas.

Fernando J. MANTILLA

España

El “Filmófono” de Ricardo Urgoiti

Sobre la base de una sólida cultura técnica, profundos estudios de las materias sonoras y gramofónicas y la riqueza de elementos disponibles, Ricardo Urgoiti, el joven director de Unión Radio, ha construido un aparato sincronizador y adaptador musical de películas, llamado “Filmófono”, que funciona en un local madrileño. El sistema, hoy en sus comienzos, ofrece ya infinitas posibilidades parlantes y sonoras. Sean lícitas nuestras esperanzas en el aparato y en los recursos de su inventor, en estos momentos en que se anuncian como grandes éxitos –para que al día siguiente no volvamos a oír hablar de ellos– diversos sistemas parlantes de genios nacionales con mayor o menor suficiencia técnica.

La filmación de películas tiene, a veces, serios inconvenientes
La filmación de películas tiene, a veces, serios inconvenientes. Imaginaos las fatigas de este pobre operador, forzado a impresionar –sin impresionarse– un espectáculo tan sugestivo. Hasta la cámara, con su trípode abierto, parece tener un gesto de asombro.

La personalidad y el relieve científico de Ricardo Urgoiti, los conocimientos adquiridos y la capacidad demostrada en la dirección de las emisoras de Unión Radio y el entusiasmo juvenil y moderno –de trabajo noble y disciplinado– del ingeniero Urgoiti, son la suprema garantía del triunfo de su invención y de la ciencia española al servicio del cinema.

Películas en filmación

Florián Rey ha comenzado la filmación de su nueva banda Fútbol, amor y toros, con Ricardo Núñez de protagonista y una novicia en estas lides de partenaire. No faltará quien, al oír “toros”, haga un gesto desagradable. Nosotros, no. Si vale nuestro criterio, pedimos desde esta tribuna a los directores españoles un film de toros, pero bien realizado. Esta por hacer una película –excelente– documental taurina. En la bien o mal llamada “fiesta nacional” hay un verdadero tesoro de momentos fotogénicos, cinematografiables, que están esperando una cámara certeramente dirigida y un montaje experto. Sea bien venida la españolada si es buena película. Que tenga calidad, sea lo que sea.

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Amelia Muñoz es la protagonista, con Ribera, de El héroe de Cascorro. En nuestra joven estrella hay posibilidades nonatas, y su revelación –que tarda– es deseable. Oremos por que surja su director.

Cinema Europeo

Francia

Monty Banks
Monty Banks, en un difícil trance de elección. En un caso semejante, la poligamia se impone.

Próximo a reunirse el Congreso de industriales del film, resurge la cuestión del famoso contingente –represalia comercial contra la absorción yanqui–. Pero el mercado francés, como todo el europeo, esta en manos de los Estados Unidos. Después de violentísimas discusiones extraoficiales y parlamentarias se consiguió una compensación –de la que los norteamericanos se niegan a pasar– totalmente ridícula: Francia importa películas americanas por valor de 400 o 500 millones de francos anuales. La compensación tan discutida produce a los franceses la suma digna de cinco millones de francos en el mismo plazo. Y si el Gobierno aprieta los tornillos y amenaza a los productores yanquis con una ley de compensación más extensa, los primeros en cerrar son los empresarios franceses, ante la negativa americana a exportar material. Sirva el caso de lección para nosotros, en estos días precedentes al sensacional decreto sobre protección a la industria cinematográfica española.

El Congreso de La Sarraz

En el viejo castillo de La Sarraz se ha celebrado el Congreso del cinema independiente. Han acudido comisiones de todos los Cineclubs mundiales –europeos–, y en representación de España Jiménez Caballero y Luis Buñuel, organizadores del Cineclub.

Las pantallas suizas han visto desfilar los principales films de vanguardia europeos. El que más gusto –según el director de La Gaceta Literaria– fue la banda de Buñuel Un chien andalou. Triunfo, desde luego, merecido y justo.

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Augusto Genina dirige las últimas escenas de Prix de Beauté, con Louise Brooks, la ex paramountista, y Georges Charlia como intérpretes.

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En el club del Ecran se represento con gran éxito un film checoeslovaco, La nieve, pleno de sentido moderno y de realismo al modo soviético. Apuntamos al Cineclub español la conveniencia de su presentación.

Lon Chaney
Lon Chaney, o la truculencia. Lon Chaney, “el hombre de las mil caras”, en tres de sus pasmosas caracterizaciones. Apegado a la truculencia repulsiva del folletín del peor género y de la novela policiaca, el gran actor de carácter norteamericano parece haber diluido estérilmente un fuerte temperamento dramático. Pero no por eso deja de ser admirable su prodigiosa aptitud para el uso del maquillaje.

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Han salido de París con dirección a Sanlúcar Benito Perojo y sus huestes, con objeto de rodar los exteriores del film La bodega, adaptación de la novela de Blasco Ibáñez. Valentín Parera se adelantó unos días, visito a sus amigos de Madrid y les refirió con orgullo que había conocido a Adolphe Menjou, quien se asombró de su pasmosa semejanza con John Gilbert. Lo sentimos por Valentín Parera.

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La preocupación de los productores franceses es lograr un film sonoro. Léonce Perret ha comenzado Quand nous étions deux, con Alice Robert y André Roanne. M. Kratach efectúa el montaje sonoro de El collar de la reina, el último film de Gastón Ravel. La bodega, según Perojo, también será sonora. Otros rumbos se anuncian como sonoros y hasta parlantes. Veremos en el momento del estreno en qué se queda tanto ruido.

Alemania

El primer film sonoro –auténtico– europeo se ha terminado en los estudios de la U. F. A. Se titula La novia número 68 y esta rodado por Conrad Veidt, el gran trágico, devuelto de Hollywood al viejo continente.

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Se espera la llegada de Doug y María Pickford, ahora camino de Italia. Berlín tendrá, para el alegre héroe californiano, moderno caballero andante, una calurosa acogida.

Una mujer en la luna
Gerda Maurus, intérprete del film. Un decorado y varias escenas de “Una mujer en la luna”, el film de Fritz Lang, impresionado en los talleres de la U. F. A. en Neubabelsberg. (U. F. A.)
Anna May Wong
Anna May Wong, la artista china de la British International Pictures, reproduce en esta escena de “Piccadilly” los obsesionantes, mortuorios dibujos de Aubrey Beardsley, el complicado y extraño ilustrador contemporáneo de Wilde.

Inglaterra

Todo el considerable esfuerzo que realizó Inglaterra durante tres años para competir con los productores norteamericanos ha sido inutilizado por el predominio del cine parlante. De nada ha servido robar a Hollywood artistas pagados a peso de oro: Lars Hanson, María Corda, Dorothy Gish, Anna May Wong, Antonio Moreno, Monty Banks; directores alemanes estimadísimos, como E. A. Dupont, Georg Jacoby, &c. Operadores americanos y europeos. Cuando se iba a comenzar la producción “en serio”, surge el cine parlante y otra vez vuelta a comenzar.

La opinión británica, contraria al “contingente”, es pesimista respecto al porvenir del cinema británico.

Rusia

Eisenstein, autor de La línea general, Octubre y Potemkim, se marcha a Hollywood a aprender la técnica del film parlante en los estudios de “Artistas Asociados”. La intención del gran realizador de Potemkim es filmar, a su vuelta, El capital, de Carlos Marx. Después de haber visto bailar a la Padowa hasta La Eneida de Virgilio, nada nos extraña.

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En Moscou ha sido declarado el cine parlante “arma nueva del proletariado” y se trabaja actualmente en la organización de un programa mixto de films sonoros destinados a conmemorar el próximo aniversario de la Revolución.

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Una nueva sala de espectáculos se ha inaugurado en Minsk, con una particularidad ejemplar: al lado del salón destinado al público, habrá una pequeña sala donde los niños que acompañan los mayores presenciarán programas cómicos y culturales especialmente organizados para ellos. Un buen ejemplo que imitar en los países del régimen capitalista, en los que tanto se descuida la educación cinematográfica infantil.

F. J. M.