Dice Franco… “Yo conocía los terribles manejos del comunismo internacional contra España.” “Todas nuestras Universidades serán católicas.” “Nuestro Estado ha de ser católico en lo esencial y en lo cultural.”
El Generalísimo Franco ha concedido una interviú al corresponsal de la N. G. W. “News Service”, en España, don Manuel Graña, interviú que ha sido publicada por nuestro querido colega Faro de Vigo. Las declaraciones hechas por el jefe del Estado español tienen para los católicos un interés extraordinario. Por eso consideramos muy conveniente reproducir los párrafos más importantes de la citada declaración.
“Anulada la Constitución laica de la República –dice el generalísimo Franco– por un Decreto mío de octubre del año pasado, queda abolida toda legislación anticatólica contenida en ella. Ya sé que los católicos de los Estados Unidos han comprendido bien que nuestra guerra es una guerra en defensa de la Iglesia, de nuestra Religión y de la Civilización cristiana; por eso nos acompañan con su simpatía y con su generosidad.”
“Yo conocía los terribles manejos del comunismo internacional contra España. Tenía en mi poder documentos en los cuales se señalaban para la destrucción los templos y principales lugares sagrados de nuestra historia religiosa; tenía las listas de las personas que debían ser asesinadas. Querían acabar con todo lo que en España era tradición cristiana; hacer de ella una nación sin culto, sin templos y sin Dios. Corrían los millones para la propaganda soviética y tenían muy bien organizados grupos de gentes para esos fines siniestros.”
“Para defender nuestra España histórica, nuestros monumentos y la Religión católica, las personas y la misma nación, teníamos necesariamente que sublevarnos. Yo desde el principio estaba seguro de que triunfaríamos; España no podía sucumbir al comunismo internacional.”
“La gente cree que estamos haciendo una guerra nada más; estamos haciendo también una profunda revolución de sentido social que se inspira en las enseñanzas de la Iglesia católica. Habrá menos ricos pero también habrá muchos menos pobre. El nuevo Estado español será una verdadera democracia en la cual todos los ciudadanos participarán en el Gobierno por medio de su actividad profesional y de su función específica.”
“En concreto –responde Franco– están derogadas las leyes que prohibían a las Ordenes religiosas la enseñanza, el ejercicio de alguna industria y las que ponían trabas a sus propiedades y administración interna. Las que disolvían la Compañía de Jesús y nacionalizaban sus bienes. Ya se irán dando disposiciones al efecto en sentido positivo, cuando formemos un Gobierno y empecemos la labor legislativa a fondo.”
“Puesto que tenemos que restaurar tantas cosas –continua Franco– y entre ellas están las casas y viviendas de los españoles, restauraremos especialmente los templos que son casas de Dios y cuidaremos de que no falten al Clero los medios económicos necesarios para su ministerio espiritual.
El Estado español tomará muy a pecho nuestra expansión misionera en el mundo, como parte importantísima de la obra civilizadora y del imperio espiritual de España.
No hará falta Universidad Católica porque todas nuestras Universidades serán católicas y en ellas habrá una enseñanza superior religiosa de carácter filosófico.”
“Como si la enseñanza moral-religiosa –sigue diciendo– que es la mayor necesidad cultural del hombre, fuera cosa sólo de niños, se da solamente en las escuelas elementales y a lo más en el Bachillerato. Así muchos llegan de mayores a la conclusión de que esas enseñanzas son así como cuentos de hadas, cosas de angelitos, propias de imaginaciones infantiles… En las grandes Universidades de las principales naciones hay estudios de Teología, de Religión, de Historia religiosa… Nosotros los tendremos también… Los españoles de carrera no tenemos suficiente cultura religiosa… En los años universitarios se forman los criterios morales y metafísicos que dan un sentido a la vida; el hombre se hace su idea del mundo, de la humanidad, de su destino, de sus deberes… Todo eso, con la Historia del catolicismo español, es cultura religiosa superior que no debe faltar a las generaciones de la nueva España.”
El periodista habla al Generalísimo del concordato, y Franco responde:
“Ni que decir tiene –contesta enseguida–. En él especificaremos todos los puntos de que hemos hablado y otros más… Nuestro Estado ha de ser un Estado católico en lo social y en lo cultural; porque católica ha sido, es y será la nueva España.”