Respuestas de N. A. Bulganin, presidente del consejo de ministros de la URSS, a las preguntas formuladas por el redactor jefe de la revista americana Visión
Pregunta: ¿Se propone la Unión Soviética establecer relaciones diplomáticas con aquellos países de América Latina, con los que en la actualidad no existen tales relaciones?
Respuesta: La Unión Soviética, sin duda, está dispuesta a establecer relaciones diplomáticas con aquellos países de América Latina, con los que no mantiene vínculos internacionales y por la colaboración con todas las naciones, comprendidos los países de América Latina.
Pregunta: ¿Qué beneficio obtiene la Unión Soviética, manteniendo relaciones diplomáticas con Argentina, Méjico y Uruguay?
Respuesta: Las relaciones que la URSS mantiene con Argentina, Méjico y Uruguay son ventajosas, a nuestro juicio, para ambas partes. Facilitan la colaboración de estos países en los problemas referentes al mantenimiento y a la consolidación de la paz y cooperan al desarrollo de las relaciones económicas, culturales y otras entre la URSS y dichos países. Así, se ha ampliado últimamente de modo considerable el comercio entre la Unión Soviética y Argentina. Se puede esperar que nuestras relaciones con los países de América Latina, también en lo sucesivo se desarrollarán con ventaja mutua de las partes, en interés del fortalecimiento de la colaboración internacional.
Pregunta: ¿Qué seguridades ofrecería la Unión Soviética, respecto a la no injerencia en la vida política de los países de América Latina?
Respuesta: La URSS no interviene en los asuntos interiores de otros países y considera que tampoco otros países deben inmiscuirse en los asuntos internos de la Unión Soviética. La política exterior de la Unión Soviética se basa en el respeto a la soberanía de todos los estados, lo mismo grandes que pequeños, y en el reconocimiento del derecho de todos los pueblos en su desarrollo nacional y estatal independiente. La coexistencia pacífica y la colaboración amistosa de los estados, no importa la diferencia de su régimen social, es este el principio más importante de nuestra política exterior. Todo esto, desde luego, tiene pleno vigor en lo actitud de la Unión Soviética respecto a los países de América Latina.
Pregunta: ¿Planifica la Unión Soviética incrementar su comercio con los países de América Latina y qué pasos se darán en esta dirección?
Respuesta: La Unión Soviética está por el desarrollo del comercio con todos los países de América Latina sobre la base de la ventaja mutua.
Pregunta: ¿Proyecta la Unión Soviética tomar parte en otras ferias industriales en los países de América Latina, semejantes a la recién celebrada en Buenos Aires? ¿Se exhibirán en ellas objetos relativos al desarrollo de la energía atómica, además de los artículos industriales?
Respuesta: La Exposición Industrial Soviética de 1955 en Buenos Aires fue una de las muchas organizadas últimamente por la URSS en otros países. La Unión Soviética celebrará exposiciones análogas y participará en ferias internacionales también en el futuro, teniendo en cuenta los deseos de los gobiernos de los países correspondientes y el interés recíproco. No está excluido que en las exposiciones y ferias figuren objetos relativos al empleo de la energía atómica con fines pacíficos. La Unión Soviética exhibió ya tales objetos en 1955, en las Exposiciones de Ginebra y Nueva Delhi.
Pregunta: ¿Qué mercancías podría proponer la Unión Soviética a los países de América Latina y qué desearía comprar en ellos?
Respuesta: La Unión Soviética exporta un amplio surtido de mercancías, a condición de que exista el interés recíproco en eso. En particular, la Unión Soviética podría suministrar a los países latinoamericanos diversos tipos de utillaje industrial y máquinas, incluyendo instalaciones para la industria petrolera, instalaciones completas de empresas industriales, tornos, herramientas, automóviles y maquinaria agrícola. En caso de necesidad, la Unión Soviética podría prestar ayuda técnica y con especialistas, y también intercambiar experiencias en la esfera de la industria, de la energía eléctrica, construcción, transportes, agricultura. Además del utillaje y las máquinas, la Unión Soviética exporta toda una serie de otros artículos que pueden ofrecer interés a los países de América Latina, por ejemplo, madera y objetos de celulosa y papel, petróleo y sus derivados, laminados de metales ferrosos, cemento, asbesto, materias colorantes, productos químicos y otras mercancías. Nuestro país podría importar, a su vez, de América Latina productos de la agricultura, de la ganadería y de la industria minera. El intercambio comercial entre la URSS y otros muchos países ha confirmado en la práctica lo ventajoso y conveniente de tal intercambio.
Pregunta: ¿Preferiría la Unión Soviética tratar con gobiernos o con corporaciones privadas y personas particulares, en el comercio con los países de América Latina?
Respuesta: La Unión Soviética trata, en su comercio exterior, tanto con organizaciones de estado, como con asociaciones privadas y con particulares.
Pregunta: ¿Se propone la Unión Soviética estimular el intercambio de visitantes con los países de América Latina?
Respuesta: Sí, se propone.
Pregunta: ¿No examinaría la Unión Soviética la posibilidad de permitir a las líneas aéreas de América Latina que pasan actualmente por Europa, que extiendan sus líneas a las ciudades de la Unión Soviética?
Respuesta: Este problema exige examen especial, ya que en él desempeñan papel decisivo las condiciones concretas y las necesidades de las partes contratantes.