Filosofía en español 
Filosofía en español


A. P. Butenko

¿Qué es el pueblo?

(De la revista soviética Problemas de Historia.)

En la URSS ha aparecido este último año una serie de folletos y de artículos sobre el papel de las masas populares en la historia. Esos trabajos hacen una crítica circunstanciada de las “teorías” idealistas que predican el culto del individuo; explican el papel de las masas populares en las diferentes etapas del desarrollo histórico, especialmente en la edificación y fortalecimiento de la sociedad socialista. Sin embargo, una buena cantidad de esos folletos y artículos dan una definición que no es justa del concepto “pueblo”, de “masas populares”.

El concepto histórico de “pueblo” no coincide con el de “población” ni con el de “nación”. En cada etapa histórica, este concepto tiene un contenido determinado que refleja un cambio de la estructura interna de la sociedad humana, sobre todo en relación con la modificación de las condiciones económicas de su existencia.

Mientras que en las condiciones de la comunidad primitiva los conceptos de “población” y “masas populares” coinciden, en las formaciones económicas y sociales siguientes la situación cambia. Con la aparición de las clases, el concepto de “pueblo” no coincide ya con el de “población”, pues la población se divide en grupos explotadores dominantes y en grandes masas de pueblo oprimido y privado de derechos.

Numerosos autores definen el concepto de pueblo únicamente desde el punto de vista de la situación económica de tal o cual grupo social. De esa manera, identifican las masas populares con los trabajadores, o incluso solamente con los productores de bienes materiales. Por ejemplo, B. Porchniev, dice: “El marxismo-leninismo entiende por masas populares los trabajadores que producen directamente los bienes materiales”.{1} No hay duda de que en todas las etapas de la historia los productores de los bienes materiales, los trabajadores (en la sociedad antagónica las clases explotadas) constituyen la masa principal del pueblo, su núcleo y desempeñan el papel fundamental en el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, en ciertos períodos históricos las masas populares han englobado también otras capas de la población, abarcando capas que explotan el trabajo de otros. Así, en vísperas y en el curso de la Revolución francesa de fines del siglo XVIII, la burguesía francesa radical y revolucionaria formaba parte del pueblo. Analizando la revolución de 1848 en Alemania, Carlos Marx escribe que la contrarrevolución tiene miedo del “pueblo, es decir, de los obreros y de la burguesía democrática”.{2}

Tampoco se puede estar de acuerdo con la afirmación de B. Porchniev por otra razón. Según su criterio, pueblo son solamente los productores de bienes materiales. Pero hablar de este modo es restringir considerablemente el concepto de “pueblo”, pues no todos los trabajadores pueden ser colocados entre los productores directos de bienes materiales (los empleados y los intelectuales, por ejemplo). En las condiciones del capitalismo, al mismo tiempo que la pequeña burguesía es despojada en el campo y la industria, crece rápidamente una nueva capa de la pequeña burguesía, capa que no se ocupa de producir directamente los bienes materiales: los empleados y los intelectuales, para quienes la vida en la sociedad capitalista se hace cada vez más difícil. Si se acepta la definición de B. Porchniev, es necesario excluir esta parte de la población del concepto de “pueblo”, cosa con la que no se puede estar en modo alguno de acuerdo. Por otra parte, B. Porchniev comprende a los intelectuales soviéticos en el pueblo soviético al considerar sus elementos constitutivos, lo que es completamente justo. Pero al hacer así entra en contradicción flagrante con su propia definición de “pueblo”.

——

F. Konstantinov (El papel de las masas populares en la historia, folleto, 1953), M. Kammari (El Pueblo, creador de la historia, Gospolitizdat, 1954), A. Iegorov (Molodoi Kommunist, 1953, 9) y otros parten del concepto según el cual el pueblo está constituido por las masas laboriosas de la población. Esta definición comprende en el concepto de “pueblo” a todas las capas y clases que hacen un trabajo útil a la sociedad, tanto manual como intelectual. Esta definición es justa, pero tampoco resulta exacta.

En el concepto de “masas trabajadoras” no entran solamente las capas explotadas de la población, sino también muchos casos de personas que recurren a la explotación del trabajo de otros. Se sabe que la burguesía contemporánea no ha surgido de pronto, sino que se ha formado gradualmente. En los primeros tiempos de la burguesía naciente capas importantes de “burgueses” (los maestros de las corporaciones) producían todavía directamente bienes materiales y al mismo tiempo explotaban a los pobres, los compañeros, los primeros proletarios. Como regla general, todas las categorías de la clase campesina, incluso los campesinos ricos, participan directamente en la producción material: por ello tienen derecho al nombre de trabajadores, lo que no impide en nada al campesino rico ser el explotador más feroz. Lenin escribía en 1905 que la burguesía campesina ocupaba un lugar considerable entre los campesinos trabajadores de Rusia de esa época, que “el campesinado libre, teniendo incontestable derecho al título de trabajador, no se las arregla, sin embargo, sin empleo de trabajadores y tiene desde ahora entre sus manos más de la mitad de las fuerzas productivas del campesinado”.{3}

Si se estima justo el punto de vista que identifica en todas las etapas de la historia a las masas populares con las capas laboriosas de la población, sería necesario admitir que en el período del paso del capitalismo al socialismo los kulaks también formaban parte del pueblo soviético. La falsedad de esta conclusión es evidente.

Hay que señalar que los mismos autores, en una serie de artículos, designan con la palabra pueblo, no a todos los trabajadores, sino solamente a las clases trabajadoras explotadas. Sin embargo, este criterio no puede ser aplicado para definir los elementos constitutivos del pueblo: en la sociedad socialista, las masas populares –la clase obrera, el campesinado y los intelectuales– no son de ningún modo capas explotadas de la población.

——

De todo esto resulta que el punto de vista económico es insuficiente para definir el concepto de pueblo. Para dar una definición justa a este concepto de “pueblo”, de “masas populares”, es necesario no solamente tener en cuenta la enseñanza del materialismo histórico sobre el papel decisivo de la producción en el desarrollo de la sociedad; es preciso también considerar la teoría marxista-leninista de la lucha de clases como fuerza motriz del desarrollo social. en su lucha contra los anarquistas y los populistas que, con ayuda de los conceptos de “pueblo trabajador” y de “masas populares” trataban de borrar las diferencias de clases, Lenin exigía que se encarase el contenido del concepto de “pueblo” desde un punto de vista histórico concreto, tomando como base la división de la sociedad en clases y teniendo en cuenta el curso concreto del desarrollo histórico.

Sólo apoyándose en un análisis político y económico objetivo se puede establecer cuáles son las tareas objetivas del desarrollo revolucionario que se presentan en un momento dado a un país dado, y en consecuencia determinar las clases y capas capaces de resolverlas. El principal criterio que permite reconocer si un elemento de la población forma parte del pueblo es la determinación de si objetivamente tiene interés en resolver las tareas del desarrollo de la sociedad en el sentido del progreso, y si es capaz de hacerlo. Va de suyo que es necesario no olvidar que ese criterio, por su propia naturaleza, no puede jamás establecer una frontera absoluta, delimitar de una vez por todas la parte de la población que constituye el pueblo. en el curso del desarrollo histórico las tareas objetivas que se presentan ante la sociedad cambian, y por eso la composición de las fuerzas sociales capaces de participar en su solución, que constituyen el pueblo, cambian también inevitablemente. Lenin escribió: “Quienes olvidan que con el progreso de la revolución, con el aumento de sus tareas, la composición de las clases y de los elementos del pueblo capaces de participar en la lucha por la realización de esas tareas cambia igualmente, caen en un profundo error”.{4}

Tomemos la historia de nuestro país. Analizando las condiciones económicas y sociales objetivas del desarrollo de Rusia a comienzos del siglo XIX, Lenin indicaba que las transformaciones democráticas burguesas estaban a la orden del día en Rusia: derrocamiento de la autocracia, liquidación de la gran propiedad feudal, &c. ¿Quién tenía interés en esas transformaciones y quien podía realizarlas? El pueblo. La burguesía rusa no era capaz de mantener la lucha contra el zarismo. Lenin decía: “…la fuerza capaz de lograr una victoria decisiva sobre el zarismo no puede ser otra que el pueblo, es decir, el proletariado y el campesinado, si se consideran las grandes fuerzas esenciales y si se reparten entre unas y otras la pequeña burguesía rural y ciudadana (del pueblo también ellas)”.{5}

En 1917, después de la victoria de la revolución democrática-burguesa, después del derrocamiento de la autocracia, la revolución socialista estaba a la orden del día en Rusia. Era también el pueblo quien tenía interés en esas transformaciones pero no el mismo pueblo que antes de la revolución. Las clases y los grupos sociales que componían el pueblo y que eran capaces de participar en la lucha por la realización de esas tareas habían cambiado y Lenin indicaba que los autores de la revolución socialista debían ser las masas populares, es decir, el proletariado y el campesinado pobre.

En la actualidad, el país de los Soviets edifica la sociedad comunista. Todo el pueblo soviético está íntimamente interesado en la solución de esta tarea. Comprende a todas las clases y todos los grupos de la población de nuestra sociedad: la clase obrera, los koljosianos y los intelectuales. El comunismo nace en nuestro país a consecuencia de la actividad consciente y creadora de los millones de hombres que componen el pueblo soviético.

Tomemos otro ejemplo.

En el curso de la lucha de todo el pueblo por la realización de las reformas democráticas, antifeudales y anti-imperialistas en China, se ha instaurado una dictadura democrática del pueblo. Explicando esta fórmula, Mao Tse-tung escribía en 1949: “¿Quién es el pueblo? En la etapa actual, el pueblo de China es la clase obrera, el campesinado, la pequeña burguesía y la burguesía nacional”.{6}

Hoy, cuando las más grandes masas populares de China resuelven las tareas de la revolución socialista, se sobreentiende que la situación cambia: las actuales masas populares no son ya más el “pueblo” de antes y la lucha de esas masas populares y de su dirigente, el proletariado, se desarrolla actualmente contra otras clases, como lo ha indicado la IX sesión plenaria del Comité Central del Partido Comunista chino.

——

Resulta de lo dicho que pueblo es una comunidad humana que se modifica en el curso de la historia y que comprende la parte, las capas, las clases de la población que por su situación objetiva son capaces de participar en común en la solución de las tareas del desarrollo progresista y revolucionario de un país dado en un período dado.

“Al emplear la palabra pueblo –indicaba Lenin–, Marx no borraba las distinciones de clases; reunía en ese término los elementos determinados capaces de hacer la revolución hasta el fin”.{7}

Precisamente a partir de esta concepción los partidos comunistas extraen la conclusión práctica de que, en la sociedad de clases, al mismo tiempo que arrastran tras de sí, bajo sus banderas, a las masas populares, deben mantener la lucha en dos frentes.

Por una parte el marxismo es enemigo del liberalismo y del oportunismo. Exige la clara visión de que, en las formaciones antagónicas, las grandes masas de la población, las masas populares, se dividen en clases que tienen sus intereses particulares como tales. Es necesario tener en cuenta esto para que no haya en las filas del proletariado ilusiones pequeño-burguesas sobre la unidad del pueblo siempre y para todo; la ilusión de que no habrá lucha de clases en el interior del pueblo. Es necesario tenerlo en cuenta para que, en su lucha popular, el proletariado ocupe su posición de clase, independiente.

Por otra parte, el marxismo es el enemigo irreconciliable del sectarismo. Cuando exige que sean distinguidas las clases sociales con sus intereses particulares, lo hace, no para aislar al proletariado de todas las otras clases, sino para explicar mejor la naturaleza de los intereses comunes de las clases que componen el pueblo. El proletariado toma una posición de clase independiente, no para replegarse sobre sí mismo, para limitarse a luchar estrechamente por sus propios intereses de clase, sino para luchar con más energía, con más entusiasmo, por la causa de todo el pueblo, a la cabeza del pueblo entero, sin sufrir las vacilaciones, la inestabilidad, la irresolución de las clases y las capas intermedias.

Considerar los conceptos de “pueblo” y “masas populares” desde el punto de vista histórico concreto es de gran importancia para esclarecer las diferentes etapas de la historia. Al mismo tiempo, esto permite evidenciar correctamente la naturaleza social de fenómenos sociales complejos como la cultura, el arte y la literatura; permite resolver el problema del carácter popular del arte y la literatura; apreciar la obra de los grandes artistas del pasado, que aunque no eran los ideólogos de las masas laboriosas y explotadas, fueron genios populares que sirvieron al desarrollo progresista y revolucionario de su país y sus pueblos. Si no se aclara el contenido del concepto de “pueblo” desde un punto de vista histórico concreto, no se puede mostrar con toda la plenitud necesaria el papel cualitativamente nuevo de las masas populares en la lucha por la destrucción del capitalismo, por la edificación del socialismo. Porque justamente en esta lucha las masas trabajadoras populares, antes explotadas, son las únicas creadoras de la historia. Justamente en este período el pueblo trabajador, teniendo a su cabeza el proletariado y su partido, se lanza, con una energía sin precedentes, a una acción histórica independiente, se transforma en maestro único todopoderoso de la vida.

——

{1} Problemas de Filosofía, 1954, IV, pág. 20.

{2} Citado por Lenin, “Dos tácticas”. (Obras escogidas, I, pág. 525).

{3} Lenin, “Del populismo al marxismo”, Obras, t. III, págs. 66-67. ed. rusa.

{4} Lenin, Obras, t. XI, pág. 226, ed. rusa.

{5} Lenin, “Dos tácticas”, Obras escogidas, t. I, pág. 454.

{6} Mao Tse-tung, “La dictadura de la democracia popular”, en Selección de trabajos, Ed. Nueva China, La Habana, pág. 283.

{7} Lenin, “Dos tácticas”, Obras escogidas, t. I, pág. 525.