En torno a la Filosofía
Desde los últimos días del pasado mes de marzo hasta los primeros de la segunda quincena de abril se han sucedido en España una serie de reuniones y asambleas en torno a la Filosofía. Comenzó con la Primera Asamblea Nacional de Delegados del SEU de las Facultades Universitarias de Filosofía y Letras, que en Barcelona trataron los problemas importantes que afectan a estudiantes y catedráticos, a la vida misma de las Facultades. Hay que afirmar que una cosa es cierta, el deseo sincero de los alumnos universitarios para arreglar deficiencias y poner en orden tantas cuestiones como lo necesitan, y unas enormes ganas de trabajar en orden a la propia perfección de su vida académica.
El segundo hecho que hay que anotar ha sido la reciente Primera Convivencia Española de Filósofos Jóvenes, celebrada en el Colegio Mayor universitario “Antonio de Nebrija”. Las dos últimas reuniones comienzan hoy. Una en Granada, la Asamblea de Catedráticos de las Facultades de Filosofía y Letras; la otra, en Madrid, la VII Semana Española de Filosofía, que estudiará el tema general de “La Conciencia”.
La coincidencia de estas cuatro reuniones pudiera parecer a primera vista que en España hay un repentino interés por los estudios de filosofía. La verdad es que las dos últimas reuniones, la de Granada y la Semana Española de Filosofía en Madrid, obedecen a una continuidad histórica de algo ya creado. Ha sido precisamente la juventud la que ha abordado el problema con una neta inquietud. Por una parte, los estudiantes, que se han propuesto hacer un examen a fondo de la situación no sólo en el terreno de la Filosofía en sí, sino en cuanto afecta a lo que se estudia y cómo se estudia en estas Facultades. Aún más esperanzador es la Convivencia Española de Filósofos Jóvenes –los asistentes eran todos posgraduados recién salidos de la Facultad, profesores y catedráticos de Institutos Nacionales de Enseñanza Media y de Facultades Universitarias con pocos años de ejercicio– por lo que respecta a la problemática de la situación de la Filosofía en España. Pero unos y otros, estudiantes y profesores, todos jóvenes, sienten la necesidad de dar a la Filosofía la importancia que tiene en esta hora de tecnicismo.
Estamos de acuerdo que en este momento en España son necesarios muchos técnicos. Pero si se da más importancia a las carreras técnicas que a la Filosofía, se corre el gravísimo peligro de que el hombre no llegue ni siquiera a preguntarse el porqué de cuanto hace, de que no tienda a la última pregunta, la que inevitablemente relaciona a Dios con el hombre. La juventud española, esto es importante, se ha dado cuenta de esto. Y siente cómo la ayuda que precisan para que España no le falte esta base sobre la que se tienen que levantar las ciencias no es ni muchísimo menos la necesaria.