Desde la orilla, desde tierra firme
[Comentario a la fotografía de una víctima que lleva este pie: “El ciclón les dejó sin hogar.”]
¡Pobre mujer! Es espantoso. Y hay cien mil como ella. Claro que estas cien mil sólo representan el uno por mil de los cien millones que tiene Bangladesh. En cambio, en España, con menos de cincuenta millones, han sido barridos (asesinados, dicen otros) trescientos mil embriones, casi el uno por ciento. Además, estos embriones han sido destruidos uno a uno, a ciencia y conciencia; mientras que los cien mil bengalíes han sucumbido a consecuencia de un ciclón ciego, inconsciente. Y aunque no tengamos la culpa de la catástrofe, tenemos que ayudar. Hace veinte años fueron los artistas, con su concierto de Bangladesh. Ahora les toca a los gobiernos, y a su través, somos nosotros, los contribuyentes, quienes ayudamos.
Pero entonces ¿por qué tienen los periódicos, la radio y la televisión que urgir nuestra ayuda? Bastaría que los gobiernos actuasen, como cuando descarrila un tren. Hace siglos ocurrían catástrofes parecidas, o mayores; como no había prensa, ni televisión, no podíamos enterarnos. Ojos que no ven, corazón que no siente. ¿Por qué entonces este empeño de los periodistas en hacerme sufrir? No será que lo que acaso están buscando es que pueda yo darme cuenta de la suerte que tengo de haber nacido en Europa y de vivir en ella. Debo estar agradecido al destino, a Dios o al que sea, por haber hecho posible que yo viva en el primer mundo. Desde las orillas de Europa, gracias a la televisión y a la prensa, que pone ante mis ojos la fotografía de esta pobre mujer, al mismo tiempo que sufro estoy experimentando acaso una suave alegría, derivada de un sentimiento de seguridad. Recuerdo que Lucrecio, me parece, analizó admirablemente, en unos versos famosos, un estado de ánimo muy parecido al que yo experimento cuando miro esta fotografía.
Cuando prácticamente nada podemos hacer ¿no tendré que reconocer que es gracias a la prensa y a la televisión, como experimento la dulzura de la contemplación, desde la orilla, de esta desgraciada que, en medio del torbellino, se hunde en el mar, luchando por salir del oleaje? Europa, tierra por fin firme, orilla segura...