Filosofía en español 
Filosofía en español


[ José Joaquín Isurve ]

[ Ocho preguntas sobre música ]

Artículo V

Señor Editor: Muy Señor mío:

Ha días que lucho continuamente contra una porción de sujetos de ambos sexos, que quieren hacerme conocer por fuerza y sentir lo mismo que a ellos les parece acerca del mérito o demérito de varias cantarinas y cantores de los que con aplauso bastante general, divierten hoy este público en los tres teatros. Como yo no soy partidario ni apasionado, señaladamente de ninguno ni ninguna de ellas, no puede Vmd. creer lo que padece mi imparcialidad y mi pasión por la música con estas malditas disputas caprichosas y necias, de las que parece que huye la razón, el buen gusto y el tino y la inteligencia.

Este motivo, pues, y la variedad indiscreta con que se canoniza y reprueba, el mérito intrínseco e imprescindible de un cantor o cantatriz, me ha hecho pasar la consideración y reflexionar no pocos ratos sobre la ligereza y preocupación &c. de los que sin principios, ni inteligencia profieren y deciden en una materia no menos abstracta que delicada, y que se oculta demasiado aun a los que con el trabajo, el estudio y la observación se procuran los conocimientos que son indispensables para poder proferir con acierto en ella.

Así que remito a Vmd. las adjuntas [359] preguntas, para que si le parece, las de lugar en su periódico, por si se me logra que algún aficionado inteligente, respondiendo a ellas con precisión y solidez, me facilite una pauta arreglada con la que ayudado de mi observación y despreocupación pueda juzgar del verdadero y no arbitrario mérito de cualquiera cantor.

No omitiré el enviar a Vmd. mi solución a mis mismas preguntas (para que sepa Vmd. mi modo de pensar sobre la materia), si acaso no hubiese quien guste satisfacerme: y en cualquiera caso quedo en rebatir o condescender abiertamente a cualquiera contestación, pues hasta apurar la verdad en este punto no puedo deducir ciertas consecuencias que deseo y me interesan. Mis preguntas pueden reducirse a estas.

Primera: ¿Qué circunstancias indispensables constituyen un buen cantor?

Segunda: ¿Cuáles son las circunstancias eventuales o superfluas que aumentarían su mérito?

Tercera: ¿Estas circunstancias superfluas o no precisas, son de arbitraria canonización o pueden ser conocidas y aprobadas por principios ciertos?

Cuarta: Dada y conocida la inteligencia y acierto de un cantor y la posesión de las circunstancias indispensables que le constituyen, ¿puede ser tenido por malo con sujeción a principios y a la recta tazón?

Quinta: ¿El mérito de dos cantores, uno nacional y otro extranjero, puede decidirse por un solo inteligente, (extranjero o nacional) arreglado a principios musicales?

Sexta: ¿La música y sus licencias son iguales a todas las naciones y adaptables a todos los idiomas?

Séptima: ¿La diferencia característica de la música vocal de cada nación por sí, adquiere y ofrece esta variedad en cuanto la parte exacta del arte, o por la diversidad de los estilos en las letras?

Octava: ¿Puede, o no, imitar con exactitud un cantor, por ejemplo inglés, las canciones características de Francia o España (acomodándole la letra, el estilo y método) sin mas auxilio que el de la inteligencia puramente música?

De la solución y convención de estas dudas mías, Señor Editor: creo que se ha de deducir con bastante claridad, la superficialidad y falta de conocimientos y buena intención, de la innumerable porción de pedantes músicos que nos rodea.

Entretanto es de Vmd. como siempre su afecto corresponsal Q. S. M. B.

Isurve.