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Manifiesto de los Amigos
de la Unidad Moral de Europa

Un grupo de escritores catalanes ha publicado el siguiente manifiesto que está recibiendo del extranjero numerosas adhesiones:

«Tan lejano al internacionalismo amorfo como a cualquier estrecho localismo, se constituye en Barcelona un grupo de hombres de profesión espiritual para afirmar su creencia irreductible en la unidad moral de Europa y para servir a tal creencia, dentro de lo que tolere la trágica angostura de las circunstancias actuales.

El principio de que partimos es que la terrible guerra que hoy desgarra el cuerpo de nuestra Europa constituye, por definición, una Guerra Civil.

Una guerra civil no quiere decir precisamente una guerra injusta. Pero entonces hay que justificarla en un conflicto entre grandes intereses ideales. Y al desear el triunfo de cualquiera de ellos, hay que desearlo para la totalidad de la república europea y en su general beneficio. No le ha de ser lícito, pues, a ninguna de las partes en pugna trabajar por la destrucción completa del adversario. Menos legítimo es aún partir del nefando supuesto de que una cualquiera de las partes se encuentra ya de hecho excluida de la superior comunidad.

Sin embargo, nos ha cabido el dolor de ver cómo esas aserciones eran admitidas, propagadas con furia, y no siempre en medios vulgares ni por voces desprovistas de autoridad. Durante tres meses ha parecido que nuestro concepto de Europa naufragaba. Pero una reacción comienza a dibujarse. Mil indicios aseguran que, a lo menos en lo ideológico, los vientos van a sosegarse ya, y que pronto van a renacer en las mejores conciencias los valores eternos.

Nos proponemos colaborar en esta reacción, contribuir a su conocimiento, y, en la medida de nuestras fuerzas, a su afianzamiento. No estamos solos; nos acompaña, desde todos los lugares del mundo, el anhelo de muchos espíritus clarividentes y el voto tácito de millares de hombres de buena voluntad, que por encima de sus personales preferencias y simpatías saben permanecer fieles a la causa de aquella unidad moral.

Nos acompaña idealmente, sobre todo desde las lejanías de lo futuro, la aprobación de los hombres que mañana llamarán buena la obra humilde a que nosotros nos damos hoy.

Para primer paso de la obra, nos esforzaremos en dar la mayor publicidad posible entre nosotros a la noticia de cuantos hechos, declaraciones y manifestaciones se produzcan, bien en los países belígeros, bien en los neutrales, y en que se revele la restauración de un sentido de síntesis superior y de altruidad generosa.

Más tarde podremos ampliar nuestra acción y darle en servicio empresas nuevas.

No pedimos otra cosa a nuestros amigos, a nuestra Prensa, a nuestros conciudadanos, que un poco de atención a estas palpitaciones de la realidad, un poco de respeto a los intereses de humanidad superior, un poco de amor a las grandes tradiciones y a las ricas posibilidades de la Europa una.

Barcelona, 27 de noviembre de 1914.

Eugenio d'Ors.– Manuel de Montoliu.– Aurelio Ras.– Agustín Murúa.– Telesforo de Aranzadi.– Miguel S. Oliver.– Juan Paláu.– Pablo Vila.– Enrique Jardí.– E. Messeguer.– Carmen Karr.– Esteban Terrades.– José Zulueta.– R. Jorí.– Eudaldo Durán Reynáls.– Rafael Campaláns.– J. M. López Picó.– R. Rucabado.– E. Cuello Calón.– Manuel Reventós.– J. Farrán Mayoral.– Jaime Massó Torrents.– Jorge Rubió Balaguer.

Dirigid toda la correspondencia relativa al Comité de Amigos de la Unidad Moral de Europa a don Eudaldo Duran, Ateneo Barcelonés.»