Filosofía en español 
Filosofía en español


Rafael Alberti

A Renato Guttuso

Pintor del pueblo. Condecorado con la Medalla de la Paz

Fueron ayer los príncipes, los papas, los prelados.
No hubo telas ni muros,
luminosos espacios ni rincones oscuros,
que el pincel no dejara de colores bañados.
Se eternizaba el rostro del ladrón y asesino
junto al del santo asceta.
Dios y el demonio ardían en la misma paleta;
Venus, al mismo soplo de la Virgen cristiana.
Si el pueblo mientras tanto se vertía
vestido de guerrero
si su sangre creaba y construía
si era el héroe candente para toda aventura,
era menos que el más mordido pordiosero
a la hora inmortal del canto y la pintura.
(Todavía su hora labraba vagamente
por ser hora futura.
Pero el futuro lleva siempre un sol en la frente).

Y al fin llegaste, oh pueblo, golpeando
con tu aldaba las puertas de la aurora.
Vienes tundido y fuerte, jadeando,
a bañar la inhumana geografía
de esa tranquila estrella alumbradora
que fue tu noche para ser tu día.

Vienes simple y desnudo, pero vienes.
Ya tus pies a la tierra dan sonido
y al viento en marcha en golpe de tus sienes.

Eres ya tú, ya tu presencia es vida,
rayo en torrente, mar reconocido,
patria total recién amanecida.

¿Quién a tu sangre negará su canto?
¿Qué pincel a tu lucha los colores?
¿Qué piedras a tus hombros su quebranto?

Lo nuevo en tu nacer nace contigo.
Tu mano por los surcos creadores
prende la luz del nuevo trigo.

Pinta, pintor, lo que esa luz te ordena,
que aunque esa luz es luz lo que te ofrece,
aún la amarra una última cadena.
Salva, pintor, tal valeroso empeño.
Arde su idioma en tu pincel y crece,
cáusticos los colores y el diseño.

Da tu forma su clara transparencia.
Se mire en ella el pueblo retratado
tanto en la paz como en la resistencia.

Ya tu pintura es él, ya en ti se ampara
y ve el sufrido campo conquistado
a la tierra que siempre trabajara

Ya el héroe campesino da al obrero
la mano en tu paleta donde habitan
juntos el pescador y el marino.

Pinta, pintor. Su llama representante,
que la tierra y el mar la necesitan.
Ya el arco-iris canta en la tormenta.
Cruza el cielo de Italia en blanco vivo
de una paloma. Suena un aura pura.
Y en tu pincel hay ráfagas de olivo
y sol y primavera en su pintura.