Filosofía en español 
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Dionisio Correas

Dos Internacionales de la Enseñanza

La idea de una Internacional de la Enseñanza fue expresada por Marta Bigot en el Congreso de los Sindicatos de maestros franceses celebrado en Tours en 1919. Esta idea se abrió paso inmediatamente en Italia y en Alemania; pero llegó a su realización un año después, en el Congreso celebrado en Burdeos, al que aportaron su concurso los maestros italianos, representados por la camarada Abigaille Zanetta.

Los fines que perseguían los maestros organizados internacionalmente eran los siguientes:

1.º Contribuir a edificar una sociedad mejor y trabajar en el seno del movimiento obrero para alcanzar ese fin.

2.º Dar a las escuelas creadas por la burguesía una orientación racional y humana.

3.º Lucha contra el espíritu de odio y de guerra entre los pueblos.

4.º Hacer a los maestros buenos militantes obreros y mejorar sus aptitudes profesionales.

5.º Mejorar la situación económica y moral del personal dedicado a la enseñanza.

6.º Crear relaciones activas entre los maestros del mundo entero mediante el cambio de correspondencia, viajes de estudio, Congresos, intercambio de niños durante las vacaciones, práctica del esperanto, edición de obras de literatura infantil, &c.

No hay que advertir que el movimiento sindical de los maestros estaba inspirado por el ideal socialista e impregnado de un sentido pacifista, antiguerrero, que prometía llevar a las escuelas, en lo que respecta a la enseñanza de la Historia, la condenación del espíritu nacionalista, incubador del odio y de la guerra.

Los efectos de la Revolución rusa empujaron a los maestros franceses, italianos, alemanes, belgas, holandeses, luxemburgueses y españoles (éstos en una débil proporción) hacia el campo de la lucha de clases en sus dos orientaciones: económica y política; pero también hicieron sentir en las organizaciones nacientes el veneno de la discordia, y los maestros quedaron divididos en partidarios de Amsterdam, unos; de Moscú, otros.

Así, en Francia hay dos organizaciones de maestros frente a frente, y que agrupan a la mayor parte del personal de Primera enseñanza del vecino país: la influida por el elemento socialista, que cuenta con 60.000 afiliados, y la dirigida por los comunistas Loriot y Boutreux, que reune 13.000 adheridos. Y el mismo hecho se registra en los demás países.

Recientemente, en el pasado agosto, la Internacional de la Enseñanza, cuya oficina central está en Saumur (Francia), ha celebrado su Congreso internacional, al que han asistido representantes de Alemania, Italia, Luxemburgo, Holanda y Bélgica (los de este país sin mandato expreso de su Sección), y en él se han tratado temas tan interesantes como los siguientes: Encuesta sobre la situación económica de los maestros de todos los países, la enseñanza de la Historia, la escuela única universal y adhesión de los maestros a la Internacional de Amsterdam o a la de Moscú.

Este último tema ha puesto de manifiesto el cambio de orientación que en sus relaciones internacionales han de tener los maestros en lo futuro. Hasta ahora la Internacional de la Enseñanza, por sus elementos directivos, por su orientación, era una organización comunista; en el Congreso que acaba de celebrarse en París se ha acordado mantenerse en contacto con los obreros organizados, cooperar en su labor pacifista, en la lucha contra el capitalismo universal, pero en franca autonomía respecto a las dos Internacionales obreras.

Y la nota más simpática dada por los maestros en este Congreso ha sido la de proponerse trabajar en los respectivos países por reconstituir las fuerzas proletarias, divididas e impotentes para una acción decisiva contra el espíritu nacionalista y guerrero de que están animadas las burguesías de los distintos pueblos

* * *

Durante la celebración de este Congreso, el Bureau de la Federation Sindicale Internationale, de la que es secretario el camarada Oudegeest, ha dirigido una circular a todas las organizaciones de maestros del mundo, invitándoles a la celebración de una Conferencia internacional, que habrá de celebrarse en Amsterdam el 14 del próximo noviembre. El propósito de esta Conferencia será «examinar la posibilidad de fundar un secretariado profesional internacional de maestros y buscar en común los medios de asegurar la acción más eficaz de las fuerzas de los maestros de todos los países por la paz del mundo».

¿Responderán a este llamamiento las organizaciones de maestros de todos los países? Reciente el acuerdo tomado en el Congreso de París, no es fácil que los maestros que han sentido escrúpulos de adherirse a la Internacional de Moscú lo hagan a la de Amsterdam; pero si tenemos en cuenta que hay una fuerza considerable de maestros que, aceptando el principio de la lucha de clases, viven al margen de toda organización corporativa internacional, no nos será difícil afirmar que la invitación hecha por el Bureau de Amsterdam será contestada con muestras de simpatía por millares de maestros.

He aquí el efectivo de las organizaciones de maestros que, aceptando la lucha de clases, han recibido la invitación de la Oficina de Amsterdam:

Asociaciones francesas. 73.000 maestros.

Sindacato Magistrale Italiano, 42.000.

National Union of Teachers, de Inglaterra, 120.000.

Deutsche Schrerverein, de Alemania, 140.000.

National Education Association, de los Estados Unidos, 600.000.

Centrale Nationail du personel enseignan socialiste, de Bélgica, 3.000.

Assotiations d'Instituers, de Luxemburgo, 600 (hay 800 maestros en este país).

Asociación general de Maestros, de España, 620.

Los maestros habremos de fundar el frente único para combatir el espíritu guerrero de la burguesía internacional o demostraremos no conocer la trascendencia de la misión que se nos confía.

El personal dedicado a la primera enseñanza es un factor indispensable en la lucha contra el militarismo y la guerra, que habrá de colaborar necesariamente en este sentido con el proletariado manual organizado en todos los países, en la medida que le es posible hacerlo, esto es, renovando la escuela, impregnando la literatura pedagógica, las bibliotecas infantiles y la obra educativa toda de un amplio sentimiento humanitario y pacifista que sirva de barrera a todos los exclusivismos patrióticos que representan el capitalismo y el nacionalismo de cada país. Y no habrá renovación posible de la escuela en ese sentido sin una colaboración internacional de los maestros.

Dionisio Correas