Proclama de El más fiel amigo de ambas Naciones
Gerona, 15 de junio de 1808

Proclama.
¡Religión! ¡Patriotismo! dos objetos cuya defensa no admite excusa, y la conservación de los derechos de los legítimos Soberanos, es el bello y robusto polo que los sostiene. Religión sin patriotismo, y Religión y patriotismo sin legítimo Soberano, es un cuerpo cuya organización destruye el más improvisado evento. Prodigar la sangre por sus intereses, es lo que forma el carácter del verdadero heroísmo.
Españoles: el peligro es inminente: los males nos circuyen por todas partes: los aparentes amigos se han quitado la máscara, y su sedicioso fuego, encubierto con fingidas cenizas, tiene el más vivo penetrante. El propio interés, el común saqueo, y la destrucción de la Religión Católica, son las únicas ideas de Napoleón y sus secuaces.
Fernando VII, nuestro único y legítimo Soberano, nos inspira amor y lealtad: el aflictivo estado en que lo ha puesto la traición y la bajeza, exige de nosotros la venganza.
Franceses: no hablo con vosotros: nuestras armas no se dirigen contra vuestra nación. Despertad del letargo: quitaos la venda de los ojos: Napoleón os engaña: la España os estima, y vuestra pública opresión ocupa la mayor parte de nuestros sentimientos. ¿Qué habéis adelantado bajo la dura sujeción de un extranjero, que con tanta alucinación os domina, arrancándoos a vuestros hijos para constituirlos sangrientas víctimas de su insaciable ambición? ¿dónde está la brillantez de vuestro comercio, que os hacía envidiables a la mayor parte de la Europa? ¿qué se han hecho aquel nombre y espíritu francés, que eran la admiración de las más remotas Naciones? ¡Ah! sacudid el duro yugo, romped vuestros grillos, y entonces veréis restablecida la paz general, la tranquilidad de vuestras familias, y seréis un objeto agradable a la faz del universo entero. La España, aunque armada en masa, no intenta poner los pies en vuestros dominios, solo procura la defensa de su legítimo Rey, y la felicidad de ambas Monarquías.
¡Valerosos, y noblemente entusiasmados Gerundenses! Narciso os estima: sus ojos admirablemente abiertos previenen la vigilancia: él es vuestra guarda: su invisible mano os protege: sea el Capitán de vuestras empresas: alistaos bajo sus banderas, y entonces tendremos segura la victoria, la restauración de la Patria, la conservación de la Religión Católica, y el estimadísimo recobro de Fernando VII, nuestro legítimo Soberano.
Valencia, Aragón, Murcia, Mallorca, y demás Provincias de España: unid con nosotros tan cristianísimo voto: levantaos todos a una, y tomando unánimes las armas por una causa la más justa y sagrada, triunfaremos de la energía, de la rebelión, del despotismo; y lograremos el común deseo de ver colocado en el trono de España a nuestro amado Fernando VII, que constituye todo el céntrico de nuestros anhelos. Gerona y Junio 15 de 1808.