Filosofía en español 
Filosofía en español

San Isidoro de Sevilla, Etimologías
Libro VIII. De la Iglesia y sectas diversas

1. De la Iglesia y la Sinagoga · 2. De la religión y de la fe · 3. De la herejía y del cisma · 4. De las herejías de los judíos · 5. De las herejías de los cristianos · 6. De los filósofos gentiles · 7. De los poetas · 8. De las sibilas · 9. De los magos · 10. De los paganos · 11. De los dioses de los gentiles


Capítulo I. De la Iglesia y la Sinagoga

1. Iglesia es palabra griega que significa convocación, llamamiento, porque llama a sí a todas las gentes. Católica significa universal; del griego apo tu kazolon, que significa según un todo (secundum totum); no se limita a una región, como los conventículos de los herejes, sino se extiende por todo el orbe de la tierra.

2. Lo cual anuncia el Apóstol a los Romanos, diciendo (1, 8): Gratias ago Deo meo pro omnibus vobis, quia fides vestra anuntiatur in universo mundo. (Doy gracias a Dios por todos vosotros, porque vuestra fe es anunciada en el universo mundo.) La palabra “universidad” procede de uno, porque todos convienen en la unidad; por eso dice el Señor en el Evangelio (Lc. 11, 23): Qui mecum non colligit spargit. (El que no recoge conmigo, desparrama.)

3. ¿Por qué, sin embargo, siendo una la Iglesia, San Juan escribe a las siete Iglesias, sino para dar a entender que esa Iglesia una y católica está llena del Espíritu Septiforme? Del Señor dijo Salomón (Prov. 9, 1): Sapientia aedificavit sibi Domum et excidit columnas septem (La sabiduría edificó para sí una casa y cortó siete columnas), y, sin embargo, esas siete columnas no son más que una, según expresión del Apóstol (1 Tim. 3, 15): Ecclesia Dei vivi, quae est columna et firmamentum veritatis. (La Iglesia de Dios vivo, que es columna y firmamento de la verdad.)

4. La Iglesia comenzó en aquel lugar al que vino del cielo el Espíritu Santo y llenó a los allí presentes.

5. Atendiendo al tiempo presente de peregrinación en la tierra, la Iglesia es llamada Sión, porque desde la lejanía de la peregrinación de esta vida se atalayan las promesas de las cosas celestiales; y por eso Sión recibió este nombre, que significa atalaya.

6. Pero con relación a la patria futura se le llama Jerusalén, que quiere decir visión de paz; pues allí, desaparecida toda adversidad, obtendrá la paz, que es Cristo.

7. Sinagoga es palabra griega que significa congregación; este nombre propiamente lo retuvo el pueblo judío. Propiamente se llama así, aunque también recibe el nombre de Iglesia.

8. Los apóstoles nunca llamaron sinagoga a nuestra Iglesia, sino siempre iglesia, ya por razón de diferenciarla de la de los judíos, ya por la diferencia que hay entre las etimologías de estas dos palabras; pues sinagoga significa congregación, y se congregan no solamente los hombres, sino también los animales en rebaño; mientras que la iglesia significa convocación, lo cual es propio de hombres.

Capítulo II. De la religión y de la fe

1. Los filósofos dicen que la palabra dogma viene de juzgar, esto es: juzgo que esto es bueno, creo que esto es verdad.

2. Religión: se llama así porque por ella religamos nuestro espíritu a Dios para servirle con este vínculo y darle culto. Esta palabra viene de religendo, esto es, eligendo, y así se dice religio, quasi eligio.

3. Tres cosas se han de buscar en los hombres para dar culto a Dios, fe, esperanza y caridad. En la fe, qué es lo que se ha de creer. En la esperanza, qué se ha de esperar, y en la caridad, qué se ha de amar.

4. Por la fe creemos firmemente lo que todavía no podemos ver, pues lo que ya vemos no puede ser objeto de la fe. Propiamente la palabra fe significa que se ha cumplido lo que se ha dicho o se ha prometido; de aquí que se llama fe, porque se cumple lo que se ha concertado entre dos, a saber, entre Dios y el hombre, y de aquí viene el nombre de foedus (pacto).

5. Spes (esperanza): se llama así porque es como los pies para andar (quasi est pes). Lo contrario es desperatio, desesperación; deest pes, faltan los pies y no hay facultad de andar, porque el que ama el pecado no espere la gloria futura.

6. Caridad es palabra griega que significa dilección, y comprende dos cosas, el amor de Dios y el amor del prójimo; por eso dice el Apóstol que el amor es la plenitud de la ley (Rom. 13, 10).

7. La caridad es más excelente que todas las otras, porque el que ama, cree y espera; el que no ama, aunque obre el bien, trabaja en vano. El amor carnal no se puede llamar amor, sino concupiscencia; pues el nombre de amor se ha de usar solamente en lo mejor.

Capítulo III. De la herejía y del cisma

1. Herejía viene del griego y significa elección, porque cada hereje elige para sí lo que le parece mejor; como los filósofos peripatéticos, académicos, epicúreos y estoicos, o todos aquellos que, siguiendo ideas extraviadas, se apartaron de la Iglesia por propia elección.

2. Y de aquí viene la palabra griega herejía, que significa elección; por ella cada uno, a su arbitrio, elige para sí lo que ha de hacer o lo que ha de recibir. Pero hay que tener presente que a nosotros no nos es lícito seguir nuestro arbitrio en estas cosas, ni aun siquiera elegir lo que alguien nos quiera imponer por su voluntad.

3. Nosotros tenemos a los apóstoles como autores y padres de la fe; y ni aun ellos eligieron por su voluntad lo que habían de enseñar, sino que enseñaron fielmente toda la disciplina de Cristo, y así la predicaron a las naciones, hasta el punto que si algún ángel del cielo evangelizara cosa distinta, sería anatema.

4. Secta: se llama así de seguir y tener, a sequendo et tenendo. Secta, pues, es disposición de ánimo que hace retener instituciones acerca de la disciplina u opinar acerca de religión cosas muy distintas de los demás.

5. Cisma viene de división (scissura) de las almas. Tiene el mismo culto, el mismo rito y fe, y consiste solamente en la separación de la Iglesia. Se produce el cisma cuando dicen los hombres: “Los justos somos nosotros”, “nosotros somos los que santificamos las almas”, y cosas semejantes.

6. Superstición: se llama así porque es la observancia de cosas superfluas y que no están mandadas (superflua aut superinstituta). Otros dicen que viene de los ancianos, que (multis annis superstites), por razón de su edad, deliran y yerran, desconociendo cómo han de dar culto, según lo tradicional, e ignoran qué cosas han de tomar de las prácticas antiguas.

7. Lucrecio dice que superstición viene de superstantium rerum, esto es, de las cosas celestiales y divinas, que están sobre nosotros; pero no es así.

Para conocer fácilmente las afirmaciones de los herejes conviene poner de manifiesto sus nombres y causas.

Capítulo IV. De las herejías de los judíos

1. Judío se interpreta confesor, pues muchos de ellos, que antes estaban poseídos de la perfidia, confesaron después a Cristo.

2. Hebreos quiere decir transeúntes, porque pasaron de lo peor a lo mejor, abandonando sus antiguos errores.

3. Los fariseos niegan que el Cristo haya venido. Fariseos y saduceos son contrarios entre sí; pues fariseo, según interpretación del hebreo, quiere decir separado, dividido, porque preferían sus tradiciones y observancias (a las que ellos llaman en griego deuteréseis) a la justicia y santidad; de donde eran llamados por el pueblo divididos, como separados de la justicia.

4. Los saduceos niegan la resurrección, diciendo que en el Génesis (3, 19) está escrito: Dudum terra es, et in terram ibis (Vienes de la tierra y volverás a la tierra). Saduceo quiere decir justo;{1} vindicaban para sí el nombre de justo sin serlo, negaban la resurrección del cuerpo y decían que el alma moría con el cuerpo. Recibían los cinco libros de la ley y rechazaban los vaticinios de los profetas.

5. Los esenios dicen que el Cristo es aquel que les enseñó a ellos toda clase de abstinencia. Los galileos enseñaron la venida de Cristo y enseñó que al César no se le debía llamar señor, ni obedecer sus mandatos.

6. Los masboteos dicen que el Cristo es el que les enseñó a guardar el sábado en absoluto, o sea, en todas las cosas, totalmente.

7. Los genistas, así dichos porque se gloriaban que eran los que descendían de genere Abraham (de la estirpe de Abraham); pues habiendo sido llevado el pueblo de Dios a Babilonia, muchos, dejando a sus mujeres, se unieron a las de Babilonia; pero otros se conservaron con sus cónyuges israelitas, y los nacidos de éstos, cuando salieron de Babilonia, se apartaron de los demás y tomaron por jactancia este nombre.

8. Meristas, así llamados porque separan las Escrituras, no dando fe a todos los profetas, diciendo que unos profetizaron con un espíritu y otros con otro. La palabra griega meros significa parte, y de ahí el nombre de merista.

9. Cuando el pueblo de Israel fue cautivo a Babilonia, los samaritanos, al volver a sus tierras de Samaria, llevaron muchas prácticas de los israelitas, que aprendieron de los sacerdotes de la cautividad; pero también llevaron muchas prácticas paganas que aprendieron en las tierras gentiles en donde nacieron. Y así es muy conocido de todos que en sus prácticas religiosas están los samaritanos totalmente separados de los judíos. Los samaritanos son así llamados porque guardan solamente la ley y no admiten los profetas.

10. Los herodianos: esta herejía es de los tiempos de Jesucristo. Engrandecían a Herodes y afirmaban que era el Cristo.

11. Los hemerobautistas, así llamados porque diariamente lavaban sus vestiduras y sus cuerpos.

Capítulo V. De las herejías de los cristianos

1. Los herejes se apartaron de la Iglesia, y unas herejías recibieron su nombre de sus autores, y otras, de las causas que las motivaron.

2. Los simonianos, llamados así de Simón, perito en la magia, al cual maldijo Pedro en el libro de los Hechos Apostólicos, porque quiso comprar a los apóstoles la gracia del Espíritu Santo. Estos dicen que las criaturas no han sido creadas por Dios, sino por otro poder sobrenatural.

3. Los menandrianos: esta herejía procede del mago Menandro, discípulo de Simón, que decía que el mundo ha sido hecho no por Dios, sino por los ángeles.

4. Los basilidianos, así llamados de Basílides, que, entre otras blasfemias, negaron la pasión de Jesús.

5. Los nicolaítas, así llamados de Nicolás, diácono de la Iglesia de Jerusalén, que, con San Esteban y otros varios, fue escogido por San Pedro; abandonó a su mujer para que el que quisiera estuviera con ella, y llegó a formar tal costumbre, que los esposos cambiaban mutuamente de esposa; todo esto fue reprobado por San Juan en el Apocalipsis, cuando dice (2, 6): Sed hoc habes, quia odisti facta Nicolaitarum. (Pero esto tienes en tu favor, que aborreciste los hechos de los nicolaítas.)

6. Los gnósticos quisieron así ser llamados por la excelencia de su ciencia. Dicen que el alma es de la misma naturaleza de Dios, y entre sus dogmas ponen un Dios bueno y otro malo.

7. Los carpocracianos, llamados así de Carpócrate, que dijo que Cristo fue solamente hombre y engendrado por uno y otro sexo.

8. Los cerintianos, llamados así del hereje Cerinto. Estos observan la circuncisión y dicen que después de la resurrección han de estar gozando de las delicias de la carne por espacio de mil años. De donde le llamaron los griegos chiliastas, y los latinos milenarios.

9. Los nazareos eran los que, confesando a Jesucristo como Hijo de Dios, guardaban, sin embargo, la observancia de toda la ley antigua.

10. Los ofitas, así llamados del griego ofis, que significa culebra. Le dan culto diciendo que ella en el paraíso llevó al hombre al conocimiento de la virtud.

11. Los valentinianos, así llamados de Valentín, autor de la herejía y filósofo platónico, que introdujo los aionas, o sea, ciertas generaciones en la existencia de Dios Creador; afirmó además que Cristo no tomó carne de la Virgen María, sino que pasó por Ella como por un canal.

12. Apelitas, cuyo autor fue Apeles, que afirmó que el Creador era un ángel glorioso, que es el que hizo al Dios de la ley y de Israel, y que era como el fuego, y que Cristo no era Dios en realidad de verdad y que apareció como hombre solamente en la fantasía humana.

13. Arcontiacos, palabra que significa príncipe, y decían que la creación es obra de los arcángeles.

14. Los adamianos, así llamados porque imitaban la desnudez de Adán y oraban desnudos y vivían desnudos conjuntamente hombres y mujeres.

15. Los cainianos, así llamados porque adoraban a Caín.

16. Los setianos recibieron este nombre de Seth, hijo de Adán, y dijeron que él era el Cristo.

17. Melquisedequianos, así llamados de Melquisedec, sacerdote de Dios; decían que no era hombre, sino una manifestación del poder y virtud de Dios.

18. Los angélicos, que adoraban a los ángeles.

19. Los apostólicos eran aquellos que no tenían nada propio en este mundo ni recibían entre ellos a los que poseían algo.

20. Cerdonianos, así dichos de Cerdón, que decía que el mundo estaba regido por dos principios contrarios.

21. Marcionistas, llamados de Marción, filósofo estoico, y siguiendo el dogma de Cerdón admitían dos dioses, uno bueno y otro justo, como principios de la creación y de la bondad.

22. Artotiritas, llamados así por su oblación. Su sacrificio consistía en pan y queso, diciendo que la oblación de los primeros hombres se hacía de los frutos de la tierra y de las ovejas.

23. Los acuarios, así llamados porque ofrecían en el cáliz solamente agua.

24. Los severianos, así llamados de Severo. No beben vino, rechazan el Antiguo Testamento y la resurrección de los muertos.

25. Los tacianos, así llamados de Taciano; son conocidos también con el nombre de encreatitas, porque prohibían comer carne.

26. Los alogos, de la palabra griega logos (Verbo) y a (negación), o sea sin Verbo. Negaban que el Verbo fuera Dios y rechazaban el Evangelio de San Juan y el Apocalipsis.

27. Los catafrigios, llamados así de la provincia de Frigia, donde estaban los autores de esta herejía, a saber: Montano, Prisca y Maximila, los cuales decían que la venida del Espíritu Santo se verificó sobre ellos y no sobre los apóstoles.

28. Los cátaros, así llamados por la limpieza. Se glorían de sus méritos, niegan a los penitentes el perdón de los pecados; a las viudas que se casan las consideran como adúlteras y se creían más puros que los demás. Si éstos realmente quisieran conocer su nombre, más bien deberían llamarse mundanos que no mundos (limpios).

29. Los paulianos son los seguidores de Pablo Samosateno, el cual dijo que Cristo, en cuanto Dios, no existió siempre, sino cuando nació de la Virgen María.

30. Los hermogenianos, llamados así de Hermógenes, autor de esta herejía, el cual introdujo la idea de la materia eterna, comparándola con Dios Eterno, y decía que era la diosa y madre de todos los elementos, a los que daban culto. Son reprobados por el Apóstol.

31. Maniqueos: fue su autor Manes, natural de Persia. Afirman la existencia de dos naturalezas o substancias, una buena y otra mala, y que el alma procedía de Dios por emanación, como el agua mana de la fuente. Rechazan el Antiguo Testamento y admiten parte del Nuevo.

32. Los antropomorfitas son aquellos que con una simplicidad rústica aseguran que Dios tiene miembros humanos, según se afirma en las Sagradas Escrituras. El nombre de esta herejía viene de la palabra griega ánzropos, que significa hombre. Estos herejes desconocen las palabras del Señor, que dice (Io. 4, 24): Spiritus est Deus (Dios es Espíritu), y por tanto, es incorpóreo y no tiene miembros.

33. Los hieraclitas, así dichos de Heraclio, su autor; estos herejes no admiten más que a los monjes, rechazan el matrimonio y dicen que los niños no pueden entrar en el reino de los cielos.

34. Los novacianos, de Novato, presbítero de Roma, que intentó invadir la cátedra sacerdotal de Cornelio; estableció su herejía, que no quiere recibir a los apóstatas y rebautizaba a los bautizados.

35. Los montanos, así llamados porque en tiempos de la persecución huyeron a los montes, donde se escondieron y se separaron del cuerpo de la Iglesia.

36. Ebionitas, llamados así de Ebión, [o de la pobreza, y dicen que Cristo fue solamente un hombre justo; se les llama también de la pobreza por la pobreza de su inteligencia.] Son semijudíos y de tal manera reciben el Evangelio, que guardan la ley sólo materialmente; a éstos rebatió San Pablo en su Epístola a los fieles de Galacia.{2}

37. Los fotinianos, de Photino, obispo de Sirmio, que resucitando la herejía de los ebionitas, aseguró que Cristo era hijo de María y de San José.

38. Los aerianos, de Aerio. Rechazan el sacrificio por los difuntos.

39. Etianos, de Aetio; se llaman también eunomianos, de Eunomio, discípulo predilecto de Aetio; predicaban la desigualdad de las tres divinas personas y que no se les imputa pecado alguno a los que permanecen en la fe.

40. Los origenianos, de Orígenes, dicen que en la Trinidad el Hijo no ve al Padre, ni el Espíritu Santo al Hijo. Aseguran igualmente que las almas pecaron al principio del mundo y que según la diversidad de sus pecados fueron encadenadas a venir a la tierra y a entrar en diversos cuerpos a manera de cadenas que le retienen, y que por esta causa fue precisamente creado el mundo.

41. Necianos, de Neto, que dicen que Cristo es también el Padre y el Espíritu Santo; admiten la Santísima Trinidad, no de personas, sino según que expresa solamente diversos oficios. Se llaman por esto patripasianos, porque dicen que el Padre sufrió pasión y muerte.

42. Sabelianos: proceden del mismo Neto, cuyo principal discípulo fue Sabelio, principal propagador de esta herejía, de donde le viene el nombre. Este no admite más que una sola persona en Dios.

43. Anianos, de Anio, presbítero de Alejandría; niegan que el Hijo sea coeterno con el Padre; e igualmente la consubstancialidad de las divinas personas, en contra de aquello que dice el Señor (Io. 10, 30): Ego et Pater unum sumus. (Yo y el Padre somos una misma cosa.)

44. Los macedonianos, de Macedonio, obispo de Constantinopla; éstos negaban la divinidad del Espíritu Santo.

45. Los apolinaristas, de Apolinar, que dice que Cristo recibió solamente cuerpo sin alma.

46. Los antidicomaritas, así llamados porque van en contra de la virginidad de María, asegurando que después de Cristo conoció carnalmente a San José.

47. Metangismonitas: recibieron este nombre porque angos en griego significa vaso, y decían que el Hijo está en el Padre como un vaso menor está dentro del mayor.

48. Los patricianos, llamados así de Patricio, su inventor, y decían que el cuerpo humano ha sido formado por el diablo.

49. Colucianos, llamados así de Coluto, y dicen que Dios no creó los males, en contra de aquello que está escrito (Is. 45, 7): Ego Dominus creans mala. (Yo el Señor que creo los males).{3}

50. Los florianos, de Florino, que, por el contrario, dicen que Dios no creó más que los males, contra aquello de la Sagrada Escritura (Gen. 1, 31): Fecit Deus omnia bona. (Dios hizo todas las cosas buenas.)

51. Los donatistas, de Donato, africano, que, procedente de la Numidia, recorrió y extendió su herejía por todo el África, asegurando que el Hijo es menor que el Padre y el Espíritu Santo es menor que el Hijo; y rebautizaba a los católicos.

52. Bonosiacos, de Bonoso, obispo; éstos dicen que Cristo es hijo adoptivo de Dios y no natural.

53. Circumceliones, dichos así porque son agrestes, llamados también cotopitas, y sostienen la doctrina herética expuesta anteriormente. Por amor al martirio se daban muerte para que, al salir violentamente de esta vida, fueran llamados mártires.

54. Priscilianistas, llamados así de Prisciliano, que en España formó su herejía, que es una mezcla de la de los gnósticos y maniqueos.

55. Luciferianos, de Lucífero, obispo de Cerdeña; estos rechazaban a los obispos católicos que en tiempos de la persecución de Constancio habían caído en la herejía arriana y ya después, corregidos y enmendados, volvieron a la Iglesia católica. La Iglesia los recibió a su vuelta como fue recibido San Pedro después de llorar su caída. Pero éstos, no queriendo recibirlos, se separaron de la comunión de la Iglesia, juntamente con Lucífero, su autor, que, como Lucifer, lució por la mañana y cayó por la tarde.

56. Jovinianistas, de Joviniano, monje, que aseguró que no había diferencia alguna en mérito entre las vírgenes y las casadas, entre los que guardaban abstinencia y los que no la guardaban.

57. Elvidianos, de Elvidio; dicen que la Virgen María tuvo otros hijos de su marido San José después de nacido Cristo.

58. Los paternianos, de Paterno, su autor, que afirmó que las partes inferiores del cuerpo son hechas por el demonio.

59. Los arábigos, llamados así porque esta herejía se desarrolló en Arabia; éstos dicen que el alma muere juntamente con el cuerpo y que después han de resucitar una y otro en el día del juicio.

60. Tertulianistas, de Tertuliano, presbítero africano de la ciudad de Cartago; predicaban que el alma es inmortal, pero corpórea, y las almas de los pecadores, después de la muerte, se convertían en demonios.

61. Tessarescedecatitas, así dichos porque defendían que la Pascua se debía observar en la luna catorce con los judíos; recibieron este nombre de téssares, que significa cuatro, y déca, diez.{4}

62. Nictagos, llamados así del sueño, porque rechazaban las vigilias en la noche, diciendo que es una superstición. Y que es atropellar los derechos divinos, que hizo la noche para el descanso.

63. Pelagianos, de Pelagio, monje. Estos anteponen el libre albedrío a la divina gracia y dicen que basta la voluntad para cumplir los mandatos de Dios, sin necesidad de la gracia.

64. Los nestorianos, de Nestorio, obispo de Constantinopla; dicen que la Virgen María no es madre de Dios, sino solamente del hombre, poniendo dos personas en Cristo, una humana y otra divina; y no creían en un solo Cristo constituido por el Verbo de Dios y la carne juntamente, sino separadamente, de tal manera que una persona era el Hijo de Dios y otra el Hijo del hombre.

65. Eutiquianos, así dichos de Eutiques, abad de Constantinopla, que negó que en Cristo había dos naturalezas y sí sólo la naturaleza divina.

66. Los acéfalos, que quiere decir sin cabeza, porque se desconoce el autor de esta herejía. Rechazan los tres capítulos del concilio de Calcedonia y niegan las dos naturalezas en Cristo, y predican, en la persona del mismo, una sola naturaleza.

67. Teodosianos y gayanitas, así llamados de Teodosio y Gayano, que en los tiempos de Justiniano, príncipe, fueron ordenados obispos en el mismo día en Alejandría por elección de un pueblo corrompido. Estos, siguiendo los errores de Eutiques y Dióscoro, rechazaron el concilio de Calcedonia y afirmaron que de las dos naturalezas se formó una en Cristo, corrompida según los teodosianos, e incorrupta según los gayanitas.

68. Los agnoítas y triteítas es una ramificación de los teodosianos. Los agnoítas, así llamados por su ignorancia, agregaron a los errores anteriores que Cristo desconoce el futuro acerca del último día y hora del juicio final, no recordando que Isaías dijo en la persona de Cristo (Isaías 63, 4): Dies iudicii in corde meo. (El día del juicio está en mi corazón.) Los triteítas, así llamados porque decían que, como hay tres personas en la Santísima Trinidad, hay igualmente tres dioses, contra lo que está escrito (Deut. 6, 4): Audi, Israel, Dominus Deus tuus, Deus unus est. (Oye, Israel, el Señor Dios tuyo es un solo Dios.)

69. Hay, además, otras herejías sin autores y sin nombres; de las cuales unas dan a Dios tres formas; otras dicen que la divinidad de Cristo es pasible; otras dicen que el Hijo procede del Padre en el tiempo; otras creen que Jesucristo libró con su bajada al infierno a todos los condenados; otras niegan que el alma sea hecha a imagen de Dios; otras afirman que las almas se convierten en demonios o cualquier otro animal; otras disienten acerca del estado del mundo; otras que existen innumerables mundos; otras hacen el agua eterna con Dios; otras que prescriben andar con los pies desnudos, y otras prohíben comer con los hombres.

70. Estas son las herejías nacidas en contra de la fe católica y condenadas por los apóstoles, Santos Padres o concilios, y aunque los herejes estén divididos entre sí por muchos errores y disientan unos de otros, se unen, sin embargo, en contra de la Iglesia de Dios. Más aún, todo aquel que interpreta las Sagradas Escrituras en otro sentido que el que quiere el Espíritu Santo, que es el autor de ellas, aun cuando materialmente no se aparte de la Iglesia, se puede llamar, sin embargo, hereje.

Capítulo VI. De los filósofos gentiles

1. La palabra filósofo es griega y significa amante de la sabiduría. Es, pues, filósofo el que tiene la ciencia de las cosas divinas y humanas y observa las reglas del bien vivir.

2. El primero que usó el nombre de filósofo fue Pitágoras. Los antiguos griegos se daban a sí mismo jactanciosamente el nombre de sofistas, esto es, sabios o maestros en sabiduría; pero interrogado una vez Pitágoras cuál era su profesión, contestó modestamente que era filósofo; es decir, amante, de la sabiduría, pues le pareció muy arrogante decir que era sabio.

3. Y esto agradó después a todos, de tal manera que el que descollaba en doctrinas de cosas que pertenecían a la sabiduría no tomaba otro nombre que el de filósofo. Los filósofos se dividen en tres clases, a saber: físicos, éticos y lógicos.

4. Se llaman físicos los que tratan de la naturaleza, pues en griego fysis significa naturaleza.

5. Éticos, que disputan de las costumbres; pues la palabra griega éze significa costumbre.

6. Lógicos son aquellos que aplican la razón a la naturaleza y a las costumbres. Pues logos es palabra griega que significa razón. Estos están divididos en distintas escuelas, y unos toman los nombres de sus autores, como los platónicos, epicúreos, pitagóricos; y otros del lugar de sus reuniones, y se llaman peripatéticos, estoicos y académicos.

7. Platónicos, así llamados del filósofo Platón. Aseguran que Dios es creador de las almas; los ángeles, de los cuerpos, y que las almas por espacio de muchos años van volviendo y animando a diversos cuerpos.

8. Los estoicos reciben su nombre del punto de reunión, que era el pórtico que existía en Atenas, conocido con el nombre de Poikilen stoan, donde estaban escritas las gestas de los sabios y las historias de los varones esclarecidos. En este pórtico se reunían estos filósofos, y de ahí recibieron el nombre de estoicos. En griego pórtico se escribe stoa. El autor de esta escuela o secta fue Zenón.

9. Estos afirman que sin virtud nadie puede ser feliz y que todos los pecados son iguales, diciendo: Tan malo es el que roba unas pajas como el que roba el oro; el que mata un cuervo como el que mata a un caballo; pues no es el animal, sino el ánimo, el que hace el crimen.

10. Dicen que el alma muere con el cuerpo. Niegan la virtud de la continencia y hablan de la gloria eterna, no obstante profesar que el alma no es eterna.

11. Los académicos, así llamados de una villa de Platón llamada “Academia de Atenas”, en donde éste enseñaba. Estos decían que todas las cosas eran inciertas. Y si bien es verdad que hay muchas cosas inciertas, que Dios ocultó a la inteligencia del hombre, hay, sin embargo, otras muchas que pueden ser conocidas por los sentidos y la razón.

12. Fue autor de esta secta Arcesilao, filósofo de Cirenaica; seguidor de esta secta fue Demócrito, el cual decía que la verdad estaba escondida como en lo último de un pozo que no tuviera fondo.

13. Peripatéticos, nombre que viene de pasear, porque Aristóteles, autor de esta escuela, solía filosofar paseando. Dicen éstos que sólo una partícula del alma es eterna, y la mayor parte mortal.

14. Los cínicos, llamados así por su inmundicia y falta de pudor. En contra del natural pudor humano, era costumbre en ellos cohabitar públicamente con sus mujeres, diciendo que es lícito y honesto, porque era lícito y honesto el matrimonio, y que esto debía hacerse públicamente, como los perros, en las plazas y en las calles. De los perros (canis), cuya vida imitaban, se les dio este nombre.

15. Epicúreos, llamados así de Epicuro, amante de la vanidad y no de la sabiduría, a quien los mismos filósofos le llamaban el cerdo, porque revolcándose en el cieno de la carne, aseguraba que los placeres del cuerpo eran el sumo bien, y negaba que el mundo se rigiera por la providencia de Dios.

16. Decía también que el origen de todas las cosas está en los átomos, cuerpos sólidos e invisibles, de cuyo encuentro fortuito procede todo lo que existe. Aseguraba igualmente que Dios no actuaba, que todo lo que existía era materia y que el alma era material; de aquí su frase: “Cuando muera no quedará de mí nada.”

17. Gimnosofistas eran aquellos que filosofaban desnudos en las obscuras soledades de la India, ocultando solamente sus partes pudendas. Recibieron su nombre del Gimnasio, lugar donde se adiestraban los jóvenes con el ejercicio físico, desnudos como ellos; éstos se abstienen de procrear.

18. Teólogos, se llamaban también físicos. Teólogos, dichos así porque en sus escritos trataban de Dios, y fueron muy diversas sus ideas acerca de El. Dijeron unos, como Dionisio Estoico, que Dios era este mundo visible, compuesto de cuatro elementos. Otros, mirando las cosas espiritualmente, dijeron, como Tales de Mileto, que la mente era Dios.

19. Otros, como Pitágoras, dijeron que era como el alma, que estaba en todas partes, y era resplandeciente; algunos, que Dios es inmutable y sin tiempo, como Platón; otros, que es una inteligencia libre, como Cicerón; otros, que es espíritu e inteligencia, como Marón. Habiendo encontrado a Dios, no lograron exponerlo como lo encontraron; de ellos se puede decir lo que dijo el Apóstol (Rom. 1, 21): Se envanecieron en sus pensamientos y, llamándose sabios, se convirtieron en necios.

20. Los platónicos admiten a un Dios árbitro y juez del mundo y con providencia sobre él. Los epicúreos, un Dios ocioso y sin ejercicio. Acerca del mundo dicen los platónicos que es incorpóreo; los estoicos, que es corpóreo; los epicúreos, que está formado por los átomos; Pitágoras, por los números, y Heráclito, por el fuego.

21. Varrón dice que el fuego es el alma del mundo y que el fuego lo gobierna todo, como el alma en nosotros; de él son estas vanas palabras: “Cuando el fuego está en nosotros vivimos, y morimos cuando sale.” Y así el mundo morirá cuando el fuego lo deje.

22. Estos errores de los filósofos tuvieron su repercusión en forma de herejías contra la Iglesia. De aquí los aiones y no sé qué clase de formas, la Trinidad de nombre de Arrio y el furor platónico que se observa en Valentín.{5}

23. De aquí que Marción diga que el Dios mejor es el de la tranquilidad, como procedente que era de los estoicos; y si algún filósofo dice que el alma muere se ve que es discípulo de Epicuro; y si niega la resurrección de la carne se ve que está formado en la escuela de todos los filósofos; y si dice que la materia es Dios, aparece la doctrina de Zenón; y si se lee algo de Dios fuego, aparece la intervención de Heráclito; los mismos temas siguieron siempre los herejes y filósofos y en ellos se vuelven a enredar cuando los tratan de nuevo.

Capítulo VII. De los poetas

1. Tranquilo dice así acerca del origen de los poetas (De poet., 2): “Cuando los hombres, perdida ya la fiereza, comenzaron a ordenar su vida y a conocerse unos a otros y a sus dioses, pensaron que era necesario un culto especial y un lenguaje conveniente a la magnificencia y religión de sus dioses.”

2. “Y así como edificaron para ellos unos templos más bellos que sus propios hogares e hicieron simulacros de mayor tamaño que ellos, así también juzgaron que debían de honrarlos con un hablar más augusto y emplear en sus alabanzas palabras más brillantes. Esta manera de expresarse, porque se hace con cierta forma, que en griego se dice poiotes, recibió el nombre de poema, y los que hacen poemas se llaman poetas.”

3. Vates: se llaman así de la fuerza del ingenio (vi mentis), y el autor de tal nombre fue Varrón; o tal vez provenga de viendis carminibus, suavizar o modular versos, y por esto los poetas en otro tiempo eran llamados vates, y sus versos vaticinios; o porque cuando escribían se sentían presos de cierta agitación y como locura; o porque unían las palabras con cierto ritmo; pues los antiguos usaban el verbo viere en vez de vincire. Igualmente los adivinos recibían también este nombre, porque ordinariamente se solían expresar en verso.

4. Los poetas líricos se llaman así del griego apo tu lerein, es decir, de la variedad de versos. De aquí viene el nombre de lira.

5. Trágicos, así dichos porque al principio se regalaba un cabrito como premio a los que cantaban, que se denomina en griego tragos. De aquí que Horacio, en su Arte Poética (220), dice: Carmine qui tragico vilem certavit ob hircum. (Que con versos trágicos concurrió al certamen por un vil cabrito.) Después, los siguientes trágicos llegaron a adquirir gran prestancia, sobresaliendo en los argumentos de las fábulas fingidas como imagen de la verdad.

6. Los cómicos son llamados así, bien del lugar, porque andaban por los pueblecitos vecinos, que los griegos llaman komas; o bien de comida, pues los hombres solían ir a oírlos después de comer. Los cómicos trataban de los hechos de los particulares, y los trágicos de los asuntos públicos e historia de los reyes; hay además esta diferencia: los argumentos de los trágicos están tomados de cosas luctuosas, el de los cómicos de cosas alegres.

7. Hay dos clases de poetas cómicos, a saber: los antiguos y los modernos. Los antiguos, cuyo fin era primordialmente hacer reír con bufonadas, como Plauto, Accio, Terencio. Los modernos, que se llaman también satíricos, son aquellos que van fustigando vicios, como Flaco, Persio, Juvenal y otros; pues éstos corrigen los vicios en general y no les estaba prohibido fustigar a los hombres malos, ni reprender los pecados y malas costumbres. De aquí que se les representara desnudos, porque ponían al descubierto los vicios de la época.

8. Satíricos: se dijeron, o porque tenían mucha facundia, o por la abundancia, a saturitate, pues hablaban de muchas cosas a la par; o también aludiendo al plato que, lleno de diverso género de frutas, se solía presentar en los templos gentiles; o tal vez venga este nombre de satyris, sátiros, porque éstos tienen perdonado todo lo que hablan, porque están bebidos.

9. Algunos poetas se llamaban teólogos porque hacían poemas acerca de Dios.

10. El oficio del poeta es presentar aquellas cosas que se verificaron realmente, transformándolas con figuras indirectas y al mismo tiempo con belleza. Por esto Lucano no se incluye en el número de los poetas, porque hizo historia y no poema.

11. Entre los poetas hay tres maneras de decir: una, en que solamente el poeta habla, como en las Geórgicas, de Virgilio. Otra, dramática, en la cual el poeta nunca habla, como en las tragedias y comedias. Y la tercera es mixta, como en la Eneida, pues allí hablan el poeta y los personajes que introduce.

Capítulo VIII. De las sibilas

1. Sibila se dice en griego la mujer que adivina. Pues en griego eólico sios es Dios y bulen es mente, y así sibila se interpreta mente de Dios; y porque solían interpretar la voluntad de Dios a los hombres eran llamadas sibilas.

2. De la misma manera que todo varón que profetizaba se llamaba vate o profeta, así también toda mujer que profetizaba se llamaba sibila. Este nombre viene del oficio y no de la propiedad de la palabra.

3. Diez son las sibilas de que hablan los más doctos autores: la primera fue de Persia; la segunda, de Libia; la tercera, de Delfos, nacida en el templo de Apolo en Delfos, la cual vaticinó antes de la guerra de Troya y muchos de sus versos los insertó Homero en su obra.

4. La cuarta, Cimeria, en Italia. Quinta, Eritrea, de nombre Herófila, nacida en Babilonia, que vaticinó a los griegos que se dirigían a Troya la destrucción de esta ciudad y que Homero había de escribir ficciones; se llamó Eritrea por haberse encontrado allí sus versos. La sexta, Samia, que se llamó Femónoe, y se le dice Samia por la isla de Samos.

5. La séptima, Cumana, por nombre Amaltea, que entregó nueve libros a Tarquino Prisco, en los cuales estaban escritos los destinos de Roma. Se conoce también con el nombre de Cumea, de la cual dice Virgilio (Egl., 4, 4): Ultima Cumaei venit iam carminis aetas. (Ha llegado ya la última edad del verso cumeo.) Se llama cumana por la ciudad de Cumas, en la Campania, y su sepulcro aun todavía se conserva en Sicilia.

6. La octava es la Helespontia, nacida en el campo de Troya, y que se dice vivió en los tiempos de Solón y Ciro. La novena es la Frigia, que vaticinaba en Acira, y la décima, Tiburtina, de nombre Albúnea.

7. Los vaticinios de todas ellas son muy célebres; en ellos se habla mucho de Dios, de Cristo y de los gentiles; la más célebre y la más ilustre fue la de Eritrea.

Capítulo IX. De los magos

1. El primer mago fue Zoroastro, rey de los bactrianos, que fue muerto en batalla por Nino, rey de los asirios, y de quien dice Aristóteles{6} que escribió más de dos millones de versos.

2. Demócrito amplió mucho este arte en tiempos en que floreció Hipócrates en la medicina. Entre los asirios eran muy frecuentes las artes mágicas, según Lucano, que atestigua (6, 427): Quis noscere fibra / Fata queat, quis prodat aves, quis fulgura caeli / Servet et Assyria scrutetur sidera cura? (¿Quién podrá conocer el destino por medio de las fibras, quién por medio de las aves, quién que observe los rayos del cielo e indague con cuidado, como los asirios, las estrellas?)

3. Y esta vanidad en las artes mágicas del conocimiento de cosas futuras y evocación del infierno prevaleció durante muchos siglos en toda la tierra por inspiración de los ángeles malos; de ellos provienen los aruspicios, augurios, oráculos y nigromancía.

4. Y no es de extrañar el prestigio de los magos, cuyas artes maléficas adelantaron hasta el punto que opusieron a Moisés portentos semejantes a los suyos, convirtiendo las varas en dragones y el agua en sangre.

5. Se dice de Circe, famosísima maga, que convirtió en bestias a los compañeros de Ulises. Se lee también, con relación al sacrificio, que los arcades inmolaban a su dios en el Liceo, que todo aquel que tomaba del sacrificio quedaba convertido en animal.

6. Por esto se ve que no es del todo increíble lo que aquel noble poeta escribe de cierta mujer que sobresalía por sus artes mágicas (Virg., Eneida, 4, 487): Haec se carminibus promittit solvere mentes / Quas velit, ast aliis duras immittere curas; / Sistere aquam fluviis, et vertere sidera retro; / Nocturnosque ciet manes; mugire videbis / Sub pedibus terram, et descendere montibus ornos. (Esta promete en sus versos liberar las mentes que quiera, traspasar a otra persona las inquietudes, detener el curso de los ríos y hacer retroceder en su camino a las estrellas, evocar a los manes nocturnos; oirás mugir la tierra bajo tus pies y hará descender de las montañas a los espíritus.)

7. ¿Qué más? Sabemos que la pitonisa evocó el alma del profeta Samuel y se manifestó a los presentes, dado que fuera realmente el alma del profeta y no una ilusión fantástica hecha por engaño de Satanás.

8. Prudencio dice también de Mercurio (I Cont. Symmach., 90): Traditur extinctas sumpto moderamine / In lucen revocasse animas virgae / Ast alias damnasse neci. (Se dice que con el movimiento de su vara trajo a la luz las ánimas de los muertos, pero otras las condenó a muerte), y agrega poco después: Murmure nam magico tenues excire figuras, / Atque sepulchrales scite incantare favilas, / Vita itidem spoliare alios ars noxia novit. (El arte maligno supo sacar figuras nebulosas y supo hechizar las cenizas sepulcrales y al mismo tiempo despojar a otros de la vida.)

9. Magos son los que el vulgo llama maléficos por la multitud de sus crímenes. Estos trastornan los elementos, turban la mente de los hombres y, sin veneno alguno, matan solamente por la violencia de sus versos.

10. Donde Lucano dice (6, 457): Mens hausti mulla sanie polluta veneni Incantata perit. (Perece la mente hechizada sin haber tomado veneno.) Invocado los demonios, se atreven a enseñar la manera de matar con malas artes a sus enemigos. Los magos emplean sangre y víctimas y muchas veces tocan los cuerpos de los muertos.

11. Nigromantes son aquellos que evocan y hacen aparecer a los muertos, que adivinan las cosas ocultas y responden a las preguntas. Nekros en griego significa muerto y manteia significa adivinación; emplean para resucitarlos la sangre, porque dicen que los demonios aman la sangre. Y, por tanto, en la nigromancía se suele emplear sangre mezclada con agua para evocarlos más fácilmente con el color de la sangre.

12. Hidromantes: se llaman de este modo porque emplean el agua. Es, pues, hidromancia evocar, por la inspección del agua, la sombra de los demonios, ver sus imágenes o sus fantasmas, oírlos y, empleando la sangre, hacer preguntas al infierno.

13. Este género de adivinación dice Varrón que fue introducido por los persas. Cuatro son los géneros de la adivinación: por tierra, por agua, por aire y por fuego, y de ahí sus nombres: geomancía, hidromancía, aeromancía y piromancía.

14. Adivinos, que quiere decir llenos de Dios; simulan que están llenos de Dios y con astucia fraudulenta predicen a los hombres el futuro. Dos son los géneros de adivinación: el arte y el furor.

15. Encantadores son los que ejercen su arte con palabras.

16. Los ariolos, así llamados porque hacen preces nefarias en las aras de los ídolos y ofrecen sacrificios perversos, y entonces es cuando reciben la respuesta de los demonios.

17. Arúspices, que quiere decir inspectores de las horas, pues ellos observan las horas para hacer los negocios y qué es lo que se debe hacer en cada uno de los tiempos. Inspeccionan también las entrañas de los animales, para por ellas deducir el futuro.

18. Augures: los que por el vuelo de las aves y sus graznidos auguran las cosas que han de ocurrir a los hombres. Se llaman también auspices, pues auspicia se llaman las cosas que han de observar los caminantes.

19. Este nombre de auspicio viene de la inspección del vuelo de las aves, como si dijera avium aspicia; y augurio es quasi avium garria, graznido de las aves; también se llama augurio, que es como avigerium, es decir, que llevan aves.

20. Dos son los géneros de auspicios: uno pertenece a los ojos, como es el que se refiere al vuelo de las aves, y otro al oído, como es el que se refiere al canto de las mismas.

21. Pitonisas, así llamadas de Pitio, Apolo, autor de la adivinación.

22. Astrólogos, que auguraban el porvenir por los astros.

23. Genetlíacos, llamados así porque auguraban la vida por el día del natalicio. Describen el nacimiento de los hombres según los doce signos del cielo, e intentaban predecir por el curso de las estrellas las costumbres, hechos y sucesos de los nacidos, esto es, que según el signo bajo el cual naciera le adscribían un efecto determinado de su vida.

24. Estos son los que el vulgo llama matemáticos; a este género de superstición llaman los latinos constelaciones, porque atienden a la situación de las estrellas en el momento de nacer.

25. Estos se llamaron al principio magos, como se lee en el Evangelio de aquellos que anunciaron a Cristo nacido; después fueron conocidos con el nombre de matemáticos.

26. La ciencia de este arte fue concedida a los hombres hasta el tiempo del Evangelio, para que, una vez nacido Cristo, nadie interpretara la natividad por los astros.

27. Horóscopos, dichos así porque especulan las horas de la natividad de los hombres con hados diversos.

28. Sortílegos son los que, bajo apariencia de religión, hacen profesión de adivinación, echan suertes invocando a los santos o, por el examen de algún escrito, prometen adivinar el porvenir.

29. Salisatores, supersticiosos, que por el movimiento inesperado de algunos miembros predicen se les va a seguir algo próspero o adverso.

30. A éstos pertenecen también los que emplean medicamentos de cosas execrables que condena el arte médico, ya consista en hechizos, en caracteres o en cosas que se han de llevar pendientes o atadas.

31. En todas estas cosas se pone de manifiesto el arte demoníaco salido de la pestífera sociedad de hombres y ángeles malos. Por eso ha de ser evitado todo esto por el cristiano y repudiado y condenado.

32. Los frigios fueron los primeros que inventaron el augurio por las aves.

33. Mercurio se dice que fue el primero que inventó el prestigio, y se llama prestigio porque engaña la vista (praestingit aciem oculorum).

34. Tages fue el primero que enseñó a los etruscos la aruspicina. Dictó este arte y después no se le volvió a ver.

35. Pues se dice fabulosamente que, estando arando un campesino, salió de pronto Tages del terreno que araba, dictó este arte y murió en el mismo día. Los romanos vertieron estos libros de la lengua etrusca a la suya.

Capítulo X. De los paganos

1. Paganos, se dice a pagis, de las aldeas de los atenienses. Pues allí en lugares agrestes y en las aldeítas (pagi) establecieron ídolos, y por haber comenzado allí, recibieron el nombre de paganos.

2. Gentiles son los que no tienen ley y no han recibido la fe. Se dicen gentiles porque perseveran como nacieron (geniti), a saber: descienden de la carne en pecado, es decir, son servidores de los ídolos y aun no regenerados.

3. Por eso primeramente se llamaron gentiles; los griegos les llaman étnicos, que es lo mismo que en latín gentiles; etnos en griego significa gente, raza.

4. Después de recibir la fe no se deben llamar gentiles (como ya no es judío el convertido del judaísmo), según atestigua San Pablo, que dice a los nuevos cristianos (1 Cor. 12, 2): Quoniam quum gentes essetis (Puesto que cuando erais gentes), esto es, infieles.

5. Apóstatas son aquellos que, después de recibido el bautismo de Cristo, vuelven al culto y sacrificio de los ídolos; es un nombre griego.

Capítulo XI. De los dioses de los gentiles

1. Los dioses, así llamados por los paganos, fueron antiguamente hombres que, después de su muerte, según los méritos y vida de cada uno de ellos, recibieron culto; como Isis, en Egipto; Júpiter, en Creta; Juba, entre los moros; Fauno, entre los latinos, y Quirino, entre los romanos.

2. Del mismo modo fueron venerados: Minerva, en Atenas; Juno, en la isla de Samos; Venus, en Pafos; Vulcano, en la isla de Lemnos; Baco, en Nixea, y Apolo, en Delfos. En alabanza de ellos vinieron los poetas y con sus versos los elevaron hasta el cielo.

3. Pues unos, por haber inventado ciertas artes y disciplinas, dieron lugar a que se les tributara culto, como a Esculapio por la medicina y a Vulcano por el trabajo. Otros recibieron nombre de sus actos, como Mercurio, de mercadería, y Baco (Liber), de libertad.

4. Algunos fueron ciertamente varones fuertes, fundadores de ciudades, y que, una vez muertos, los hombres que le amaron hicieron simulacros para tener consuelo con la contemplación de sus imágenes. Pero después, poco a poco, de tal manera arraigó esto por persuasión demoníaca, que lo que antes se hacía para honrar la memoria de su nombre, después, los que le siguieron, los tenían como dioses y les daban culto.

5. El uso de los simulacros nació cuando, por deseo de los que murieron, se hicieron imágenes o efigies de ellos, como de personas recibidas en los cielos, y por persuasión demoníaca estas imágenes recibieron culto y a ellas se ofrecieron sacrificios.

6. Simulacro viene a similitudine, de semejanza, así llamado porque imita el rostro de aquellos en cuyo honor se hace. Se llama, pues, simulacro o porque es una cosa semejante o porque es cosa simulada. En uno y otro sentido importa cosa falsa.

7. Es de notar que esto que ocurre entre los latinos sucede también entre los hebreos. Entre éstos, los ídolos o simulacros se llaman semel, y dicen que Ismael fue el primero que de barro hizo un simulacro.

8. Entre los gentiles se cuenta que Prometeo hizo de barro esculturas de hombre, y se dice que de él nació el arte de modelar estatuas; por eso los poetas dicen que fue el que primero hizo hombres, en sentido figurado, aludiendo a las efigies.

9. Entre los griegos está Cécrope, bajo el cual se cultivó el olivo por primera vez, y de ahí que Atenas recibió el nombre de Minerva.{7}

10. Este fue el primero que invocó a Júpiter, hizo simulacros, estableció altares e inmoló víctimas, cosas todas nunca vistas entre los griegos.

11. Idolatría se interpreta adoración o culto de los ídolos. Pues latreia en griego significa servicio, el cual, por lo que respecta a la religión verdadera, no se le debe tributar más que al único y verdadero Dios.

12. Y así como la impía soberbia de los hombres o de los demonios desea o manda que se le tribute culto, así también la piadosa humildad de los hombres o de los ángeles buenos rehúsa todo culto y manifiesta a quién debe ofrecerse.

13. Ídolo es un simulacro que ha sido hecho y consagrado con efigie humana, según la interpretación del vocablo eidos, que en griego significa forma, y que en diminutivo formó ídolo o fórmula.

14. Toda forma o toda fórmula debe llamarse ídolo, y, por lo tanto, idolatría es el servicio o culto de un ídolo. Algunos, desconociendo el griego, dicen, sin razón, que ídolo viene de dolo (engaño), porque el demonio engañó a la criatura para que se le tribute culto a él.

15. Demonio, del griego daemonas, significa perito, sabedor de cosas. Conoce muchas cosas futuras, por lo que suele dar algunas respuestas de lo porvenir.

16. Existe en ellos un mayor conocimiento de las cosas que el que es dado a la humana flaqueza, debido en parte a mayor agudeza de entendimiento, en parte a la experiencia de su larga vida, y en parte por revelación angélica, según el mandato de Dios; éstos tienen la naturaleza de los cuerpos aéreos.

17. Antes de la caída regían los cuerpos celestes. Una vez caídos fueron destinados a ciertos espacios aéreos, y no precisamente a los espacios más puros del aire, sino a la parte tenebrosa, que es al mismo tiempo para ellos como una cárcel hasta el día del juicio. Estos son los ángeles prevaricadores, cuyo príncipe es el diablo.

18. Diablo en hebreo significa el que cae para abajo, porque despreció estar en la cumbre del cielo y por el peso de la soberbia cayó al abismo. En griego el diablo se llama criminator, y significa delator, acusador, o porque refiere al Señor los crímenes en los cuales hace caer o porque acusa a los elegidos inocentes de crímenes falsos; y por eso en el Apocalipsis dice el ángel (12, 10): Proiectus est accusator fratrum nostrorum qui accusabat illos in conspectu Dei nostri die ac nocte. (Y fue arrojado el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba día y noche en presencia de nuestro Dios.)

19. Satanás significa adversario y también transgresor; es adversario porque es enemigo de la verdad y siempre procura ir contra las virtudes de los santos; es transgresor porque, hecho prevaricador, no permaneció en la verdad en la que fue creado. Es, además, tentador porque está para probar la inocencia de los justos, como se lee en Job.

20. Anticristo: se llama así porque ha de venir un día en contra de Cristo. No se ha de entender la palabra anticristo en el sentido, como algunos sencillos entienden, de que ha de venir antes de Cristo y después de él vendrá el Cristo. No es así; pues anticristo es palabra griega que significa contrario a Cristo, ya que en griego anti no significa antes, sino contra.

21. Pues cuando venga se fingirá el Cristo y luchará contra El, y se opondrá a los santos sacramentos, para borrar el Evangelio de la verdad.

22. Y procurará reparar el templo de Jerusalén y restaurar todas las ceremonias de la antigua ley. En general, es anticristo el que niega que Cristo es Dios, y, por tanto, todos los que salen de la Iglesia y faltan a la unidad de la fe son anticristos.

23. Bel es ídolo de Babilonia, que se interpreta antiguo; se llamó Belo; era padre de Nino, primer rey de los asirios, al cual algunos le llaman Saturno, y recibió después culto de los asirios y de los africanos; en lengua púnica bal significa dios. Entre los asirios recibe los nombres de Saturno y Sol.

24. Beelfegor, que quiere decir simulacro de ignominia; estuvo en Moab, sobre el monte Fegor, y se llamaba Baal; los latinos le llaman Príapos, o sea dios de los huertos.

25. Fue de Lampsaco, ciudad de Helesponto, de la cual fue expulsado, y por la magnitud del miembro viril le colocaron los griegos en el número de sus dioses; lo consagraron como dios de los huertos y le llaman protector del huerto por su fecundidad.

26. Belzebub fue un ídolo de Accarón, que significa varón de las moscas; zebub significa mosca. Este asqueroso ídolo se llama el varón de las moscas por las manchas de la idolatría o por su inmundicia. Belial.{8}

27. Behemoth es palabra hebrea que significa animal, porque, cayendo de lo más alto a la tierra, se convirtió en animal bruto. Es el leviatán, es decir, la serpiente de agua que se desenvuelve con ágil astucia en el mar de este mundo.

28. Leviathan significa compañía de ellos, y ¿de quiénes, sino de los hombres?; a ellos les hizo caer en la culpa de la prevaricación en el paraíso, y diariamente la extiende y propaga engañando a los hombres hasta la muerte eterna.

29. Los gentiles intentan explicar los nombres de sus dioses por vanas fábulas llevándolas a razones físicas, haciéndolas entrar en la composición de los elementos; pero todo esto es ficción de poetas para engrandecer a sus dioses, no obstante que sabemos por la historia que fueron hombres perdidos y faltos de honor, y donde esto falta no se pueden fingir grandezas.

30. Saturno: se tiene por los paganos como el padre de los dioses y de toda la posteridad; le llaman así los latinos, a satu, de plantación, como si a él perteneciera la siembra de todas las cosas; o a causa de su longevidad, quod saturetur annis, porque está muy cargado de años.

31. De donde los griegos le llaman cronos, tiempo, y, según se dice, devoró a sus hijos, esto es, a los años que produce el tiempo, y se los va asimilando para producirlos de nuevo, o tal vez porque las semillas que en él tienen su origen vuelven de nuevo a él.

32. Se dice que cortó los órganos genitales de su padre el Cielo, porque en el cielo nada nace de semilla; tiene en la mano una hoz, para significar la agricultura, o en representación de los años y tiempos, que a él vuelven, porque la hoz es curva; o por la sabiduría, ya que por dentro es aguda.{9}

33. En algunas ciudades los gentiles inmolan sus hijos a Saturno, lo cual hizo que los poetas enseñaran que él devoró a sus hijos.

34. Júpiter (Iovis) viene a iuvando, ayudar, y se dice Júpiter como si dijéramos iuvans pater, padre que ayuda, esto es, dispuesto para todo. A éste le llamaron Júpiter el Optimo, siendo, sin embargo, incestuoso con los suyos e impúdico con los demás.

35. Lo representan a veces en figura de toro, por el rapto de Europa, que tuvo lugar en una nave, cuya divisa era un toro; otras veces, como lluvia de oro, como se presentó a Danae, de la que tuvo un hijo (Perseo), entendiéndose por esta lluvia que la pureza de la mujer fue corrompida por el oro a veces, también se representa a manera de águila, porque robó a un niño; a veces, como serpiente, porque repta, y también como cisne, porque canta.

36. Estas cosas no son figuras, sino verdaderas maldades, de donde es torpe tener como dioses a seres tales, a los cuales no deben asemejarse los hombres.

37. Jano viene de ianua, puerta del mundo, del cielo y de los meses; tiene dos caras, una al oriente y otra al occidente. Algunas veces le ponen cuatro caras y le llaman Jano, gemelo, y se refieren estas cuatro caras a las cuatro partes del mundo o a los cuatro elementos; pero cuando fingen esto hacen un monstruo y no un Dios.

38. Neptuno preside las aguas del mundo, y le llaman Neptuno como nube tonans, que truena en la nube.

39. Vulcano, dios del fuego, y se dice Vulcano como volans candor, blancura que vuela; o como volicanus, que vuela por el aire, porque es un fuego que sale de las nubes.

40. De donde Hornero dice que fue precipitado desde las alturas a la tierra, como procede el rayo del cielo; por eso, tal vez, se dice nacido del fémur de Juno, porque los rayos vienen de lo más alto de los cielos.

41. Vulcano se dice cojo porque el fuego por su naturaleza nunca es recto, sino que, como cojo, tiene su especial movimiento. Se dice también que es el autor de la fragua de los herreros, porque sin fuego no se pueden fundir ni trabajar los metales.

42. Plutón en griego, en latín Diespiter, como Ditis Pater, padre de las riquezas; otros le llaman Orco, como receptor de los muertos. Orca en latín significa recipiente para las aguas. Los griegos le llaman también Carón.

43. Liber (Baco), así llamado a liberamento, de librar, como si librara a los varones de la cohabitación, emitiendo el semen por su mediación. Se pinta a Baco con delicado cuerpo de mujer, pues las mujeres y el vino excitan a la lascivia.

44. De donde su frente se ciñe con las hojas de la vid; pero además de esta corona tiene un cuerno, expresando que cuando se toma vino moderadamente da alegría, y con exceso excita a pendencia, esto es, que acomete como si tuviera cuernos. También se le dice Lyaeus, de apo tu lyein, porque se aflojan los nervios con el mucho vino. Se llama también entre los griegos Dionysos, del monte Nysa, en la India, donde se dice que se crió. Por lo demás, en la ciudad de Nysa es donde se le dio primeramente culto, y por eso se le llama también Niseo.

45. Mercurio quiere decir conversación. Pues se llama Mercurio como medius currens, corre por en medio, porque la conversación corre en medio de los hombres. Por eso se llama en griego hermes, que significa conversación, y las cosas que pertenecen a la conversación se llaman en griego hermeneia.

46. Se dice que preside el comercio porque la conversación sirve para unir a los que compran y venden. Se finge que tiene alas por lo ligeramente que corren las palabras. De donde se representa como muy veloz y errante, y se le ponen alas en su cabeza y en sus pies para señalar que la palabra es como ave que va por los aires.

47. Se llama también nuncio, porque por las palabras se anuncian los pensamientos. Se dice también que es maestro del robo, porque engaña con sus palabras el ánimo de los oyentes. Tiene una vara en la mano, con la cual divide las serpientes, esto es, los venenos.{10}

48. Pues los que pelean y discuten se calman por las palabras del intérprete o mediador, de donde, según Livio, los legados de paz se llaman caduceatores. Pues así como las guerras se declaraban por los faeciales, así también la paz se hacía por los caduceatores.

49. Hermes se dice en griego apo tes hermeneias, en latín intérprete, el cual, por su poder y conocimiento de muchas artes; se llamó Trismegisto, esto es, tres veces máximo. Se representa con cabeza de perro, según se dice, porque es el más perspicaz y sagaz de los animales.{11}

50. Marte se dice que es el dios de la guerra, y es llamado Marte porque son los varones los que pelean, porque es maris ars, arte de varón; aunque en esto hay que distinguir tres usos: el de los escitas, en donde van a pelear juntamente hombres y mujeres; el de las amazonas, donde van solamente mujeres a la guerra, y el de los romanos y otras naciones, donde sólo van los hombres.

51. Además se le llama Marte, porque va sembrando la muerte, pues la palabra muerte viene de Marte. A Marte se le dice adúltero porque es incierto a qué bando de los que luchan se ha de inclinar.

52. Se presenta con el pecho desnudo para que cada cual se lance a la guerra sin temor de corazón. Los tracios le llaman Gradivo, porque los que pelean tienen que ir dando pasos en el combate, o ya porque tienen que andar con toda presteza.

53. Apolo, algunos le dicen adivino y médico, y también le dicen sol, como si dijese solo, porque fue el único de los titanes que no se levantó en contra de Júpiter.

54. Se llama también Febo, como si dijese Efebo, esto es, adolescente, y por eso el sol se pinta como un niño que todos los días nace, y nace con nueva luz. También le llaman Pitio, de la serpiente pitón, que aterraba no tanto por lo venenosa cuanto por su tamaño.

55. Apolo la mató con sus flechas, y de aquí tomó el nombre y se llamó Pitio, de donde, por esta gran victoria, se establecieron las fiestas pitias.

56. Diana es hermana de Apolo; significa luna y preside los caminos; es virgen, porque los caminos no producen frutos. Se pintan los dos con flechas, porque, como el sol y la luna, envían a la tierra los rayos de luz. Diana es llamada así, como Duana, porque aparece de día y de noche.

57. Le llaman también Lucina porque da luz. Igualmente se le llama Trivia, porque se presenta de tres maneras; acerca de la cual dice Virgilio (Eneida, 4, 511): Tria virginis ora Dianae. (Los tres rostros de la virgen Diana), pues se llama Luna, Diana y Proserpina.

58. Prudencio dice que, cuando se presenta como luna (I Cont. Symmach., 363): Sublustri splendet amictu. / Quum succincta iacit calamos, Latonia virgo est: / Quum subnixa sedet solio, Plutonia coniux. (Brilla vestida de luz. Cuando se presenta ceñida de plumas es la virgen Latonia: Cuando se sienta cabe el trono, es Plutonia la cónyuge.) También se llama Latonia, porque fue hija de Latonia.

59. Ceres, así dicha porque cuida de que la tierra produzca sus frutos; tiene muchos nombres, entre ellos Ope, porque por su operación se hace fructífera la tierra.

60. Proserpina, porque por ella se propagan o extienden los frutos de la tierra.

61. Vesta, llamada así porque está vestida de hierbas; o por su fortaleza, porque está de pie (de stando). También se llama Telus (Tierra), y Gran Madre; y se representa como torre con tímpano, gallos y sonido de címbalos. Se llama Madre porque da muchos frutos, y Grande porque es madre de los alimentos. Alma, porque con sus frutos alimenta a todos los animales. La tierra es, pues, la productora de los alimentos.

62. Este simulacro se representa con una llave porque la tierra se cierra en invierno y se abre en la primavera para producir sus frutos. El tímpano o campana quiere significar el orbe o toda la tierra.

63. Va llevada en un coche o carro porque ella, la tierra, es llevada por los espacios. Está sostenida por ruedas, porque el mundo rueda y da vueltas. Lleva unos leones que se le someten, para manifestar que no hay terreno alguno en la tierra tan fiero que no pueda ser sometido y superado por ella.

64. Lleva en la cabeza una corona mural, manifestando con esto los pueblos de la tierra, que están rodeados de torreones. Le pintan unos asientos cerca de ella porque, moviéndose constantemente la tierra, ella no se mueve.

65. Lleva corybantes{12} con espadas desnudas, para significar que todos deben luchar por su tierra. Hicieron que los gallos figuraran al lado de esta diosa para significar que los que necesitan semillas para alimentarse debían seguir a la tierra, pues en ella se encuentra todo lo necesario.

66. Los que están echados delante de ella, significan que los que cultivan la tierra no han de parar en el trabajo. El sonido de los címbalos de cobre significa el estrépito de las herramientas trabajando la tierra, y son de cobre, porque los antiguos trabajaban la tierra con cobre, pues todavía no conocían el hierro.

67. A veces la presentan como fuego, pues es indudable que la tierra tiene fuego, como se demuestra en el Etna y el Vulcano. Y por esto dicen que es virgen, porque el fuego es elemento inviolable y nada puede nacer de él y, por el contrario, destruye todo lo que alcanza.

68. Ovidio en los Fastos dice (6, 291): Nec tu aliud Vestam, quam vivam intellige flammam, / Nataque de flamma corpora mulla vides. (No entiendas otra cosa por la Vesta que la viva llama, y no verás nacer de ella ningún cuerpo); por tanto, se dice que las vírgenes están a su servicio, porque del fuego, como de la virgen, no nace nada.

69. Juno (Iunonem dicunt, quasi ianonem) quiere decir como puerta (ianua) para la purgación femenina; para los nacidos es como puerta de las madres; y a los maridos manifiesta la naturaleza de las contrayentes; pero esto es cosa de filósofos. Los poetas dicen que Juno es hermana de Júpiter y su mujer, y dicen que Júpiter es el aire y el fuego, y que Juno es el agua y la tierra, con cuyos elementos se engendran todas las cosas.

70. La llaman hermana porque es una parte del mundo. Cónyuge, porque con estos elementos conjuntos está la tierra en sazón; y por eso dice Virgilio (Georg., 2, 325): Tum pater omnipotens foecundis imbribus aether / Coniugis in gremium laetae descendit. (Entonces el Padre omnipotente con rocío fecundo desciende como éter en el seno de la cónyuge alegre.)

71. Minerva en griego se dice Athene, esto es, mujer; entre los latinos es llamada Minerva, significando diosa y don de artes variadas. La presentan como inventora de mucho ingenio; de donde por ella se representa el arte y la razón, ya que sin la inteligencia no se puede hacer nada.

72. Y porque la razón sólo está en el alma, y dicen que el alma está en la cabeza y en el cerebro, por eso se afirma nació de la cabeza de Júpiter, ya que el poder del sabio que inventa las cosas está en su cabeza.

73. En su pecho se pone la cabeza de Gorgona porque allí reside toda la prudencia, que vence a los demás y enseña a los imperitos; por esto vemos que las antiguas estatuas de los emperadores tienen en el pecho una coraza o corselete, para insinuar su sabiduría y fortaleza.

74. Se conoce también con el nombre de Tritonia. Tritón es una laguna de África, cerca de la cual se apareció en edad virginal, por lo cual se le llamó Tritonia. Y por eso, tanto más estuvieron inclinados a creerla Diosa, cuanto que desconocían su origen.

75. Palas, dicha así porque es natural de la isla Pallene, en la Tracia, donde vivió; o de apo tu pallein to dory, esto es, por el golpe de la lanza, ya que mató al gigante Pallante.

76. Venus: se llama así porque sólo por la fuerza deja de ser virgen. Los griegos la llaman Afroditen porque fue engendrada por espuma de sangre; afrós en griego significa espuma.

77. Fingen los antiguos que Saturno castró violentamente a su padre Cielo y la sangre cayó al mar, y de la espuma producida en el mar nació Venus.

78. Se dice que fue mujer de Vulcano, porque el vicio venéreo no vive sino en el calor, por lo cual dice Virgilio (Georg., 3, 97): Frigidus in venerem senior. (El anciano es frío para la lascivia.)

79. El hecho de Saturno y de que cayera la sangre al mar y naciera Venus, da a entender que si la lluvia no viene del cielo a la tierra no se crea nada.

80. Cupido: se llama así por el amor. Es el demonio de la fornicación, y se pinta alado porque nada hay más ligero ni mudable que un amante. Se pinta niño porque el amor es necio y sin razón; con flechas y con haz ardiendo, porque el amor hiere el corazón y el haz ardiendo lo inflama.

81. Pan, Dios de los griegos, es llamado Silvano por los latinos. Es dios de los campos, que idearon los antiguos a semejanza de la naturaleza, y por eso se llama Pan, que significa todo, porque está formado de todos los elementos de la naturaleza.

82. Tiene cuernos por semejanza de los rayos del sol y de la luna. Su piel tiene pintas, como si fueran las estrellas del cielo; resplandece su rostro a semejanza del aire, y tiene una fístula, compuesta de siete flautas, por la armonía del cielo, que tiene siete sonidos y siete diferencias de voces.

83. Es velludo, porque la tierra está como vestida y agitada por los vientos; su parte inferior es afrentosa y diforme, como semejanza de los árboles, fieras y animales; los pies son caprinos, para manifestar la solidez de la tierra; y lo veneran como Dios de la naturaleza y de las cosas; de donde se llama Pan, que quiere decir todo.

84. Isis en lenguaje egipcio significa tierra; fue reina de Egipto, hija del rey Inaco, que volviendo de Grecia llevó a Egipto las letras y enseñó a cultivar la tierra, y por eso la designan con este nombre de Isis, que significa tierra.

85. Serapis es el Dios máximo de los egipcios. Se llama también Apis; fue rey de los argos, que pasó embarcado a Egipto, y, habiendo muerto allí, se le llamó Serapis, porque el arca en la cual fue depositado después de muerto, y que ellos llaman sarcófago, se dice sorós en griego, y en aquel sarcófago (soros) comenzaron a venerarlo antes de construir el templo; de ahí que le llamen Serapis, como corrupción de soros Apis.

86. Apis fue el toro egipcio consagrado a Serapis, y por eso recibió el nombre de Apis; los egipcios le daban culto como a una divinidad, porque daba signos manifiestos de las cosas futuras; se aparecía en Menfis; le seguían cien sacerdotes, que de repente, como lunáticos, cantaban sus alabanzas. La imagen de esta cabeza es la que hicieron los hebreos cuando estaban en el desierto.

87. Faunos, así dichos del griego apo tes fonés, porque manifestaban lo futuro, no con signos, sino con palabras, cuando los paganos les consultaban en los bosques.

88. Genios: se llaman así porque tienen la fuerza de todas las cosas que se han de engendrar; o de engendrar hijos; de donde los lechos que se preparaban al nuevo marido se llamaban geniales.

89. Estas y otras fabulosas fantasías son los dioses, objeto de estas interpretaciones, y que tal vez, por no ser conocida su historia, reciban adoración de los gentiles.

90. Fatum (hado) es todo lo que hablan los dioses, lo que habla Júpiter, pues fato viene de fando, hablar. Si este nombre de hado no se soliera entender aplicado a otra cosa, de las cuales quisiéramos apartar al hombre, con razón podíamos llamar hado al habla de los dioses.

91. Pero no podemos olvidar que está escrito en las Sagradas Escrituras (Ps. 61, 12): Semel locutus est Deus; duo haec audivi, &c. (Una vez habló el Señor y oí estas dos cosas.) Cuando se dice semel locutus est quiere decir que habló de una manera inconmovible e inconmutable, porque conoce inconmutablemente todas las cosas que han de ser y que El mismo ha de hacer en el futuro.

92. Hay tres clases de fatos,{13} según los tres tiempos en que se encuentra el hilo que se tuerce, a saber: en la rueca, en el huso y en los dedos. El pretérito representado por el huso recubierto de hilo; el presente, que es el que se lleva entre los dedos del que hila; y el futuro, en el que está la lana enmarañada en la rueca, y que aun ha de ser llevada por los dedos del que hila, como pasando por el presente al pretérito.

93. Parcas, así eran llamadas en griego por antífrasis, porque no perdonan. Fíngense tres parcas: una de donde sale la vida de los hombres; otra, que la teje, y otra, que la rompe; empezamos, pues, cuando nacemos, somos cuando vivimos y dejamos de ser cuando morimos.

94. Fortuna tiene su nombre de lo fortuito, como una diosa que se burla de las cosas humanas, por lo fortuito y variado de su acción; de donde se llama ciega, porque a veces favorece a unos sin examen de los méritos y viene a los buenos y a los malos. Los antiguos distinguen entre hado y fortuna, porque ésta viene sin causa alguna ni antecedentes, mientras que hado es cosa determinada y cierta.

95. Las Furias son mujeres con cabellos de serpiente, y son tres, representando las tres grandes pasiones que tanta perturbación causan en el ánimo de los hombres y que a veces le fuerzan a delinquir, sin mirar a su fama ni al peligro a que se exponen, y son: la Ira, que busca la venganza; la Avaricia, que desea las riquezas; y la Lascivia, que va tras el placer. Y se les llama furias porque con sus estímulos hieren, feriunt, el ánimo y no lo dejan tranquilo.

96. Ninfas son las diosas de las aguas; así dichas de las nubes, de donde provienen las aguas, y de ahí se deriva su nombre. Se llaman también musas, y no sin razón, por el movimiento musical de las aguas.

97. Entre los gentiles se designan a las ninfas con varios nombres, a saber: las ninfas de los montes se llaman Orcades; las de las selvas, Dríades; las de los campos, Hamadríades; las de las fuentes, Náyades, y las de los mares, Nereidas.

98. Héroe: dicen que viene este nombre de Juno, pues en griego Juno se dice era, y que un hijo suyo, según la fábula griega, fue llamado Eros, significando que dedicaban a Juno el aire, que es donde se dice habitan los héroes; con este mismo nombre se designan las almas de aquellos que murieron con grandes méritos, y se llaman en griego aeroas, esto es, varones aéreos, y dignos del cielo por su sabiduría y fortaleza.

99. Penates, así llamaban los gentiles a todos los dioses a quienes daban culto en casa. Y le decían así porque estaban en el interior (in penetralibus) de las mismas. Se ignoran los nombres de estos dioses.

100. Manes, dioses de los muertos, cuyos poderes están entre la luna y la tierra, es decir, en el aire, y de ahí tomaron el nombre de manes, porque manós significa claro; o porque salen profusamente por los aires; o porque son dulces con los malos, y a contrario, se les llama manes. Apuleyo les llama por antífrasis Manes (que quiere decir humilde y modesto, siendo así que son terribles y criminales), como se dice Parcas y Euménides, que son, sin embargo, furias del infierno.

101. Larvas son los hombres que fueron malos y se convirtieron en demonios. Su oficio es aterrar a los niños y gritar en las tinieblas.

102. Lamias (brujas) son las que, según la fábula, se encargan de castigar a los niños y acostumbran a golpearlos (laniare), y de ahí su nombre.

103. Pilosos, en griego Panites, en latín Incubos; están siempre involucrados en relaciones torpes con mujeres y animales. Los galos los llaman Dusios.

104. A estos llaman los romanos Faunos.

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{1} El nombre saduceo viene del hebreo zadduk (justo).

{2} Véanse los capítulos 5 y 6.

{3} Estas son las palabras de Isaías según la Vulgata: Forman lucem et creans tenebras: faciens pacem et creans malum. Ego Dominus faciens omnia haec.

{4} Entre nosotros se llaman quatuordecímanos.

{5} Los números 22 y 23 están tomados del libro de Tertuliano De praescriptione, c. 7 (PL 2, 19).

{6} Evidentemente los datos de este párrafo están tomados de Plinio, l. XXX, c. 1, pero mal tomados. Plinio cita en él a Aristóteles, pero no en el sentido en el que lo toma San Isidoro; cita a Hermippo, de quien dice que comentó los dos millones de versos que escribió Zoroastro.

{7} Minerva en griego es Atene.

{8} Acerca de este nombre no da explicación.

{9} Se dice que Saturno es hijo del Cielo y de la Tierra (Vesta).

{10} La vara que lleva en la mano, y que tiene enroscadas dos serpientes, se llama caduceo.

{13} Hermes es el nombre griego de Mercurio. Con el nombre de Mercurio se conocían varios dioses; los egipcios tenían el suyo, que era rey poderoso, sabio filósofo y sumo sacerdote, y por esta triple dignidad recibió el nombre de Trismegisto.

{12} Sacerdotes de la diosa Cibeles.

{13} Sin duda alguna se refiere San Isidoro en este número a las tres Parcas, hermanas Cloto, Laquesis y Atropos, de las cuales la primera hilaba, la segunda devanaba y la tercera cortaba el hilo de la vida del hombre, y así la representan: cantando una lo pasado, otra lo presente y otra lo por venir.

(Versión castellana total, por vez primera, e introducciones particulares de don Luis Cortés y Góngora:
San Isidoro de Sevilla, Etimologías, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1951, páginas 189-210.)

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