Tumba de José Laín Entralgo & Carmen González Fresnillo
José Laín Entralgo 1910 1972
Carmen González Fresnillo 1915 1990
Dirigente comunista y traductor español, José Laín Entralgo vivió veinte años en la Unión Soviética (1934-1936, 1939-1956) y vertió a la lengua importantes obras de filosofía marxista-leninista, como la Historia de la Filosofía (История философии, seis volúmenes, 1957-1961) dirigida por Miguel Alejandro Dynnik (Михаил Александрович Дынник, 1896-1971), editada en español por Grijalbo (Historia de la Filosofía, desde la antigüedad hasta nuestros días, México 1960-1962, 7 volúmenes), en versión que firmó junto con Adolfo Sánchez Vázquez, y el Compendio de Historia de la Filosofía (Краткий очерк истории философии, dirigido por Miguel Trifonovich Iovchuk en 1960), a partir de la segunda edición, Moscú 1967 (que publicó Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1969, 2 tomos). Se da la circunstancia de que, vuelto a España en 1957, estas dos obras las tradujo en Madrid, desde el interior de la España de Franco. Formó parte de aquel equipo que, mediado el siglo XX, se organizó en la URSS para traducir directamente del ruso al español, junto con Augusto Vidal Roget (1909-1976), Arnaldo Azzati (1913-1986), Lydia Kúper (1914-2011) e Isabel Vicente Esteban (1918-2005), entre otros.
«Mientras tanto, seguía su curso mi vida familiar. En ocasiones, mostrándome de nuevo mi conflictiva y penosa situación dentro de la contienda española. Poco después de conclusa la guerra civil, mi hermana, que tenía a su marido en Francia, y la mujer de mi hermano, de cuya llegada a Moscú ya se tenía noticia, decidieron por su cuenta huir clandestinamente de España atravesando el Pirineo gerundense. Tomaron consigo los pocos objetos de valor que poseían, y cada una con su respectiva hija al brazo se lanzaron a la aventura. Su fracaso fue total: las fuerzas de vigilancia de la frontera las descubrieron en pleno campo y, luego de despojarlas de sus pequeñas joyas, las condujeron a la prisión de Gerona. Menos mal que todavía era Lorente Sanz subsecretario de Gobernación, y por su bienhechora mediación pude yo conseguir que ambas, aunque esquilmadas, volviesen sin demora a Madrid. Mejor éxito tuvo mi gestión para que mi cuñada lograra reunirse en Moscú con mi hermano. Por mediación de Serrano Suñer logré que a ella y a su hija les diesen pasaporte para Berlín; y, una vez allí, el todavía vigente convenio germano-ruso les permitió entrar en la Unión Soviética, no sin larga y difícil tramitación previa. Conste aquí el agradecimiento de ellas y el mío al sacerdote vasco Patxi Echevarría, que con tan cariñosa diligencia las atendió durante su impaciente estancia en la capital del Tercer Reich.» (Pedro Laín Entralgo, Descargo de conciencia, Barcelona 1976, pág. 362.)
Carmen González y José Laín Entralgo [en Alejandra Soler, 2005:63]
«A principios del año 1944 nos trasladamos a otro pueblecito de los Urales que estaba no lejos de nosotros, y que se llamaba Yashícovo, donde había una casa de niños españoles evacuada de los alrededores de Moscú, la Casa de Niños nº 2, pero la conocíamos más por el nombre del pueblo de donde procedía: Tarásovska. Nos unimos a ella porque tenían más espacio y las condiciones de alojamiento eran mejores. Allí estaban de maestros José Laín Entralgo y su mujer Carmen González, y aunque ya nos conocíamos de vista antes de la guerra, en Yashícovo nos hicimos inseparables. Ese largo período que estuvimos viviendo, prácticamente dos veces exiliados (de España y de Moscú), nos unió tanto que siempre nos hemos considerado más cercanos que los hermanos de sangre.» (Alejandra Soler Gilabert, La vida es un río caudaloso con peligrosos rápidos. Al final de todo… siguo comunista, Valencia 2005, págs. 62-63.)