III Convivencia de filósofos jóvenes Madrid 1965

Luis Jiménez Moreno
III Convivencia de filósofos jóvenes
Estudios filosóficos, Valladolid, nº 36, 1965
 

En Madrid, durante los días 17, 18 y 19 de abril, sábado santo, domingo y lunes de Pascua, hemos visto a unos cuantos jóvenes, más de cuarenta, hombres y mujeres, que se han dedicado a dialogar, con interés y viveza, sobre un tema actual en la filosofía de hoy : «La temporalidad.» Como tema a tratar, había quedado ya determinado en las convivencias del año pasado en Valencia; la altura que han alcanzado las ponencias y el interés manifestado en ellas por los asambleístas, lo hemos visto estos días en el Colegio Mayor «La Salle», lugar de dichas reuniones.

Se ha podido celebrar esta convivencia bajo la protección del Servicio Español del Profesorado, cuyo jefe asistió a la apertura, clausura y algunos actos más de la convivencia. Hizo la apertura el presidente de esta Asociación, aún en vías de constituirse definitivamente, Pedro Cerezo Galán, y comenzaron las ponencias de contenido denso y altura en el rigor expositivo, dada la especialización de los ponentes. En todo el ambiente fue de gran interés, desde las primeras horas, el intercambio de impresiones y el conocimiento de los participantes y de los trabajos emprendidos por cada uno prestándose a la colaboración.

El primer día se dedicó a «Conciencia y temporalidad», fue ponente Ricardo Sánchez Ortiz de Urbina. La ponencia se desarrolló fundamentalmente a partir de tres filósofos modernos: Bergson, Heidegger, Husserl. El creador de la fenomenología se llevó más tiempo y mayor atención en la exposición, que estuvo dividida en tres partes desiguales: I. La temporalidad de la conciencia y la primacía del pasado (Bergson), II. La temporalidad de la conciencia y la primacía del futuro (Heidegger) y III. La temporalidad de la conciencia y la primacía del presente (Husserl), haciendo resaltar el ponente en esta tercera parte la conciencia temporal como yo concreto, la experiencia originaria del tiempo como flujo, no como sucesión y sobre todo la explicación de este flujo o corriente del Presente Viviente (Strömend-lebendige Gegenwart). Es imposible desarrollar en una breve crónica el deseo contenido y las sugerencias tan apremiantes –como se demostró después en el coloquio– que se manifestó en esta exposición, con tanta penetración y viveza, de la temporalidad [376] hecha conciente –no conciencia– en la fenomenología husserliana. A la ponencia siguieron dos coloquios que cada uno duró más de una hora.

El día segundo se presentaron dos ponencias: Temporalidad y contingencia y El tiempo de los entes cósmicos. La primera por Carlos-Amable Baliñas, que se limitó a «La historicidad del ser humano», analizando, por una parte, la historicidad referida a la existencia y a continuación la historicidad referida a la esencia (naturaleza), sobre la cual despertó interés especial la discusión en torno a la onticidad de los hechos históricos, de los socio-culturales históricos, para considerar al hombre como ente histórico. La determinación de qué onticidad corresponde propiamente a los hechos históricos fue el punto de mayor interés en el diálogo que siguió a la ponencia.

El ponente de El tiempo de los entes cósmicos fue José Barrio Gutiérrez. La actualización de este tema se vio en la ponencia por una exposición clara y matemáticamente razonada de la interpretación del tiempo en la teoría de la relatividad. Para Einstein, después de exponer su teoría de la relatividad generalizada, no podemos considerar ningún sistema privilegiado, con respecto al cual pudiera hablarse de tiempo absoluto; las mismas consideraciones de presente, pasado y futuro son indeterminadas en sí mismas y ningún sistema de movimiento tiene motivos para prevalecer sobre los otros. La teoría de la relatividad se apoya, desde luego, en el hecho físico de que hasta ahora no se ha podido superar la velocidad de la luz. El absoluto entonces pasa al conjunto espacio-tiempo, cuyas coordenadas son siempre las mismas para cada acontecimiento determinado. Siempre los coloquios demostraban que los concurrentes seguían los temas propuestos y animaban el diálogo, aportando su visión del tema y haciendo decir a los ponentes, lo que por concisión y premura de tiempo no habían podido decir al desarrollar su ponencia.

Por fin, el día 19 expuso el P. Alfonso Alvarez Bolado el tema: El ser y la historia ontológica. Aquí el factor fundamental para su estudio fue M. Heidegger, pero el manejo de la Historia total de la Filosofía era impresionante, desde la consideración antigua de los objetos, siempre pros hen, como algo absoluto, hasta poner los principios de la consideración filosófica moderna en el pros hemás, que hace cada día más influyente la subjetividad en la creación filosófica, y, sobre todo, siguiendo los tres grandes hitos, en los siglos XIX y XX, en cuanto a la radicación de la pregunta por el ser históricamente: Hegel, Nietzsche, Heiddeger. De hecho los textos principales que Alvarez Bolado nos indicó en el esquema previo, y en los que se apoyó continuamente fueron de M. Heidegger, y desde él se refirió a los momentos más destacados de la Historia de la Filosofía. No se nos puede olvidar la insistencia con que advirtió el ponente la importancia de los dos volúmenes de la última gran obra de Heidegger, Nietzsche, para el tema de la Seinsgeschichte, la historia del ser, o historia ontológica.

Con respecto a esta ponencia, el tiempo apremiaba por los seminarios de la tarde, la cuestión de institucionalización de la Asociación, que se llamará: Asociación Universitaria de Filosofía, señalando como tema para la próxima convivencia : «Los métodos en Filosofía» y había que proceder a nombrar nuevo presidente para este período. Fue nombrado por unanimidad Ricardo Sánchez Ortiz de Urbina.

Una consideración aparte merece el tema de seminario: «Problemas de Didáctica de la Filosofía», distribuido en tres sesiones: A) Sentido y finalidad de la Filosofía en la Enseñanza Media, dirigido por Pedro Cerezo y Raúl Vázquez Gómez; B) ¿Filosofía sistemática o historia de la Filosofía?, presentado y dirigido por Fernando Moliner, y C) Los métodos didácticos en Filosofía al nivel de la Enseñanza Media, que dirigieron Ricardo Correa y Luis Jiménez Moreno. No me detengo a exponer detalladamente lo que se dijo, porque aquí sí que lo más importante fue el diálogo de profesores en ejercicio, pero se vio con optimismo que hay personas que ven todavía viva la filosofía, insistiendo en la formación personal y crítica que ha de darse a los alumnos y en la exigencia de actualizar los programas de modo que sean eficaces.

A este propósito se lanzó la idea de investigar con métodos positivos, cuál ha de ser el contenido y procedimiento didáctico de esta disciplina para que rinda el fruto que puede esperarse de ella.

En la última sesión, la directora de la Escuela de Formación del Profesorado, prof. M. A. Galino, acogió con suma complacencia estas inquietudes de mejoras, en el aspecto didáctico, de nuestra asignatura, y esperamos se organice un cursillo especial para tratar directa y exclusivamente de didáctica de la filosofía, empleando métodos positivos, científicamente comprobados, para determinar el contenido y métodos didácticos, que sean más formativos para alumnos de Enseñanza Media.

El Ilmo. Sr. Director General de Enseñanza Media clausuró esta convivencia. Todos quedamos esperando con máximo interés la próxima, que deberá ser más larga, y agradecemos al Secretariado permanente de la Asociación, representado por Mercedes Torrevejano, el esfuerzo a lo largo de todo el año para unir las iniciativas de todos y que estas convivencias hayan resultado de tanto interés y eficacia gracias a la magnífica organización del Secretariado.

Luis Jiménez Moreno

{Estudios filosóficos, Valladolid, vol. XIV, nº 36, mayo-agosto 1965, págs. 375-377.}

 
A esta página se puede llegar desde www.lechuza.org

www.filosofia.org Proyecto filosofía en español
© 2003 www.filosofia.org
Congreso de filósofos jóvenes Madrid 1965