Filosofía en español 
Filosofía en español


Punto primero · De la tentación de Dios

P. ¿Qué es tentar a Dios? R. Que es: Inordinatum experimentum alicuius divinae perfectionis verbis, aut factis. La malicia de este pecado consiste en la irreverencia que se hace a Dios, cuando sin causa justa, y por alguna ignorancia o duda se quiere hacer experiencia de alguna divina perfección con las [294] palabras u obras, como enseña S. Tom. 2. 2. q. 97. art. 2.

Divídese la tentación de Dios en expresa e interpretativa. La expresa se da, cuando alguno intenta experimentar alguna divina perfección con sus hechos o dichos; como si uno orase para experimentar el poder de Dios, u otro divino atributo. La tácita, o interpretativa se da, cuando aunque uno no pretenda expresamente lo dicho por no dudar de alguna de las divinas perfecciones, no obstante obra, o habla de tal manera, que parece no poder ordenar sus hechos o dichos a otra cosa, que a hacer esta experiencia; como sucedería, si alguno quisiese pasarse sin comer nada en toda la Cuaresma a imitación de Cristo, esperando de Dios lo había de conservar milagrosamente. Si alguno se expusiese temerariamente a algún grave peligro, pero sin esperar que Dios lo sacaría de él, aunque pecase contra la caridad propia, no se diría tentaba a Dios, ni pecaría contra religión.

P. ¿Es siempre pecado mortal tentar a Dios? R. Que sí, a no excusarse el que lo tienta por falta de perfecta deliberación. Y en primer lugar, si el tentar a Dios nace de dudar de alguna de sus divinas perfecciones, habrá pecado de herejía, y siempre es hacer grave irreverencia a Dios, aun cuando se crean todas sus divinas perfecciones; porque el que así lo tienta, quisiera que Dios cooperase a su vana curiosidad. La tentación expresa, e interpretativa no se distinguen en especie, a no ser que aquélla incluya herejía, así como ya dijimos del pacto expreso y tácito con el Demonio. La razón es la misma.

[ Compendio moral salmaticense · Pamplona 1805, tomo 1, páginas 293-294 ]