Eric J. Hobsbawm
Los campesinos, las migraciones y la política
Pensamiento Crítico, La Habana, enero de 1969, número 24, páginas 75-107.
❦
La historia económica de América Latina es una historia de respuestas productivas –agrarias y mineras– a las demandas de países-mercado fabriles de constitución disímil: dos evoluciones diferentes dentro de un único sistema (capitalista) de rango mundial, en función del cual es que emerge esta parte del mundo y rompe con su evolución autóctona anterior.
Estas respuestas están, desde luego, enclavadas en marcos regionales específicos, condicionadas por situaciones individuales –geografía, población, &c.–, y afectadas por circunstancias dependientes de cuál ha sido en cada momento el país-mercado principal (o único), del carácter mediato o inmediato de las relaciones con éste, del tipo de materias primas cada vez requeridas, &c.
Se trata, entonces, de una pertenencia inicial y de una ubicación permanente dentro de una economía de mercado mundial, que no puede en rigor ser referida a una época o momento determinados (finales del siglo XIX y principios del XX en Hobsbawm), y que se ha traducido en una continuidad entre el periodo colonial y el periodo neocolonial. […]
El trabajo de Hobsbawm, quizá por abarcar condensadamente tan amplio campo, tiende a buscar el rasgo nacional o continental, la presencia difundida, el carácter de conjunto. Y es quizá por ello que el lector notará la falta de un análisis de la existencia de focos guerrilleros en la realidad rural (social) latinoamericana, de esa sorda y potente necesidad y ansia de cambio radical que se expresa en acción y va más allá de “el descontento y la inquietud crecientes del campesinado latinoamericano, [que] no han encontrado una expresión a la altura de su importancia; excepto, quizá, en la incontenible avalancha de migrantes rurales que han votado con sus pies contra el statu quo, yendo a los barrios miserables de las ciudades”.
Esta inquietud es realmente un sacudimiento desde lo profundo; es, también, una avalancha que rompe la superficie de esa “aparente (y sólo aparente) disminución de la temperatura social” que Hobsbawm recoge, para salir a la superficie del devenir político latinoamericano, y cuya posibilidad, inminencia e inevitabilidad la valiosa investigación de Hobsbawm cotribuye, sin embargo, eficazmente, a explicar.
La Redacción.