Spartacus Monimambu
Nuestra lucha no es contra el hombre blanco, sino contra el colonialismo
Pensamiento Crítico, La Habana, septiembre de 1969, número 32, páginas 136-164.
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[Las páginas 137-143 ofrecen la presentación de Pensamiento Crítico a la entrevista realizada por Donald L. Barnett en Dar Es Salaam a ese dirigente del MPLA.]
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Con más de un tercio del territorio liberado, el MPLA acuerda extender la lucha a toda Angola, inclusive los centros urbanos. «Generalización de la lucha», es la palabra de orden lanzada por Agostinho Neto, presidente del Movimiento Popular de Liberación de Angola.
Angola es la colonia portuguesa más grande de África: un millón 250 mil kilómetros cuadrados (una extensión equivalente a la de Italia, Francia, Alemania Occidental y Gran Bretaña juntas). Un tercio de este inmenso territorio ha sido ya liberado, con las armas, de la administración colonial de Portugal. En Angola más de cien mil soldados portugueses, con el más moderno armamento, y el apoyo de potencias occidentales, como Bélgica, Francia, Inglaterra y Estados Unidos (interesadas en la explotación de sus riquezas minerales y agrícolas), está siendo derrotado por un ejército de hombres, mujeres y niños, cuyo crecimiento está limitado por el número de armas de que dispone el MPLA. Solamente el dos por ciento de los guerrilleros tienen arma.
La lucha por la independencia de Angola del yugo colonial de Portugal se inició hace ocho años y se ha convertido en la más larga y sangrienta que un pueblo africano haya tenido que desarrollar para obtener su liberación. El primer combate por la libertad ocurrió en la mañana del 4 de febrero de 1961, cuando tres comandos revolucionarios, obedeciendo al llamado del MPLA de «recurrir inmediatamente a las armas», atacaron simultáneamente un puesto de policía y dos cárceles en Luanda, capital de más de medio millón de habitantes.
[…]
Junto a otros cinco periodistas extranjeros, el norteamericano Don Barnett asistió en el oriente de Angola a la Primera Asamblea de la III Región Político-Militar del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), que se celebró del 22 al 25 de agosto del año pasado, en un campamento guerrillero ubicado en territorio angoleño. Participaron en la conferencia unas doscientas personas, incluyendo 85 delegados y miembros del Comité Central del MPLA. Fueron presentados 18 documentos y aprobadas una serie de resoluciones.
El punto principal tratado en la Asamblea fue el acuerdo de una estrategia para realizar la lucha en todo el territorio angoleño y así obligar a la dispersión de la fuerza enemiga. Entre otros temas fundamentales considerados figuraron el paso de táctica exclusivamente guerrillera a las de guerra móvil (formación de un ejército regular), la adopción de una estructura de partido para el MPLA y el fortalecimiento de los vínculos con los habitantes de Angola simpatizantes con la lucha independiente. Adoptadas en principio, estas resoluciones serán estudiadas y presentadas de nuevo en el Congreso Nacional del MPLA, cuya fecha todavía no ha sido fijada.
Posteriormente a esta asamblea, el Comité Central del MPLA se reunió y acordó incluir en su seno a siete nuevos miembros, separar a dos, después de una larga sesión de crítica y autocrítica, así como ratificar el traslado de las oficinas principales del MPLA de Brazzaville a Angola. Al finalizar la Asamblea Don Barnett se trasladó al campamento base del MPLA Hanoi II, situado en la región oriental del país. Llegó a dicho campamento después de un viaje de 14 días a pie y de caminar más de 175 millas.
En el trayecto a la base guerrillera el periodista norteamericano pudo constatar la táctica portuguesa de “tierra arrasada”:
«Caminamos –cuenta Barnett– a través de vastas distancias de bosques y sabanas quemadas, pasando, una tras otra, aldeas que habían sido totalmente barridas. Cuando comenzaron los bombardeos, a fines de 1966, los campesinos abandonaron sus aldeas tradicionales cerca de los ríos. Algunos fueron hacinados en “aldeas”, campos de concentración, cerca de los puestos portugueses. Los colonialistas comenzaron a utilizar como su principal arma ofensiva helicópteros de fabricación norteamericana y de Alemania Occidental.»
En la base guerrillera Hanoi II, «un grupo de estudiantes y mujeres guerrilleras nos recibieron con una canción, mientras estaban en formación militar. Fuimos presentados al comandante de la Zona “C”, Mundo Real…»
Tres semanas estuvo Barnett en Hanoi II. Allí asistió a la inauguración de una escuela para enfermeros y una clínica, así como al Centro de Instrucción Revolucionaria. Durante su estancia en territorio angoleño, el periodista hizo varias entrevistas grabadas y numerosos apuntes. Pero al finalizar su permanencia en el campamento, éste fue bombardeado por los portugueses y las grabaciones y los apuntes se perdieron.
Después de un sinnúmero de vicisitudes, Barnett abandonó Angola. En las oficinas del MPLA en Dar Es Salaam, el periodista entrevistó a Spartacus Monimambu, jefe de la Regional Este del MPLA, quien se encontraba en ese momento restableciéndose de heridas de guerra, así como al doctor Américo Boavida, jefe del Servicio de Asistencia Médica del MPLA, quien falleciera semanas más tarde en Angola víctima de un bombardeo.
Seguidamente reproducimos las entrevistas realizadas por don Barnett o Monimambu y a Boavida, entrevistas que pese al tiempo transcurrido, guardan una importancia vigente y son ilustrativas de la lucha del pueblo angolano por su independencia: