Antonio García
Esquema de la tenencia agraria en América latina
Pensamiento Crítico, La Habana, febrero de 1970, número 37, páginas 158-198.
Siguiendo el criterio de consolidar las «formas de tenencia» como «complejos sociales» (articuladas a sistemas de empresa, tipos de cultura y organización social), se entra a establecer una diferenciación, teórica y práctica entre las grandes categorías fundiarias y los diversos tipos sociales comprendidos dentro de cada una de ellas. Esta diferenciación entre las categorías genéricas y los tipos específicos, tiene por objeto eliminar las confusiones existentes entre nociones sociales como las de latifundio y hacienda. La falta de comprensión de este carácter de la noción de latifundio como categoría general o marco pluralista de referencia (dentro del que se enrolan los diversos tipos de hacienda o de ordenaciones subempresariales como en el caso del «latifundio de manos muertas»), ha llevado a extremos conceptuales como el de considerar que la reforma agraria en México y Bolivia no logró sus objetivos estratégicos (porque habiendo destruido la hacienda de peones acasillados o de pegujaleros, no abolió las formas latifundistas de la concentración de la tierra en pocas manos) o el de que la «hacienda de plantación» no es latifundio, porque se apoya en una cierta corriente de inversiones y en unas ciertas formas de modernización empresarial (uso de máquinas, fertilizantes comerciales, prácticas conservacionistas, salariado, &c.).