Mario Benedetti
Uruguay en un instante decisivo
Pensamiento Crítico, La Habana, febrero de 1970, número 37, páginas 220-225.
Para los observadores extranjeros, y para más de un despistado observador nacional, la actual situación del Uruguay es algo difícil de entender. ¿Acaso no era éste el país política, social y económicamente más estable y seguro de América Latina? En un continente trágicamente pautado por interminables dictaduras gorilas, ¿no era éste uno de los pocos y aleccionantes reductos de la democracia representativa, de la invicta garantía de las libertades ciudadanas, del tradicional respeto a la Constitución? Hace apenas seis años, el escritor Carlos Maggi podía verosímilmente decir: «Aquí, en el Uruguay, el descalabro, la insolvencia y la desaprensión no llegaron todavía a los extremos que estamos viendo en torno a nosotros; éste todavía es un lindo país. Amamos la libertad; no hay partidos prohibidos; cada uno piensa o vota o dice lo que quiere; (...) y en medio de tanta soltura nadie puede ser muerto legalmente, ni encarcelado sin el debido proceso.» Sin embargo, hace pocos días, en un espectáculo montado por jóvenes actores, la lectura intencionada de ese párrafo obtuvo una reacción de gran hilaridad, sólo comparable a los efectos que logra Ionesco con su manipulación del absurdo.