Filosofía en español 
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Pensamiento Crítico

 
Hugo Azcuy

Las ideas en Cuba

Pensamiento Crítico, La Habana, mayo 1971, número 52, páginas 177-184.

Hay una frase famosa de E. J. Varona –reiteradamente citada por M. Vitier– que pretendía resumir el espectáculo mezquino de nuestros primeros años de república: «La colonia se nos viene arriba.» Se trataba, realmente, de que la colonia permaneció intacta. Su continuación incólume en el tiempo de la independencia fue resuelta cuando la guerra aún no había concluido, cuando la voluntad de pelea y separatismo seguía firme y el ejército español en jaque.

La gran revolución del 95, hay que decirlo, nació bajo signos prometedores. El balance crítico de un siglo de verdadera historia cubana –el XIX– está aún por hacer. Cuando se haga tendremos la comprensión profunda de nuestra excepcionalidad. Cuba alcanzó la expresión ideológica más lúcida y original de este continente a fines del siglo pasado, y, sin embargo, la gran contienda bélica que desató «borró» con una rapidez impresionante no sólo todo efecto posible de esa ideología sino, también, su contenido y estilo. La frustración fue temprana y además de liquidar la posible realización del proyecto martiano, liquidó también al propio Martí. La república, que no era lo suyo, lo ignoró casi totalmente durante tres décadas y preparó el camino de su interpretación posterior: la de la inermia ideológica.

La centuria pasada es el marco de una lucha progresiva por cristalizar la nación y del regateo vacilante y mezquino de la clase dominante, la burguesía azucarera, por garantizar un statu quo que no podía ser nacional. Para los hacendados cubanos la perspectiva futura no se ubicaba nunca en un desarrollo interno del país; su negocio era producir para exportar. El futuro quedaba, pues, proyectado hacia un orden internacional que los funcionalizaba en un sentido muy definido. Su prosperidad y pujanza se situaba en un contexto de relaciones que no podía ser constreñido por fronteras «patrióticas». La guerra larga, la de los diez años, fue negocio y lección política para los hacendados.

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