Filosofía en español 
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Sobre la revista Pensamiento Crítico

publicada en La Habana, 1967-1971 (53 números en 48 entregas)

Pensamiento Crítico


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Revista mensual publicada en La Habana entre 1967 y 1971, de la que aparecieron 53 números en 48 volúmenes (fueron dobles el 2-3, 18-19, 25-26, 34-35 y 49-50). En todos sus números, desde el n° 1 (febrero 1967) al n° 53 (junio 1971) figura el siguiente texto:

«Pensamiento crítico responde a la necesidad de información que sobre el desarrollo del pensamiento político y social del tiempo presente tiene hoy la Cuba revolucionaria. De aquí que los artículos publicados no correspondan necesariamente a la opinión de la revista, que se reserva el derecho de expresarla por medio de notas aclaratorias o artículos cuando lo estime necesario.»

Sólo en el primer número figuró como editor un «Centro de Estudios Latinoamericano». La redacción estuvo todo el tiempo en la calle J, n° 556, Vedado, Habana. En el n° 8 (septiembre 1967) se añade una tarjeta que dice: «Estando impreso este número de Pensamiento Crítico, el Comandante Fidel Castro hizo pública la certeza de que el Comandante Ernesto "Che" Guevara había muerto en combate (...).» Desde el n° 12 (enero 1968) al n° 24 (febrero 1969) incorpora un búho como logotipo, que se hace figurar en el interior, al lado del índice. En las páginas 2 y 3 del n° 54 (junio 1971), el último número aparecido, puede leerse lo siguiente, compuesto a un cuerpo de letra mayor del habitual:

«Del Consejo de Dirección. Se trata simplemente de que la revolución ha llevado la lucha de clases a un plano más: el que hasta ahora había monopolizado, impropia y no casualmente, el nombre de cultura. Casi sería necesario agradecer a nuestros calumniadores la rapidez y abyección con que han producido el ataque. Esto simplifica las cosas, ahorra camino y tiempo a la revolución y los pueblos. Resulta brutalmente claro que quienes han tenido la indigencia moral de sostener que la revolución cubana recurre a la tortura, no hacen más que repetir las peores calumnias del imperialismo. Claro que también tienen argumentos más sutiles, pero el anterior es útil porque acorta la distancia entre el elaborado discurso sobre la "objetividad" y la toma de posición contra la revolución que ésta implica. Ahora están desnudos, haciendo claramente ante los revolucionarios el papel de muñecos de Ventrílocuo. Es cierto que hay muñecos con talento. Pero para nosotros el talento en abstracto es un valor burgués, la libertad de expresión de una elite es una libertad burguesa; el derecho a no correr la suerte del pueblo es un derecho burgués y nuestro pueblo se ha propuesto destruir a la burguesía. Por ahora basta; este texto no es una réplica sino una acusación.»

Desde el primer número hasta el último fue dirigida por Fernando Martínez Heredia (director entre 1966 y 1969 del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana). Estos son los nombres vinculados al consejo de dirección, por antigüedad y permanencia:

Fernando Martínez Heredia1939-2017 1967-71 director desde el n° 1 al 53
Aurelio Alonso Tejada1939 1967-71 miembro del CD desde el n° 1 al 53
Jesús Díaz Rodríguez1941-2002 1967-71 miembro del CD desde el n° 1 al 53
Thalía Fung Riverón1934-2023 1967-70 miembro del CD desde el n° 1 al 36
Ricardo Jorge Machado Bermúdez19? 1967    miembro del CD desde el n° 1 al 6
José Bell Lara1939      1967-71 miembro del CD desde el n° 2 al 53
Mireya Crespo19? 1970-71 miembro del CD desde el n° 44 al 53

 
Aclaración de Raúl Castro sobre Pensamiento Crítico el 27 de septiembre de 1970, dos meses después del discurso autocrítico de Fidel

El 26 de julio de 1970, “Año de los diez millones”, pronuncia Fidel Castro en la Plaza de la Revolución de La Habana el famoso discurso, conmemorativo del XVII Aniversario del asalto al Cuartel Moncada, en el que traslada al pueblo razones por las que, a pesar de los esfuerzos y de la propaganda (“Que los diez millones del año setenta / Seguro seguro seguro son diez / Si dijimos diez serán diez serán / Si dijimos diez serán diez serán…”), no se han alcanzado las ansiadas diez millones de toneladas de azucar (Pensamiento Crítico dedica 47 páginas de su número 45, octubre de 1970, al texto de ese “Discurso del Comandante Fidel Castro el 26 de julio de 1970”, en el que, por cierto, respecto de la versión taquigráfica oficial, se eliminan todas las menciones a los “aplausos” habidos durante el acto, quizá porque los críticos redactores los tuviesen por asunto poco académico (→ se pueden comparar a doble columna ambas versiones de ese discurso).

«¡Qué lección práctica de marxismo-leninismo! Nosotros que nos iniciamos en el camino de la Revolución no por una fábrica, que buena falta nos habría hecho a todos, sino que nos iniciamos en el camino de la Revolución por la vía intelectual del estudio de la teoría, del pensamiento. Y qué bien nos habría convenido a todos nosotros haber conocido mucho mejor y haber surgido de las fábricas, porque es allí donde realmente está el espíritu genuinamente revolucionario de que hablaban Marx y Lenin.» (Fidel Castro, “Discurso pronunciado el 26 de julio de 1970, XVII Aniversario del asalto al Cuartel Moncada”.)

Raúl Castro, Ministro de las FAR, dos meses después de esta mención de su hermano a esos teóricos del pensamiento alejados de las fábricas, señala con precisión la diana, precisamente en la clausura de la Segunda Reunión de Organización del PCC en las FAR:

«Son frecuentes las muestras de diversionismo ideológico que aparecen en el extranjero destinadas a minar las ideas del marxismo-leninismo y en algunos casos el apoyo de las masas populares de esos países a nuestra Revolución. A veces esas mismas ideas, entran en nuestro país como mercancía de contrabando y desdichadamente en ocasiones encuentran eco en círculos reducidos, por ignorancia política o fatuidad más que por cualquier otra cosa, originando manifestaciones que pretenden ser revolucionarias y son realmente ajenas al marxismo-leninismo; expresiones que constituyen una mezcla de pobreza ideológica y petulancia intelectual muy distante de las ideas de la Revolución.

El marxismo-leninismo es una ciencia, no una especulación. No existen “varios marxismos-leninismos”. Cualesquiera que sean las cuestiones secundarias puestas a investigación y debate en los círculos revolucionarios, el marxismo ofrece un fondo de verdades incontrovertibles que han sido probadas hasta la saciedad en el terreno de las ciencias y en el de la lucha social. La Revolución abre el campo de la investigación científica en todas las direcciones y no intenta amputar ningún esfuerzo seriamente concebido. Pero una cosa es investigar y otra es aprovechar conocimientos –casi siempre mal digeridos– para socavar con especulaciones irresponsables las bases de nuestra ideología. Sobre todo es necesario aclarar que esas especulaciones, como las que aparecen con frecuencia en las páginas de la revista Pensamiento Crítico, no constituyen, por supuesto, la expresión de los criterios de nuestro Partido.

La aclaración además, es necesaria, por cuanto existe la confusión en algunos compañeros que nos han preguntado si la publicación mencionada constituye el órgano teórico del Partido. Nosotros hemos conocido directamente algunas experiencias de este tipo. Tenemos, en el Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas, centenares de oficiales estudiando en aulas universitarias distintas carreras. En más de una ocasión, hasta nosotros han llegado las inquietudes de estos compañeros, muy especialmente los de Ciencias Políticas, sobre planteamientos realizados por algunos profesores, de confuso carácter ideológico cuando no absolutamente contrarios al marxismo o irrespetuosos a la autoridad de sus fundadores gloriosos. Hace aproximadamente un año nosotros teníamos en la mano un caso concreto, esto lo comuniqué personalmente a las autoridades de la Universidad de La Habana. Pero todavía hace algunos días transitando por un despacho, nos hemos encontrado a un compañero oficial que trabaja directamente con nosotros y estudia en la Universidad, esta vez en la Escuela de Ciencias Jurídicas, dedicado al estudio de un artículo de la mencionada revista, de carácter contradictorio y revisionista, que se le había recomendado en el aula por un profesor.

Se ha llegado en determinados círculos a extremos ridículos a los que sólo puede llevar el intelectualismo desarraigado de la realidad y una buena dosis de autosuficiencia.

A las “interpretaciones” y “versiones” de Marx y Engels, tan pomposas como superficiales, se unen hechos increíbles como el de recomendar el estudio del proceso revolucionario de Octubre prescindiendo de Lenin, negándolo, utilizando a veces las versiones de tránsfugas de las ideas revolucionarias, enemigos del socialismo y de la Unión Soviética.» (“Conclusiones del Comandante Raúl Castro Ministro de las FAR en la Segunda Reunión de Organización del PCC en las FAR. Para el estudio de los militantes del Partido y la UJC en el MININT. 27 de septiembre de 1970”.)

 
1971 Se disuelve el Departamento de Filosofía de la Universidad de la Habana y se cierra Pensamiento Crítico

«La URSS dio un paso más y situó un agente en el Departamento de Filosofía. Fue una operación sin sutilezas; el hombre llegó como “asesor”, enviado “desde arriba”, y no pudimos hacer nada por evitarlo. No recuerdo su nombre, pero sí su aspecto y su actitud. También era hispanosoviético, y además triste, alto y hermoso. Hablaba en voz muy baja, y a diferencia de sus antecesores hispanosoviéticos de la primera hora, como Arana y Mansilla, no pretendía dirigir, no daba opiniones, no se metía en nada. Tomaba notas. Para proteger a Pensamiento Crítico de la acusación de antisovietismo que de algún modo estaba en el aire, rebuscamos por nuestra cuenta a ver si hallábamos algo parecido a unas nuevas ciencias sociales en la cultura rusa. No encontramos nada. Entonces elegimos una ciencia abstracta que sí tenía un cierto desarrollo en la URSS, la lógica matemática. Bajo la dirección de nuestros especialistas en el tema, Luciano García Garrido y Eramis Bueno Sánchez, preparamos un número [n° 30, julio 1969] en el que había una amplia presencia de buenos textos especializados, traducidos del ruso, que a la larga no nos serviría de nada. […] Gracias a ese desencuentro Pensamiento Crítico seguía vivo e introduciendo aire en Cuba, aunque sin atreverse a reflexionar sobre lo que ocurría entre nosotros. Castro podía permitir que fuéramos libres con respecto a los soviéticos; jamás con relación a él mismo. El principio del fin de esta experiencia se produjo en 1970. La zafra gigante fue un fracaso descomunal que hundió al país más profundamente aún en la miseria. El 26 de Julio de ese año, en la Plaza de la Revolución, Castro dijo que quizá debía renunciar. No lo hizo, desgraciadamente. Tuvo el cinismo de proclamar que su aprendizaje le había costado mucho a la nación y que por tanto estaba dispuesto a seguir sacrificándose y a conservar todos sus cargos. Hoy, 30 años después, Cuba continúa costeando a base de sangre, sudor y lágrimas su ilimitada egolatría. Pero los soviéticos, que hacia 1970 lo mantenían a base de rublos y petróleo, le impusieron ciertas condiciones. Una de ellas, que Castro aceptó con sumo gusto, fue el fin de Pensamiento Crítico y del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana.

El ataque nos llegó inesperadamente y por un flanco, como correspondía a los hábitos profesionales de quien lo dirigió, el General de Ejército Raúl Castro, Ministro de las Fuerzas Armadas y Segundo Secretario del PCC. El menor de los Castro nos acusó públicamente de “diversionismo ideológico”, y dijo haber recibido múltiples denuncias de miembros del ejército y del Ministerio del Interior que estudiaban en la Universidad, contra las debilidades políticas de los integrantes del Departamento de Filosofía en el ejercicio de la docencia. Por añadidura, una ola de rencor y envidia se alzó contra nosotros en la Universidad, capitaneada por Mirta Aguirre, mujer inteligente, rápida y amarga como la desgracia. Fidel Castro designó a Osvaldo Dorticós Torrado, en aquel entonces Presidente de la República, para que se ocupara de nuestro caso. Los miembros del Consejo de Redacción de Pensamiento Crítico, que éramos a la vez los líderes del Departamento de Filosofía, tuvimos cinco largas reuniones con Dorticós. Lo recuerdo como un hombre educado, culto, con una tranquilidad que no lograba ocultar del todo su angustia por los destinos del país. Más de una vez sostuvo enfáticamente ante nosotros que el desarrollo de la economía no se lograba con soluciones milagrosas y voluntarismos. Afirmación peligrosa en la Cuba de 1971, donde el mayor milagrero voluntarista era Fidel Castro, que recién había cosechado un fracaso monumental en la Zafra de los Diez Millones. Para mí era evidente que Dorticós estaba de nuestro lado, y que después de algún rapapolvo verbal el Departamento de Filosofía y Pensamiento Crítico proseguirían su trabajo.

Pero de pronto los encuentros con Dorticós se suspendieron; durante un par de semanas alimentamos la ansiedad con filtraciones. Se decía que nuestra situación era delicadísima, que en el seno del Buró Político del Comité Central sólo nos defendían Dorticós y Carlos Rafael Rodríguez, las dos únicas personas cultas de aquella institución. Para salvar los muebles, se decía, habían propuesto un plan de acuerdo al cual Pensamiento Crítico seguiría publicándose y el Departamento de Filosofía dejaría de ejercer la docencia para dedicarse exclusivamente a la investigación, pues era necesario conservar al grupo en bien del futuro del país. Un buen día nos convocaron a las oficinas del Comité Central del Partido. No nos recibió Osvaldo Dorticós, ni Carlos Rafael Rodríguez, sino Jesús Montané, un hombre harto limitado, gris como un oficinista en paro, que nos comunicó de manera terminante que tanto Pensamiento Crítico como el Departamento de Filosofía serían clausurados de inmediato por órdenes de la dirección del Partido. No se nos permitió discutir ni argumentar. Y así desapareció aquel universo, como cortado de raíz por un golpe de machete. Algún tiempo después Osvaldo Dorticós se suicidó como ya lo habían hecho Haydée Santamaría, Miguel Rodríguez Varela, Eduardo Castañeda y tantos y tantos otros hijos de Saturno. Un buen día una motoniveladora enorme llegó a la casa que había sido sede del Departamento de Filosofía –una edificación noble, de dos pisos, que antes de la revolución había pertenecido a un dentista, sita en la calle K número 507, en el Vedado, muy cerca de la Universidad– y la destruyó por completo, como a un recinto maldito. Todavía hay allí un solar yermo; quizá el día menos pensado levanten en aquel sitio un hotel para turistas.

Entre los más de 50 miembros del Departamento de Filosofía y entre los 6 integrantes de la redacción de Pensamiento Crítico, como antes en la de El Caimán Barbudo, no hubo ni un solo traidor; nadie que se desdijera públicamente de lo hecho y pensado. Nos dispersaron, por supuesto, como a un clan derrotado. Yo me refugié en la literatura, mi mayor vocación, e intenté dar cuenta de cómo la esperanza se trocó en infierno en las novelas Las iniciales de la tierra –que estuvo prohibida durante doce años, desde 1973 hasta 1985, y se publicó en Madrid y La Habana en 1987–; Las palabras perdidas (1992), que escribí en La Habana pero que no se publicó en Cuba; La piel y la máscara (1996), escrita en Alemania; y Dime algo sobre Cuba (1998); y Siberiana, (2000); escritas y publicadas en España. Además, abandoné mis intenciones de editar revistas y escribir ensayos y no las retomé hasta 1991, cuando asumí el exilio como destino. Entonces ya había acumulado frustraciones más que suficientes como para reconocer que todo intento de modificar el totalitarismo castrista desde dentro estaba condenado por definición al más absoluto fracaso, y empecé a acumular coraje para analizar críticamente tanto la revolución cubana como mi propio pasado, sin dejar por ello de ser un hombre de izquierda. Mis colegas y amigos de Pensamiento Crítico y de El Caimán Barbudo, más tercos y obstinados que yo, sacaron otras conclusiones. Pero nunca se enemistaron, ni se denunciaron entre sí, ni obtuvieron privilegios especiales de parte del régimen. Con el tiempo, los líderes de opinión del desaparecido Departamento de Filosofía –Aurelio Alonso, Hugo Azcuy, Fernando Martínez y Juan Valdés Paz– volvieron a reunirse en el Centro de Estudios de América, CEA, y junto a miembros de generaciones más jóvenes emprendieron la edición de una nueva revista, Cuadernos de Nuestra América. Cometieron además el desacato –que les honra– de investigar y escribir sobre problemas de la Cuba contemporánea.» (Jesús Díaz Rodríguez, «El fin de otra ilusión. A propósito de la quiebra de El Caimán Barbudo y la clausura de Pensamiento Crítico», Encuentro de la Cultura Cubana, Madrid 2000, n° 16/17, págs. 116-118.)

 
Veinte años después, disuelta la URSS y el COMECON, entra Cuba en “periodo especial” y de reajustes histórico ideológicos

→ Jesús Díaz, “Un crimen de opinión” (El País, Madrid, 14 enero 1993.)

«Después del triunfo de la Revolución Cubana, ingresaron en la docencia universitaria general, reconocidos intelectuales marxistas cubanos tales como Juan Marinello, Mina Aguirre, Gaspar Jorge García Galló, Sergio Aguirre, Juan Mier Febles, Carlos Rafael Rodríguez y otros, no sólo en el campo de las ciencias humanas, sino también en otras especialidades. Con la Reforma Universitaria, se transformaron las facultades, y del conjunto constituido por la antigua Facultad de Filosofía y Letras, se crearon Escuelas con curricula especializados en Historia, Geografía, Letras y Arte y otras. Asimismo comenzó la impartición de cursos elementales de marxismo-leninismo sobre la base de a) algunos trabajos de Marx, Engels y Lenin, y b) manuales de procedencia soviética, junto a materiales elaborados por los cubanos, entre los cuales, un lugar muy importante ocupó el libro de Blas Roca Los fundamentos del socialismo en Cuba. Se formó una Escuela para la preparación de los profesores de marxismo-leninismo, (Cepero Bonilla) a partir de graduados universitarios de distintas carreras, y se organizó el primer contingente de profesores universitarios de Filosofía marxista-leninista, con sus graduados y otros profesionales, con los cuales se diseminó la enseñanza de la filosofía marxista que se intentaba adecuar a las especialidades de los estudiantes universitarios. Puede decirse que además de Marx, Engels y Lenin, pronto comenzaron a pesar en el pensar de dichos profesores otros marxistas tales como Louis Althusser, Antonio Gramsci, Rosa Luxemburgo, y que en los primeros años, debido al impacto ejercido por la Revolución Cubana en los medios intelectuales progresistas mundiales, muchos especialistas de primer orden visitaron Cuba, entre los que se contaron Jean Paul Sartre, Roger Garaudy y Ernest Mandel, por sólo citar algunos que además, poseían visiones diversas sobre el marxismo. De todos modos, es ilusorio pensar que el pensar cubano sobre la filosofía y la teoría política marxistas fue uniforme. El propio marxismo como sistema abierto de pensamiento, que precisamente, se inicia con el planteamiento del desorden, y la búsqueda de la inestabilidad de la sociedad capitalista, podría producir unanimidad en la reflexión.» (Thalía Fung Riverón [1934, presidente de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas], “Problemas de la apropiación del marxismo después del '59. El marxismo en Cuba. Una búsqueda”, en Raúl Fornet-Betancourt, ed., Filosofía, Teología, Literatura: Aportes cubanos en los últimos 50 años, Wissenschafts Verlag Mainz in Aachen, Concordia Monographien band 25 –obra editada con la ayuda del Missionswissenschaftliches Institut Missio–, Aquisgrán 1999, pág. 48.)

«Fue característica del pensamiento marxista su sentido polémico. Abierto a la indagación sobre el propio sistema socioeconómico, como evidenció la gran polémica de esos años –en buena medida impulsada desde Cuba, sobre todo por los escritos de Che Guevara– en torno a los mecanismos económicos y morales para la construcción del nuevo régimen socialista. El propio Fidel Castro, en más de una ocasión expresó similar interés por que se asumiese la teoría marxista con tal sentido abierto y polemizador. Y, de igual manera, el peso de su liderazgo y su carisma se hizo sentir a través de reiterados planteos a basar la acción de la dirigencia revolucionaria cubana en las tradiciones del patriotismo y las luchas de liberación, y en el conocimiento y el reconocimiento de la originalidad, la autoctonía, las especificidades y la identidad de la nación y de su psicología social. Quizás sus palabras paradigmáticas fueron las pronunciadas el 10 de octubre de 1968, y su más conocido postulado sea el de que la Revolución cubana es martiana y marxista-leninista. Por tanto, desde las más altas esferas de la política se impulsó la asunción del marxismo con afán creador y buscando su imbricación con las tradiciones y proyectos revolucionarios del país. Durante los sesenta, pues, la intelectualidad marxista prerrevolucionaria continuó promoviendo el conocimiento y la asimilación de la tradición cultural nacional, en lo que se fue sumando a ella crecientemente la joven intelectualidad marxista en formación, cuyos frutos se evidenciaron sobre todo a través de publicaciones como El Caimán Barbudo y Pensamiento Crítico. Estos jóvenes examinaron, con voluntad de incorporación, desde la tradición filosófica cubana de Varela y Luz y Caballero hasta el ideario martiano y los aportes y reflexiones de los revolucionarios del 30, incluyendo a los propios marxistas, a la vez que estudiaron las ideas marxistas de entonces y se preocuparon por acceder al mundo del pensamiento social contemporáneo de este siglo. Puede decirse, sin temor a errar, que en esa década se abrió –por cierto, con más de una óptica y una perspectiva diferente– el estudio sistemático del pensamiento filosófico insular, tratando de entenderlo per se, a partir de sus condicionamientos histórico-sociales y de sus propios requerimientos intelectuales, y no como una mera y pobre extensión de lo ocurrido en Europa y Estados Unidos, como habían hecho casi siempre el pensamiento y la historiografía liberal y positivista de este siglo. Sin embargo, el fin de la guerrilla boliviana y de la aspiración a insertar la Revolución Cubana en un contexto transformador socialista a escala continental, y el fracaso de la zafra de los diez millones en 1970, marcaron un viraje del socialismo cubano, una de cuyas repercusiones más significativas se produjo en el pensamiento marxista. La entrada de Cuba en el CAME y la intensificación de las relaciones económicas con el campo socialista, se tradujo en una validación de muchas de las características del modelo socialista soviético, en el que la teoría marxista cumplía la función de ideología “oficial”, sustentadora del régimen político, más que la función crítica del conocimiento transformador de la realidad. En la enseñanza universitaria se estableció el esquema soviético del marxismo, como un conjunto de verdades que fundamentaban el camino ineluctable y ascendente de la sociedad universal hacia el socialismo, junto a la aceptación única de la comprensión de esta teoría como un sistema filosófico cerrado, formado por dos cuerpos: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. Los manuales sustituyeron el estudio de El capital, se desconoció la historia del pensamiento marxista y de los diferentes marxistas, y tendió a primar la comprensión de la Revolución cubana –y aun de la propia historia insular– como un ejemplo que validaba las “leyes generales de la historia”. En consecuencia, decayó el interés por el estudio de la cultura nacional, aunque la dirigencia política continuó su adscripción a sus fuentes patrióticas, en especial a Martí, y los intelectuales marxistas ya formados continuaron evidenciando en su producción escrita su interés por aquella.» (Pedro Pablo Rodríguez [1946, investigador en el Centro de Estudios Martianos de La Habana], “Valoración de las tradiciones filosóficas cubanas desde un punto de vista marxista”, en Raúl Fornet-Betancourt, ed., Filosofía, Teología, Literatura: Aportes cubanos en los últimos 50 años, Wissenschafts Verlag Mainz in Aachen, Concordia Monographien band 25 –obra editada con la ayuda del Missionswissenschaftliches Institut Missio–, Aquisgrán 1999, págs. 58-59.)

«Cabe aclarar que en los años noventa Jesús Díaz renegaría de su brillante lectura de Lenin y sus posiciones radicales de los sesenta de Pensamiento Crítico y El Caimán Barbudo desertando de la Revolución Cubana, marchándose del país y alternando entre España y Miami. Un triste final. A partir de allí se sucedieron varias polémicas entre Fernando Martínez Heredia y Aurelio Alonso Tejada con Jesús Díaz. La primera se inició a partir de una mesa redonda en Suiza donde J. Díaz discutió con el escritor uruguayo Eduardo Galeano y luego escribió un artículo en El País n° 460, contestado por Fernando Martínez en su “Tres notas y dos debates” en La Gaceta de Cuba (1992), y en Crítica de nuestro tiempo n° 4, (Buenos Aires), 1992. También se produjo un intercambio de cartas entre J. Díaz (El País, Madrid, 18/I/1993) y Armando Hart Dávalos (en Brecha, Montevideo, 5/II/1993). Fragmentos de estas primeras polémicas fueron publicados en Buenos Aires por Tesis 11, n° 9 (marzo, 1993).» (Néstor Kohan, “Pensamiento Crítico y el debate por las ciencias sociales en el seno de la Revolución Cubana”, en el libro colectivo Crítica y teoría…, Buenos Aires 2006, págs. 424-425, nota 32.)

 
2000 Se agitan por Miami asuntos en torno a Pensamiento Crítico

La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, activada en 1966 por el imperio de Washington) celebró su XXII International Congress en Miami, del 16 al 18 de marzo de 2000 (con la consiguiente agitación de la gusanera, como en 1989, en que también se reunió en la pequeña Habana). Aprovechando la ocasión organiza la revista española Encuentro de la cultura cubana (activada cinco años antes en Madrid por el ya exilado Jesús Díaz Rodríguez, con generosos auspicios socialdemócratas) una mesa redonda en ese congreso de Miami, titulada “Los intelectuales y la democracia en Cuba”, en la que intervienen Ignacio Sotelo Martínez (1936, español, afiliado al Partido Socialdemócrata de Dionisio Ridruejo recibe en 1963 una beca del Congreso por la Libertad de la Cultura para estudiar en Alemania “El problema de la Dialéctica en Sartre”; secretario de Cultura de la ejecutiva del PSOE desde 1979, miembro del Comité Federal del PSOE hasta 1986 …en 1996 ya había firmado el primer artículo de la revista Ágora, publicada por CEPS [embrión en 2014 de Podemos]), Carlos Monsiváis Aceves (1938, mexicano, formado en la UNAM, en el Seminario Teológico Presbiteriano de México y en Harvard, también receptor de dineros del CLC a través del Centro Mexicano de Escritores), Rafael Rojas Gutiérrez (1965, cubano hijo del rector de la Universidad de La Habana entre 1980 y 1992, asentado desde 1996 en México y profesor visitante de Princeton, Yale, Columbia y Austin), Jesús Díaz Rodríguez y Marifeli Pérez-Stable (cubana exilada en Florida, acusada en 1991 de mantener aún contactos con la DGI cubana…), que actuó de moderadora. Jesús Díaz tituló su intervención “El fin de otra ilusión. A propósito de la quiebra de El Caimán Barbudo y la clausura de Pensamiento Crítico”. Aurelio Alonso Tejada, allí presente, formuló una “Réplica”, que conoció posteriormente una “Dúplica” de Jesús Díaz.

 
2004 Filosofía en español comienza a ofrecer textos de Pensamiento Crítico desde filosofia.org

En 2004 y 2005 el proyecto Filosofía en español incorpora a su hemeroteca, en texto, unos pocos artículos de la revista Pensamiento Crítico; y en 2011, una vez digitalizada íntegramente su colección, comienza a ofrecer cada artículo o parte en facsímil pdf con texto flotante.

 
2006 Néstor Kohan publica el primer estudio riguroso sobre Pensamiento Crítico

En agosto de 2006 se publica el estudio “Pensamiento Crítico y el debate por las ciencias sociales en el seno de la Revolución Cubana” (capítulo del libro colectivo Crítica y teoría en el pensamiento social latinoamericano, CLACSO, Buenos Aires 2006, páginas 389-437), realizado por Néstor Kohan (Buenos Aires 1967), licenciado y doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires, de la que es profesor.

Con manifiesto anacronismo Kohan presenta Pensamiento Crítico como alineada con especulaciones, posteriores en el tiempo, referidas al supuesto eurocentrismo de Marx y del Manifiesto Comunista, &c., quizá confundido por relecturas a posteriori de alguno de los protagonistas con los que habló décadas después. De hecho, en Pensamiento Crítico, no aparecen aún términos como “eurocéntrico” o “eurocentrismo”.

«De este modo, Pensamiento Crítico nacía como expresión teórica de una revolución que rompía política y culturalmente con el eurocentrismo, de tan arraigada presencia en la izquierda tradicional latinoamericana (en los medios académicos europeos y latinoamericanos comenzará a analizarse la ruptura que el propio Marx había realizado en sus escritos maduros con el eurocentrismo del Manifiesto Comunista recién varios años más tarde). La perspectiva tercermundista crítica del eurocentrismo no se agotó, obviamente, en los tres primeros números.» (página 411.).

Tienen interés testimonios de primera mano que obtuvo Néstor Kohan en sucesivas entrevistas con Fernando Martínez Heredia (en La Habana, 19 enero 1993; en Buenos Aires, 20 septiembre 1997, &c.) y con Aurelio Alonso Tejada (en La Habana, 22 febrero 1993, &c.), pero sorprende su partidismo, nada objetivo, cuando traslada por escrito su valoración del hecho de que Jesús Díaz terminó “desertando de la Revolución Cubana, marchándose del país y alternando entre España y Miami. Un triste final” (página 424, nota 32).

Sorprende que Kohan, al preguntase sorprendido: «¿Qué sucedió? ¿Cómo explicar lo inexplicable?» (pág. 432), cuando trata del cierre del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana y de Pensamiento Crítico, no mencione siquiera las palabras de Raúl Castro, arriba mencionadas, dichas e impresas nueve meses antes de la adopción de medidas tan eutáxicas como revolucionarias.

 
2007 Se conmemora en La Habana el cuadragésimo aniversario de la aparición de Pensamiento Crítico

El 22 de diciembre de 2007 se conmemora, en el habanero Instituto Cubano de Investigación Cultural “Juan Marinello”, el cuadragésimo aniversario de la aparición de la revista Pensamiento Crítico. “Durante casi cuatro horas, seis participantes de aquel empeño del pensamiento revolucionario de los años sesenta conversamos con más de cien personas, en su mayoría jóvenes deseosos de tomar posesión de toda la memoria del proceso cubano, para enfrentar con más posibilidades los desafíos del presente y del proyecto.” La intervención de Fernando Martínez Heredia, “A cuarenta años de Pensamiento Crítico”, se publicó en el primer número de Crítica y emancipación. Revista latinoamericana de Ciencias sociales, año 1, número 1, CLACSO, Buenos Aires, junio 2008, páginas 237-250.

Por su parte, Vilma Nélida Ponce Suárez, investigadora de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, publica en 2007 “Una mirada métrica a la revista Pensamiento Crítico” (Bibliotecas. Anales de Investigación, número 3, BNCJM, La Habana, enero-diciembre 2007, 7 págnas).

«Productividad de los autores. Participaron en la revista un total de 377 autores. El análisis de la productividad de los mismos muestra que el autor con mayor cantidad de trabajos fue el Comandante Ernesto Che Guevara. La tabla que a continuación se presenta sólo muestra los nombres de los autores que publicaron hasta 9 trabajos: Guevara, Ernesto Che 35 / Balaguer 23 / Castro Ruz, Fidel 17 / Marighella, Carlos 11 / González Rostgaard, Alfredo 9 / Núñez, Carlos 9. […] Frecuencia de trabajos por cantidad de autores. De los 377 autores, 296 presentaron un solo trabajo, lo que representa el 78.5%. Este dato manifiesta que el núcleo autoral de la revista estuvo disperso, pues predominaron los autores con 1, 2 y 3 trabajos. De igual forma se aprecia que no existieron líderes de opinión. […] Nacionalidad de los autores. Una característica de la revista fue la presencia en ella de autores de 39 países de todos los continentes. En primer lugar estuvieron los cubanos (132). En orden descendente aparecen: los norteamericanos (42), franceses (34), chilenos (21), brasileños (15), italianos (14), argentinos (13), ingleses (11) y alemanes (11). El resto de los países estuvieron representados con menos de 10 autores. Esta información confirma que sus creadores en la práctica cumplieron con el propósito de presentar trabajos elaborados en contextos socio históricos, políticos y culturales diversos. Género. En este aspecto se comprobó que la mayoría de los autores eran masculinos, los que representaron el 93% del total, mientras que las mujeres, fueron sólo el 7%. Un detalle interesante es que de las 28 mujeres que publicaron, 15 eran cubanas (53%) y de ellas, 10 profesoras del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana., lo que puede ser un signo de los cambios favorables a la mujer que se estaban generando en Cuba a partir de 1959.» (Vilma N. Ponce Suárez, “Una mirada métrica a la revista Pensamiento Crítico”, 2007.)

 
2013 BNCJM conmemora los 50 años del Departamento de Filosofía de La Habana con un multimedia sobre Pensamiento Crítico

Los días 17 y 18 de septiembre de 2013 se celebra en La Habana, en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, el “Coloquio a 50 años del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana”, donde se presenta la multimedia Pensamiento Crítico: una revista cubana para el ejercicio de pensar, en soporte disco DVD que incluye todos los números de la revista digitalizados.

«La multimedia “Pensamiento Crítico: una revista cubana para el ejercicio de pensar” es presentada por el Dr. Eduardo Torres-Cuevas, director de la BNCJM, a través de un texto y una entrevista filmada. En estas intervenciones explica al lector la importancia que tiene la colección, pues permite: “(…) colocar la información en manos de las generaciones que tendrán que repensar el proyecto de sociedad cubana. Es evitar el eterno retorno; es saber lo que se sabía para tener un terreno firme desde el cual elaborar el pensamiento futuro” (Torres Cuevas, 2013). Los resultados de la investigación sobre la revista Pensamiento Crítico aparecen distribuidos en los menús: Nacimiento, Índices, Caracterización y Referencia. En cada uno de ellos existen varios enlaces a textos que revelan diversas características de la publicación. En el primero, se ubica al lector en el contexto histórico en que se desarrolló la revista. Incluye tres documentos: un breve panorama del entorno nacional e internacional de la segunda mitad de los sesenta, y la explicación sobre la inserción del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana en el mismo; una cronología de los hechos políticos relevantes de los años 1967-1971; y el tercero, es una breve caracterización de los miembros del Consejo de Dirección y de otros intelectuales entrevistados. […] En Contenidos se produce el acceso a todos los números digitalizados de Pensamiento Crítico, más la edición 3 de Referencias, del mes de agosto 1971. Se incluyó esta última ya que en ella se publicaron los trabajos que estaban preparados para conformar el número 54, antes de que se decidiera el cese de la publicación.» (Vilma N. Ponce Suárez, “Multimedia Pensamiento Crítico: una revista cubana para el ejercicio de pensar”, Bibliotecas. Anales de investigación, Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí”, La Habana 2014, año 10, número 10, páginas 273-276.)

Del Comité organizador de este coloquio, coordinado por Marta Pérez-Rolo González (sucesora de Martínez Heredia en la dirección de aquel Departamento de Filosofía), formaron también parte Aurelio Alonso Tejada y Fernando Martínez Heredia (ambos miembros del consejo de dirección de Pensamiento Crítico durante todos sus números, honor que sólo compartían con el exiliado Jesús Díaz Rodríguez, ya muerto además en 2002), y Eduardo Torres-Cuevas (director entonces de la BNCJM). Intervinieron antiguos miembros de aquel Departamento de Filosofía (Carlos Tablada Pérez, Elena Díaz González, Germán Sánchez Otero, José Bell-Lara, Juan Valdés Paz, María del Carmen Ariet García, Pedro Pablo Rodríguez López), profesores de la generación posterior (Elena Díaz González, Eugenio Espinosa, Frank Josué Solar Cabrales, Gilberto Valdés Gutiérrez, Hiram Hernández Godoy, Iris Laureiro Ramírez, Jacinto Valdés Dapena, Jorge Luis Acanda, Jorge Ricardo Machado, Marta Blaquier Ascaño, Marta Núñez Sarmiento, Rubén Suárez, Salvador Salazar, Yohanka León del Río) y otros más jóvenes (Alejandro Gumá Ruiz, Alexander Correa Iglesias, Ángel Hernández Gómez, Ariel Dacal Díaz).

 
2017 Coloquio en La Habana al cumplirse 50 años de la aparición de la revista Pensamiento Crítico

La Habana, 21 de febrero, 2017 / Foto: Rosa Encina
Coloquio: “Con arreglo a esta opinión trabajaremos…”. A 50 años de la revista Pensamiento Crítico, Casa del Alba Cultural, La Habana, 21 de febrero, 2017 / Foto: Rosa Encinas

El 21 de febrero de 2017, tres meses después de la muerte de Fidel, ejerciendo ya su hermano Raúl Castro Ruz como adalid de la Revolución Cubana en tanto Primer secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, se celebra en la Casa del Alba Cultural de La Habana el coloquio «“Con arreglo a esta opinión trabajaremos…”. A 50 años de la revista Pensamiento Crítico». Eduardo Heras León (1940; hermoso ejemplo de regeneración en la construcción del Hombre nuevo: tras la disolución del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana y en tanto propagador de torcidas desviaciones ideológicas, deciden reeducar pacientemente a Heras León como obrero manual en la siderúrgica Antillana de Acero, logrando así la Revolución que, cuarenta años después, mereciese ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura 2014) pronunció unas palabras inaugurales, y Fernando Martínez Heredia unas palabras en la clausura, una vez presentadas varias ponencias organizadas en tres mesas:

Eduardo Heras León, “Palabras inaugurales”.

Mesa 1: La revista y su circunstancia
· Zuleica Romay, “La marcha a contracorriente del pensamiento crítico: comentarios desde Cuba”.
· Germán Sánchez, “Pensamiento Crítico, ¿cinco años, cinco décadas o cinco siglos?”.
· Yohanka León y Félix Valdés, “El percutor de una época: Pensamiento Crítico”.
· Jorge Gómez, “¡35 sabores de Coppelia!”.

Mesa 2: La revista y su contenido
· Natasha Gómez Velázquez, “De la revista PC y el primer Departamento de Filosofía: su historia en mí

Mesa 3: La revista ante los desafíos de la práctica revolucionaria que necesita Cuba hoy
· Frank Josué Solar Cabrales, “Pensamiento Crítico en la transición socialista”.
· Josué Veloz Serrade, “Ideología y cultura en Pensamiento Crítico: apuntes para hoy…”.

Fernando Martínez Heredia, “Palabras de clausura”.

Gustavo Bueno Sánchez, A medio siglo de la revista Pensamiento Crítico (3h 11m)

Oviedo, 13 de diciembre de 2021

· Antimperialismo latinoamericano. Pensamiento Crítico 1, febrero 1967
· Antimperialismo africano. Pensamiento Crítico 2-3, marzo-abril 1967
· Antimperialismo asiático. Pensamiento Crítico 4, mayo 1967
· Pensamiento Crítico 5, junio 1967
· Catorce años Revolución cubana, Pensamiento Crítico 6, julio 1967
· Pensamiento Crítico 7, agosto 1967
· Pensamiento Crítico 8, septiembre 1967
· Comandante Ernesto 'Che' Guevara, Pensamiento Crítico 9, octubre 1967
· Octubre 1917. Pensamiento Crítico 10, noviembre 1967
· Explicación de saludo. Pensamiento Crítico 11, diciembre 1967
· Pensamiento Crítico 12, enero 1968
· Pensamiento Crítico 13, febrero 1968
· Homenaje al Che. Pensamiento Crítico 14, marzo 1968
· Guatemala. Pensamiento Crítico 15, abril 1968
· Estructuras sociales en América Latina. Pensamiento Crítico 16, mayo 1968
· Los negros en EE.UU. Pensamiento Crítico 17, junio 1968
· El estructuralismo. Pensamiento Crítico 18-19, julio-agosto 1968
· El socialismo africano. Pensamiento Crítico 20, septiembre 1968
· Alemania occidental. Pensamiento Crítico 21, octubre 1968
· Italia. Pensamiento Crítico 22, noviembre 1968
· Estados Unidos. Pensamiento Crítico 23, diciembre 1968
· Pensamiento Crítico 24, enero 1969
· Francia. Pensamiento Crítico 25-26, febrero-marzo 1969
· Pensamiento Crítico 27, abril 1969
· Pensamiento Crítico 28, mayo 1969
· Militarismo. Pensamiento Crítico 29, junio 1969
· Cibernética. Pensamiento Crítico 30, julio 1969
· M-26-7. Pensamiento Crítico 31, agosto 1969
· África del Sur. Pensamiento Crítico 32, septiembre 1969
· Ho Chi Minh. Pensamiento Crítico 33, octubre 1969
· Althusser. Pensamiento Crítico 34-35, noviembre-diciembre 1969
· Subdesarrollo. Pensamiento Crítico 36, enero 1970
· Carlos Marighella. Pensamiento Crítico 37, febrero 1970
· Lenin. Pensamiento Crítico 38, marzo 1970
· La revolución de 1930. Pensamiento Crítico 39, abril 1970
· La revolución palestina. Pensamiento Crítico 40, mayo 1970
· Vitalidad del marxismo. Pensamiento Crítico 41, junio 1970
· El cine cubano. Pensamiento Crítico 42, julio 1970
· Neoimperialismo. Pensamiento Crítico 43, agosto 1970
· Imperialismo y militarismo. Pensamiento Crítico 44, septiembre 1970
· Conducción revolucionaria de masas. Pensamiento Crítico 45, octubre 1970
· La revolución brasileña. Pensamiento Crítico 46, noviembre 1970
· Sistemas y modelos. Pensamiento Crítico 47, diciembre 1970
· Historia revolucionaria americana. Pensamiento Crítico 48, enero 1971
· José Martí. Pensamiento Crítico 49-50, febrero-marzo 1971
· Pensamiento Crítico 51, abril 1971
· Pensamiento Crítico 52, mayo 1971
· Pensamiento Crítico 53, junio 1971

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