Pedro Fedoséiev · Dialéctica de la época contemporánea · traducción de Augusto Vidal Roget
Parte primera. Bases filosóficas de la política y de la táctica
Base filosófica del comunismo científico
Los problemas del comunismo científico
Para elaborar, hoy, la teoría del comunismo científico, es indispensable proseguir las investigaciones en torno a los problemas de la etapa leninista del marxismo, es decir, hay que investigar los problemas del leninismo como sistema íntegro de concepciones económicas, filosóficas y políticas que se desarrollan en lucha contra las modernas concepciones antileninistas de los oportunistas de derecha y de "izquierda" del movimiento comunista internacional.
En las actuales circunstancias, cada día resulta más necesario poner de manifiesto el carácter internacional del leninismo y desenmascarar las tentativas que se hacen para desnaturalizar ese rasgo suyo, que es esencial.
La época moderna plantea a la teoría problemas cuya solución demuestra con plena evidencia el valor de la etapa leninista para el desarrollo de la teoría marxista. Ello concierne a los problemas esenciales del devenir de la sociedad –proceso revolucionario mundial, transformación, sujeta a ley, del socialismo en comunismo, conversión del sistema mundial del socialismo en factor decisivo de todo el desarrollo social– y a los procesos que se dan en las ciencias naturales, cuya revolución se hace más profunda.
Sería un error entender que los estudios sobre la etapa leninista de la teoría marxista han de limitarse a sistematizar las ideas de Lenin acerca de las cuestiones del comunismo científico, aunque esta tarea no deja de ser importante para los sociólogos soviéticos. Lo esencial es aplicar con espíritu creador las ideas leninistas, analizar, en consonancia con ellas, los problemas más actuales de la marcha del mundo en nuestros días.. Dichos problemas son, a todas luces, sumamente complejos, y su resolución exige el trabajo concordado de todos los sociólogos.
Es de primordial importancia aplicar la teoría leninista de la revolución socialista –la doctrina leninista sobre la situación revolucionaria– al análisis de los rasgos fundamentales del proceso revolucionario mundial de nuestro tiempo. Últimamente, los marxistas han llevado a cabo una gran labor de investigación acerca de las condiciones objetivas y subjetivas de la transición revolucionaria del capitalismo al socialismo y al comunismo. Se han consagrado serios trabajos al estudio de las relaciones económicas y políticas de la época moderna. Tiene gran importancia el estudio de las particularidades en que madura y se desarrolla la revolución en un período en que coexisten pacíficamente estados [207] dos de diferente régimen político-social y compiten entre sí dos sistemas sociales opuestos, el estudio de los factores internacionales e internos que inciden en el desarrollo de la revolución socialista. Ofrece gran interés el análisis del nuevo papel que corresponde a los movimientos presentes de carácter democrático general, el análisis de la relación que existe entre la lucha por la democracia y la lucha por el socialismo, incluidos los problemas ligados al aprovechamiento de las instituciones parlamentarias y de otro tipo. Resulta de imponderable actualidad el estudio de la doctrina leninista acerca de la correlación dialéctica de los factores internacional y nacional en el movimiento obrero y comunista y en el desarrollo de la lucha de clases hoy en día, acerca de los destinos y perspectivas del movimiento de liberación nacional.
Por este motivo, entre las complejas cuestiones candentes de la marcha del mundo es necesario destacar y subrayar el problema nacional en la época moderna, teniendo en cuenta cuanto atañe al desarrollo de las relaciones nacionales, a la estructuración estatal de las naciones, así como el examen de las principales corrientes políticas e ideológicas conectadas con el movimiento de liberación nacional, el análisis del papel de la clase obrera y de las diversas capas sociales en ese movimiento. Ello hace que adquiera especial actualidad la investigación de las distintas formas que presenta el socialismo "regional" o "nacional", el estudio de las relaciones de este socialismo con los problemas vitales de la liberación nacional y del progreso social.
En la época moderna, constituye un importante problema de compleja elaboración la cuestión agraria. Sabido es que Lenin, en su tiempo, dedicó a tal problema mucha atención y algunas de sus extraordinarias obras. En el transcurso de los últimos decenios, son muchas las cosas que han cambiado en las relaciones agrarias de los diversos países, han surgido problemas totalmente nuevos en torno a los movimientos campesinos. Ese tipo de cuestiones son como llaga viva especialmente en los países débilmente desarrollados, pero resultan asimismo actuales en los países, capitalistas de primera fila, ya que, en lo que a ellos concierne, hay que someter a análisis las consecuencias sociales del progreso técnico en la agricultura.
Ofrecen un vasto campo de investigación los problemas relacionados con el afianzamiento de las ideas marxistas-leninistas a escala internacional y con el consiguiente incremento de la crisis de la ideología burguesa. Hay que analizar los cambios que se registran en las corrientes ideológicas fundamentales de los países capitalistas de más peso. Dichos cambios son esenciales: el quebrantamiento –que se está produciendo en el mundo– del viejo régimen de explotación tenía que imprimir forzosamente una profunda huella en esas tendencias ideológicas. Tales investigaciones [208] son importantes desde el punto de vista de la lucha contra la ideología burguesa y para poner en evidencia al anticomunismo.
Existe un gran núcleo de cuestiones teóricas ligado a la actual vida ideológica de los países socialistas. Es necesario analizar a fondo, en ella, tales procesos como el afianzamiento de la ideología y de la moral comunistas en la conciencia de las masas, la consolidación del realismo socialista en el arte, y de la metodología marxista-leninista en la esfera de las ciencias naturales.
Entre los problemas que conciernen a la actual lucha ideológica tiene suma importancia el de la actitud de los comunistas ante la religión. Ello resulta especialmente delicado en unas circunstancias en que se refuerzan los lazos de los partidos comunistas de los países burgueses con las masas de trabajadores creyentes, y en los países socialistas donde todavía sigue siendo bastante fuerte la influencia de las organizaciones eclesiásticas. Es necesario tener en cuenta las nuevas tendencias y las peculiares condiciones en que se estructura una nueva vida en los países débilmente desarrollados, analizar –partiendo de las orientaciones de principio dadas por Lenin acerca de la religión y la Iglesia– de qué modo se puede influir sobre las amplias masas, de qué modo es posible agrupar a las capas más vastas de la población en la lucha por la democracia y el socialismo.
Es tarea primordial de los sociólogos batallar en defensa de la pureza del marxismo-leninismo, contra el reformismo, el revisionismo y el aventurerismo "revolucionario".
Las ciencias sociales han de centrar su atención en los nuevos problemas de la edificación comunista. En esta perspectiva adquiere singular valor el estudio de la doctrina leninista sobre las leyes del desarrollo de la sociedad socialista y su transformación en sociedad comunista.
El comunismo científico investiga cómo se crea, cómo funciona y cómo se desarrolla la formación social comunista en tanto que organismo social único e íntegro, en el cual todas las partes de la sociedad se encuentran en orgánica interacción. Los problemas del comunismo científico poseen un carácter complejo. Así lo refleja también el hecho de que la edificación del comunismo esté fundada sobre tres principios: base material y técnica, relaciones comunistas y educación del nuevo hombre.
En la ciencia social, la labor teórica más importante estriba en investigar las leyes relativas a la creación de la base material y técnica del comunismo, al conjunto de problemas vinculados a la transformación de la economía socialista en comunista. Constituyen un objeto de investigación común a todos los sociólogos, los aspectos socioeconómicos de la revolución científica y tecnológica. En este terreno, surgen ante los investigadores una serie de problemas complejos fundamentales, económicos, ideológicos y sociales, cuya elaboración sólo es posible hermanando los esfuerzos [209] de los especialistas en las diversas ramas de las ciencias sociales.
Es asimismo actual el campo de investigaciones de los problemas sociales relacionados con el aumento de la eficacia de la producción socialista, teniendo en cuenta especialmente, que seguirá automatizándose y que cada vez se aplicarán en. mayor escala los resultados de la ciencia y de la técnica. Dentro de estos problemas figura, como uno de sus importantes aspectos, el de establecer las formas y los métodos más racionales. de la organización del trabajo.
Entre los problemas actuales del comunismo científico que los clásicos del marxismo-leninismo plantearon y que la vida nos presenta insistentemente, cabe señalar el de la ciudad y el campo en el aspecto histórico-sociológico, es decir, el de sus características en todo el mundo, bajo el capitalismo y en los países coloniales, la solución que le da el socialismo, y las perspectivas de desarrollo de la ciudad y del campo al pasar al comunismo. Hasta cierto punto, estas cuestiones se tratan en las investigaciones económicas y en los trabajos de materialismo histórico, mas, por desgracia, hemos de consignar que no disponemos de serias obras de generalización en torno a ese tema.
Requiere un estudio detenido y profundo el problema del trabajo intelectual y el físico. Se ha de examinar qué sucede ahora sobre este particular en los países capitalistas, qué tendencias se manifiestan en ellos y cómo se desarrollan las contradicciones sociales en ese terreno; cómo evoluciona el proceso de la unión orgánica de esos dos tipos de trabajo en nuestro país y en los otros países socialistas y qué perspectivas se abren. Todos esos puntos son importantes aspectos del gran problema social enunciado.
Adquieren, desde este punto de vista, extraordinaria actualidad los problemas sociales de la instrucción, tanto la de carácter general como –y en particular– la profesional y técnica, así como el de su combinación racional. El moderno progreso científico y tecnológico, acompañado de un crecimiento de la productividad del trabajo y del traslado de parte de la mano de obra, debido a que la producción se moderniza, plantea el importante problema de la readaptación de los obreros y el de organizar, según un plan, la capacitación de los trabajadores.
Hoy, lo que caracteriza a las ciencias sociales en general y al comunismo científico en particular, es haber pasado de la comprobación de las tesis generales al estudio profundo y multilateral de los nuevos elementos que aparecen en nuestra vida, al análisis concreto de las particularidades que se observan en la naciente forma superior de organización de la sociedad. Así, por ejemplo, al estudiar el problema de la formación de las relaciones comunistas es indispensable investigar las relaciones sociales de nuestra sociedad viendo tanto los procesos de aproximación de las [210] diversas clases que en ella se dan como el del incremento de la homogeneidad social en el interior de las clases. Seguir elaborando la teoría del comunismo científico en torno a este problema no sólo significa confirmar la tesis general de que las diferencias de clase se borran en el período del tránsito al comunismo, sino, además, analizar concretamente los cambios que se producen en la estructura social de la población, los procesos de aproximación de los grupos sociales, las vías de formación de la homogeneidad social de la sociedad, cómo se borran las diferencias esenciales entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el físico, y de qué manera se eleva el nivel cultural y profesional de toda la población.
Constituye una tarea de primer orden estudiar los principales adelantos político-sociales relacionados con la nueva etapa de desarrollo de nuestro país en el nuevo quinquenio. El perfeccionamiento del sistema de gestión de la economía nacional, al reflejar una nueva etapa, cualitativamente más elevada, del desarrollo de la producción, implica un perfeccionamiento de todas las relaciones sociales, va acompañado de serios avances socio-políticos. Dichos progresos presuponen una ulterior aproximación de los distintos grupos sociales de nuestra sociedad, un crecimiento cultural y técnico de los trabajadores, una elevación del nivel de vida del pueblo.
Son objeto de análisis científico: el cambio de estructura de la población, cómo se halla ésta distribuida y, consiguientemente, las cuestiones que atañen al crecimiento de la productividad del trabajo, a la utilización racional de la mano de obra. Adquieren gran valor práctico la investigación del cambio de estructura del consumo y los aspectos sociológicos que presenta la ampliación del cuadro de los servicios.
Tenemos un vasto campo de investigación en la esfera. de las relaciones nacionales. Carecemos aún de trabajos generalizadores que contengan un análisis del problema nacional en él plano de la teoría del comunismo científico, de suerte que eluciden los aspectos económico, político, jurídico y cultural del problema. El rumbo principal que ha de seguir, en las presentes condiciones, el análisis de las relaciones nacionales consiste en estudiar y generalizar la experiencia que proporciona la formación y el desarrollo de la fraterna comunidad de pueblos de nuestro país, de todo cuanto coadyuva a la educación internacional de los mismos. Hay que analizar el significado de la propiedad de todo el pueblo como base de las nuevas relaciones nacionales, de los cimientos políticos e ideológicos en que se apoya la amistad –cada vez más estrecha y firme– de los pueblos, como terreno propicio para que sigan floreciendo las conexiones internacionales.
Para ello es importante que el análisis sea concreto y polifacético, que se lleve a cabo teniendo muy en cuenta que la nueva comunidad se apoya asimismo en un. Estado único de todo el [211] pueblo. Se está formando una psicología general de todo el pueblo soviético y unos rasgos generales de cultura. Esto no niega, por supuesto, que las psicologías nacionales tengan sus particularidades, sobre cuya formación, no obstante, ejerce una influencia decisiva la psicología general del pueblo soviético. Finalmente es necesario no olvidar la circunstancia, nada desdeñable, de que en nuestro país se ha llegado a establecer una lengua común para la relación entre las nacionalidades.
Requieren especial examen, cuestiones hasta hoy tan poco estudiadas como son la historia del problema de la vivienda y las vías de su solución, el cambio de la situación de la mujer, la evolución de las relaciones familiares, las cuestiones sociales de demografía, las de higiene social y los problemas sociales de la urbanización.
Entre los problemas actuales ocupa un destacado lugar el de la gestión de los negocios públicos. Ésta es una de las complejas tareas que plantea la edificación práctica del comunismo. Estudiar las cuestiones que atañen a la dirección de la economía, de las construcciones, de la cultura y de todos los asuntos públicos es cumplir el legado de Lenin, quien subrayó la singular actualidad de la organización científica del trabajo, de da producción, &c., cuando se está construyendo la nueva sociedad. No puede decirse que semejante orientación de las investigaciones a que se refería Lenin alcanzara posteriormente un serio desarrollo. Ahora el estudio de las cuestiones apuntadas constituye una de las importantes y complejas orientaciones del trabajo de investigación de los sociólogos.
En lo concerniente a la organización política de la sociedad, hay que seguir elaborando cuestiones como: desarrollo de la democracia socialista, consolidación de la legalidad socialista, transformación del sistema estatal socialista en autogestión comunista, y ampliación de la actividad de las organizaciones colectivas.
Existe un conjunto de problemas actuales relacionado con las leyes a que obedece el proceso de formación de la vida espiritual de la sociedad comunista, con las vías a seguir para forjar al nuevo hombre. Antes, las investigaciones se realizaban, en este terreno, por líneas aisladas (en la esfera del arte, de la literatura, del ateísmo científico, en la formación de una ideología materialista, &c.). Actualmente, la vida exige, de manera imperiosa, que se estructure un sistema único e integral de educación comunista, fragua de la conciencia comunista.
Es necesario estudiar más, profundamente los problemas del trabajo, género de vida, instrucción y educación de la juventud, perfeccionar la teoría de la educación por el trabajo de las jóvenes generaciones partiendo de los principios metodológicos de la conexión entre la política y la moral, entre la cultura material y la del espíritu. También son de extraordinaria actualidad problemas como los concernientes al papel de la familia, de las organizaciones [212] sociales y del Estado en el proceso de la formación de la personalidad integralmente desarrollada, y el estudio de cómo se forjan los ideales en la juventud.
Constituye un importante terna del comunismo científico el del examen de la cultura como resultado de la acción de un conjunto de factores socioeconómicos, políticos e ideológicos.
En un estudio completo de las etapas históricas de la revolución cultural y especialmente de la fase que la culmina, figura la tarea de examinar con todo detalle los modernos procesos en que se desarrolla la cultura espiritual, las vías y los métodos concretos a seguir para la formación de la ideología comunista, los procedimientos y medios a emplear para liquidar las nocivas supervivencias del pasado en tanto que fenómenos antisociales.
La reducción lograda del tiempo de trabajo y el aumento del tiempo libre –uno de los resultados prácticos de las conquistas económicas y de los profundos cambios sociales habidos– aparecen en la presente etapa como supuesto importantísimo del desarrollo social y espiritual. En el régimen socialista, el progreso tecnológico hace que el tiempo libre se convierta en verdadera fuente del desarrollo integral y armónico de la personalidad. De ahí que resulte una necesidad perentoria estudiar en detalle cómo emplea la gente el tiempo que el trabajo le deja libre, investigar los problemas del ocio, que es el factor propicio para el desarrollo de la capacidad y el talento del hombre, y la condición para que todos los trabajadores puedan familiarizarse con los tesoros de la cultura humana.
Consignaremos, en conclusión, que el estudio de los problemas actuales de la vida social se caracteriza por el incremento de las investigaciones sociales concretas. Tales investigaciones representan, para nosotros, el camino que conduce a 3a superación definitiva de los rectos de dogmatismo y a la consolidación de los nexos con la práctica, con la vida. Las concebimos como investigaciones polifacéticas, llevadas a cabo por especialistas de las diversas ciencias sociales, como investigaciones que generalizan los vivos brotes de lo nuevo y que tienen por objetivo descubrir las nuevas tendencias del desarrollo y elaborar recomendaciones científicas aplicables en la práctica.
Nuestros filósofos. economistas y juristas, en colaboración con funcionarios del Partido, de los sindicatos y de los organismos administrativos llevan a cabo –en varias empresas, en algunos distritos y regiones– investigaciones sociales concretas sobre los problemas que tratan de cómo elevar el rendimiento de la producción socialista, así como sobre los problemas del trabaja y del género de vida, del progreso tecnológico, de la educación comunista y del progreso de la democracia socialista.
Por la envergadura de las investigaciones, por la amplitud de los datos de primera mano con que se opera. los éxitos son indudables, mas todavía no se puede hablar de resultados suficientemente [213] eficaces, de recomendaciones científicas elaboradas acerca de todos los problemas objeto de investigación. Hay que consignar, cierto es, que las instituciones de economía han dado ya algunas recomendaciones importantes de ese tipo. Están empeñados en semejante obra, juristas, filósofos, sociólogos y representantes de las demás ciencias sociales. Ello no obstante, se percibe un defecto en las investigaciones concretas, a menudo nos encontramos en la fase de comprobación de los procesos y fenómenos, todavía no nos hemos elevado al nivel en que cabe hablar de solución de problemas o, por lo menos, de que se está en vías de solucionarlos.
Nunca había habido, como ahora, tan amplias posibilidades para impulsar las investigaciones en torno al comunismo científico. El avance de nuestro país y de todos los países del socialismo no sólo plantea nuevas cuestiones a la teoría del comunismo, sino que, además, proporciona una cantidad ingente de datos de la vida cuya generalización teórica hace progresar, a pasos de gigante, a toda la ciencia social. Después de que el Partido ha superado con toda energía las consecuencias del culto a la personalidad y de toda manifestación de subjetivismo, se han abierto amplias perspectivas ante quienes se consagran a investigar las leyes de la nueva formación social, de la forma superior del progreso de la sociedad.