Filosofía en español 
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Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza

Pedagogía Proletaria. Jornadas Pedagógicas de Leipzig 1928

Alocución pronunciada por el Secretario pedagógico en la sesión de apertura


Queridos colegas:

Queridos camaradas:

El orden del día de nuestras Jornadas Pedagógicas es lo suficientemente expresivo y hace inútil todo discurso, pues da perfecta idea de nuestros propósitos en orden al trabajo pedagógico.

Hemos inscrito, sobre todo, como tema primero “La situación del niño proletario”. De esa forma hemos querido determinar, desde el principio de nuestros debates, el objeto directo de nuestros trabajos.

La ciencia sólo puede concebirse en función de su objeto. Por lo tanto, si se quiere crear un sistema de educación adaptado a la naturaleza del niño, determinado por su estado físico intelectual y social, lo primero que necesitamos saber es la situación de ese niño.

¿Pero por qué el niño proletario...? Primero, porque es la masa, la inmensa mayoría sometida a la opresión económica, causa de todas las demás formas de opresión. Y, en segundo lugar, porque el niño proletario está llamado a continuar los trabajos y las luchas de las generaciones presentes, y debe continuarlas con un máximun de inteligencia y de habilidad.

Nuestra Pedagogía, pues, será la de la infancia proletaria. Los principios que afirmemos y los trabajos que realicemos no tendrán valor sino en la medida en que sirvan a la masa del pueblo.

Desde ese punto de vista, habrá que examinar el “Fin de la educación”, la “Organización del sistema escolar”, que lleva consigo el amplio problema de la escuela única, estructurar los grados de la enseñanza; los programas, que representan el contenido, y los métodos, medios técnicos de los diferentes grados de la escala escolar. Y, por último, la disciplina escolar, es decir, las relaciones sociales que deben existir entre los niños y los adultos que conviven en la comunidad escolar.

¿Queremos decir con todo lo anterior que creemos nosotros que estas Jornadas Pedagógicas han de resolver toda esa serie de cuestiones, hasta en sus más pequeños detalles...? Nada de eso. No somos tan orgullosos, ni tan ingenuos. Nosotros sabemos que las experiencias prácticas dependen de un gran número de factores de orden económico, político y social que cambian según los países, las regiones, las localidades y los pueblos. En estas sesiones se aspira, sobre todo, a proponer principios generales que sirvan de directivas para nuestros trabajos futuros. Nos sentiríamos satisfechos de los resultados de estas Jornadas si con ellas se consiguiese situar claramente la posición de todas estas cuestiones ante las necesidades actuales y futuras de la Sociedad.

Las Jornadas Pedagógicas, más que una acumulación de documentos y de informes, han de ser el punto de partida de otros trabajos y estudios mucho más profundos.

Eso significa que en estas sesiones no ha de tomarse resolución alguna, ni se votará nada. Las Jornadas Pedagógicas, para nuestra Internacional, son una consulta a los técnicos. Nuestros informantes, escogidos en diferentes países entre técnicos que profesan las opiniones políticas y sociales más diversas, nos han comunicado con toda libertad sus ideas. Nosotros les agradecemos desde aquí la colaboración que han prestado a nuestros trabajos pedagógicos. A todos los que han acudido a nuestras Jornadas Pedagógicas damos la más cordial bienvenida y comenzamos la serie de los informes empezando por el primer tema: “Situación del niño proletario”.

[Pedagogía Proletaria, París 1930, páginas 13-14.]