φñZeferino GonzálezHistoria de la Filosofía (1886)

tomo segundo:4041424344454647484950Imprima esta página

§ 47. Alejandro de Hales

Alejandro de Hales (doctor irrefragabilis), oriundo del condado de Glocester en Inglaterra, completó su educación científica en París, donde había explicado ya Filosofía y Teología cuando en 1222 abrazó la nueva regla de San Francisco, contribuyendo con su resolución y su saber a dar nombre y prestigio a la reciente Orden. Murió en 1245, dejando incompletas sus Quaestiones seu Commentaria in libros quatuor sententiarum, obra conocida y citada también con el nombre de Summa theologiae. [190]

Lo que principalmente distingue y caracteriza sus escritos es: 1.º, la aplicación general y seguida del método silogístico a las materias teológicas; 2.º, el conocimiento más completo y exacto de los escritos de Aristóteles, pues mientras que sus predecesores apenas conocieron más que los tratados comprendidos en el Organon, Alejandro de Hales conoció casi todos los escritos del filósofo, sirviéndose de los mismos para explicar las materias teológico-filosóficas. También cita y utiliza los nombres y opiniones de Platón, de algunos filósofos árabes, y especialmente el de Avicena. El escritor franciscano, como los escolásticos posteriores, propúsose utilizar en favor de la Religión y de la Filosofía cristiana los nuevos elementos de cultura intelectual que del Oriente, de la Grecia y de la España habían aportado a la Europa. Así, por ejemplo, vésele interpretar y modificar en sentido cristiano la teoría platónica acerca de las ideas y del mundo inteligible: mundum intelligibilem nuncupavit Plato ipsam rationem sempiternam, qua fecit Deus mundum.

Según Alejandro de Hales, la razón humana sólo puede conocer la existencia de Dios, pero no su esencia: Cognitio de Deo quia est potest haberi per naturalem rationem, sed cognitio quid est, non. Y no se crea que habla sólo del conocimiento perfecto o comprensivo, puesto que exige el auxilio de la gracia, aun para el conocimiento impropio e imperfecto de Dios por parte de su esencia {1} en la vida presente. [191]

Al lado de esta tendencia a disminuir el poder de la razón humana, descúbrese en este escritor otra que parece contraria, puesto que reconócela legitimidad de la demostración ontológica de San Anselmo.{2} Por otra parte, afirma o supone que el conocimiento de la existencia de Dios es innato y connatural al hombre: Omnibus cognitio existendi Deum, naturaliter inserta est.

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{1} «Cognitio vero quid est, et qualis est: quid est secundum substantiam; qualis (ut liceat ita loqui) secundum personalem proprietatem, non potest haberi per naturalem rationem, sed impropria, imperfecte et in aenigmate habetur per gratiam, perfecte vero per gloriam.» Sum. universae Theol., 1.ª p., cuest. 2.ª, miemb. 2.º, art. 1.º

{2} «Nullus quippe intelligens id quod est Deus, potest cogitare quia Deus non est... Deus enim est id quo majus excogitari non potest, quod qui bene intelligit, utique intelligit id ipsum sic esse, ut neo cogitari possit non esse.» Ibid., cuest. 3.ª, miemb. 2.º