φñZeferino GonzálezHistoria de la Filosofía (1886)

tomo tercero:4041424344454647484950Imprima esta página

§ 46. Crítica

El resumen hecho de la doctrina de Campanella demuestra la exactitud de lo que ya dejamos indicado; a saber: que la concepción del filósofo italiano, tomada en conjunto y totalidad, representa y contiene ideas atrevidas, falsas y erróneas, especialmente en el orden político-social y en el terreno cosmológico, al lado de puntos de vista dignos de atención y más o menos originales, de teorías científicas y de ideas profundas e ingeniosas. Si Campanella hubiera sabido moderar el fuego de su imaginación, dirigir o encauzar su erudición, y emplear con más sobriedad los arranques de su genio, merecería sin duda puesto distinguido entre los más ilustres representantes de la Filosofía. Así y todo, y a pesar de sus aberraciones, su mérito no es inferior al de Bacón y al de Descartes, y si los historiadores de Filosofía no se ocupan en Campanella tanto como de Bacón y de Descartes, es acaso porque el primero, en medio de sus defectos, conservó el espíritu, aunque no siempre las conclusiones de la Filosofía cristiana, rechazando constantemente el principio racionalista que palpita en el fondo de la doctrina de los segundos. Sólo así se comprende que Bacón sea considerado como el promovedor del método experimental y de las ciencias físicas y naturales, cuando sabemos que rechazaba la teoría astronómica de Galileo, mientras que Campanella escribía un tratado en favor de éste (Apologia pro Galileo, mathematico florentino) [213] y de su doctrina, y siendo así que en 1591, y por consiguiente antes que Bacón diera a la estampa su Novum Organum, Campanella publicaba en Nápoles una obra destinada especialmente a rehabilitar el estudio directo y experimental de la naturaleza, y combatir el método hasta entonces seguido{1} por la mayor parte de los filósofos, que resolvían las cuestiones de física por la enseñanza y autoridad de Aristóteles y no por la observación de la naturaleza.

Una cosa parecida puede decirse con respecto a Descartes, pues sin él, y mucho antes que él, proclamó Campanella la independencia relativa, la independencia cristiana y no racionalista de la razón en materias filosóficas y científicas, llamando a la vez la atención sobre el valor e importancia del sentido íntimo en sus relaciones con la certeza y como punto de partida para la especulación filosófica.

En medio de sus errores y extravíos político-sociales, Campanella ataca con gran vigor a Maquiavelo, de quien dice, entre otras cosas, que fuit omnium scientiarum expers, et tantummodo astutiam quamdam ex historia rerum hausit humanarum. Al egoísmo maquiavélico y al principio utilitario del político florentino, Campanella, inspirado por el buen sentido cristiano, opone el principio de la probidad o justicia [214] natural,{2} y el gran principio del amor universal de los hombres y de Dios.

Por lo que hace a los elementos internos y a las fuentes históricas de su doctrina, ésta entraña y representa una concepción sintética, o más bien sincrética, en la cual el fondo esencial de la doctrina de Santo Tomás con respecto a la Filosofía propiamente dicha, se halla desenvuelto y modificado por ideas propias u originales, y por ideas tomadas de Pitágoras, Platón, Aristóteles, Zenón, Empédocles, Alberto Magno, así como de los místicos cristianos y de varios filósofos árabes y judíos. Porque la erudición de Campanella fue, sin disputa, muy superior a la erudición de Bacón y de Descartes.

Añadamos, para concluir, que Campanella fue uno de los escritores más fecundos de la época, como lo demuestra el número grande de sus obras{3} y la [215] diversidad de materias tratadas en las mismas. Después de esto, es preciso confesar que Teófilo Raynaud anduvo injusto, hasta rayar en ridículo, cuando apellida a Campanella ignorantissimus. Su correligionario, el cardenal Palavicini, fue más exacto y atinado en su juicio sobre nuestro filósofo, cuando le apellida vir qui omnia legerat, omnia meminerat, praevalidi ingenii, sed indomabilis.

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{1} He aquí el título completo y significativo de esta obra: Philosophia sensibus demonstrata, et in octo disputationes distincta, adversus eos qui proprio arbitratu, non autem sensata duce natura philosophati sunt; ubi errores Aristotelis et asseclarum, ex propriis dictis, et naturae decretis convincuntur, et singulae imaginationes pro ea a peripateticis fictae rejiciuntur.

{2} «Probitas ergo victoriam parit, et sublimis amor erga genus humanum, et zelus Dei... at e contra, futilem vel nullam victoriam parit proprius amor, in quo fundat suam Machiavellus politicam rationem, quam vocant De statu sui secuaces.» Atheismus triumph. seu contra Antichrist., cap. X.

{3} Además de las ya citadas en el texto, Campanella escribió, entre otras, las obras siguientes: Philosophiae rationalis partes quinque, videlicet, grammatica, dialectica, rhetorica, poetica, historiographia, juxta propria principia. Disputatio in prologum instauratarum scientiariam, ad scholas christianas, praesertim parisienses. Universalis philosophiae, seu metaphysicarum rerum, juxta propria dogmata, libri XVIII. Metaphysica rursus recognita et omnibus numeris absoluta. Disputatio ad utramqae partem de motu terrae, et quiete vel solis, vel telluris. Commentarius de sensu rerum, et alter de investigatione rerum. Philosophia pythagorica. Empedoclis philosophia instaurata, et nova physiologia, juxta propia principia. De modo sciendi et physiologica. Astrologicorum libri sex, in quibus astrologia, omni superstitione Arabum et Judaeorum eliminata, physiologice tractatur, secundum Sacras Scripturas et doctrinam S. Thomae et Alberti, et summorum theologorum.