Carta del ex ministro francés Sr. Ives Guyot

Señora:

Dos veces he estado para encontrarme con V.; en casa de la Señora de Rute, y en La Fronda; pero inaplazables quehaceres me lo estorbaron. Acabo de leer su notabilísima conferencia, donde presenta V. mi libro sobre España como tipo de la leyenda negra. No obstante, me dispensa V. la atención de considerarme amigo de España –amigo involuntario. Razón tiene V. y con razón admiro yo el valor que V. despliega para destruir la leyenda dorada. Lo hace V. con una elocuencia y una galanura de estilo sorprendentes. Si otra vez escribiese yo acerca de España, me permitiré entresacar algunos fragmentos de ese cuadro tan rico de color y de relieve.

Creo que si algo nos separa profundamente en opiniones, es la cuestión religiosa. Por desgracia V. está penetrada de ese catolicismo deprimente, que hace creer en milagros, subordina la dirección de cada fiel a la voluntad de otro, y acaba por crear el espíritu perseguidor. Mientras España no se liberte de su clero, de sus prácticas, de sus efigies, le será asaz difícil regenerarse.

Mucho celebraría, señora, poder dar a V. gracias de viva voz y conversar con V. Suplico a la señora de Rute que ponga esta carta en manos de V., y la ruego acepte el testimonio de mi respetuosa consideración.

Ives Guyot.