Emeterio Valverde Téllez (1864-1948) · Crítica filosófica o Estudio bibliográfico y crítico de las obras de Filosofía escritas, traducidas o publicadas en México desde el siglo XVI hasta nuestros días (1904)
Capítulo XXX
«La Materia, la Inteligencia y la Vida»
NO de ellos, y de los más exaltados, es el Doctor D. Fortunato Hernández, quien ha escrito un folleto en cuarto menor de 117 páginas: La Materia, la Inteligencia y la Vida, – por el Dr. Fortunato Hernández. – México. | Oficina Tip. de la Secretaría de Fomento, | Calle de San Andrés núm. 15. (Avenida Oriente, 51). | 1901.
La tesis inaugural del Señor Doctor, fecha en 1886, se intitula: Algunas consideraciones sobre el Sonambulismo.
Los insultos y blasfemias que en la página 7 y en alguna otra vierte contra nuestra Religión, no son argumentos, sino desahogos de odio y de falta de cultura. Tenemos idea muy distinta y muy alta de un espíritu imparcial, sereno, científico.
El libro es eminentemente positivista y rudamente materialista: para el Sr. Hernández, la materia es inteligente, la inteligencia y la vida no pasan de ser meros fenómenos de la pura materia, como la luz, el calor &c.; la materia es eterna: en suma, hallaréis en el libro el dogmatismo materialista llevado a los últimos extremos.
Ahora están saliendo a luz interesantísimos trabajos en que se concilian las verdades de la Filosofía cristiana, con los adelantos de las ciencias naturales. El Dr. Mercier, Profesor de Filosofía y Director del Instituto Superior de [480] Filosofía en la Universidad de Lovaina, ha publicado, Los orígenes de la Psicología contemporánea y un magnífico Curso de Filosofía; los Padres Agustinos del Escorial, Arnaiz y Martínez Núñez; los Jesuitas de Backer y Sortais; el P. Fr. Juan T. González de Arintero y otros varios, se han ocupado y se ocupan de los más arduos problemas de la psicología y de la biología, y sus luminosos estudios han merecido aplausos de los verdaderos sabios. ¡Pero son obras de frailes mentecatos!, ¿leerlas un positivista que ha descendido hasta el fondo, que ha llegado al extremo período de sus extravíos filosóficos? ¡Nunca!, esos ruines libros se condenan a priori, aunque la ciencia positiva repruebe el apriorismo.
El Sr. Dr. D. José Olvera, Médico Cirujano de la Facultad de México, estimado y venerado, así por su ciencia nada común, como por su profunda modestia, ha dado a la publicidad un libro interesante bajo todos aspectos; se llama: Embriología, en sus relaciones con la Religión y la Filosofía, lo hemos leído, y hemos admirado por una parte, la paciente labor del sabio que sigue paso por paso a la naturaleza en el desarrollo intrauterino del hombre, sin omitir detalle o circunstancia por minuciosa que parezca, aprovechando ya los actuales adelantos de la fisiología y biología celular, especialmente observados por el célebre histólogo español Ramón y Cajal: por otra aplaudimos de corazón el recto criterio cristiano y el valor civil del Sr. Dr. Olvera, para sobreponerse a la atmósfera materialista y deducir y confesar, como lo hace frecuentemente, el poder, sabiduría y providencia de la Primera Causa. Siendo pues dicha obra un estudio científico de Embriología, en sus relaciones con el orden psicológico y metafísico, teníamos que mencionarla aquí. En nuestra patria, toca al Sr. Olvera la gloria de ser el primero que pone en práctica el pensamiento del Gran León XIII, al establecer el Instituto Superior de Filosofía anexo a la Universidad lovaniense. [481]
Ha escrito también el Dr. Hernández: Las razas de Sonora y la Guerra del Yaqui. | Talleres tipográficos, J. de Elizalde. | 1902, y tres novelas: En plena lucha. – Transfiguración (Madrid, Librería de Fernando Fe, Carrera de San Gerónimo 2. – 1903) y Desequilibrio. – (Librería de la Vda. de C. Bouret. – París. – México. – 1903.)