José Patricio Fernández de Uribe (1742-1796), México 1999 | José Patricio Fernández de Uribe |
Ivan Escamilla González
José Patricio Fernández de Uribe 1742-1796
El cabildo eclesiástico de México ante el Estado borbónico
Conaculta, México 1999, 313 páginas
José Patricio Fernández de Uribe {1742-1796), eclesiástico criollo sólo conocido hoy por su participación en el proceso que costó el exilio a fray Servando Teresa de Mier, gozó en su tiempo de gran renombre tomo predicador, benefactor público e historiador guadalupanista. A través del relato de su vida, este libro nos ofrece un complejo panorama del pensamiento y la acción del alto clero mexicano en la época de la Ilustración y las reformas borbónicas.
Iván Escamilla González es licenciado en historia por la UNAM, donde también hizo estudios de maestría. Su biografía de Fernández de Uribe mereció uno de los premios Vidas para Leerlas que otorgó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México en 1997.
Cuando este trabajo nació como tesis de licenciatura, pronto fue evidente la necesidad de establecer una estrecha delimitación del tema del proyecto, sin que ello implicara sacrificar la perspectiva global del proceso histórico de la Iglesia y de la propia Nueva España en la segunda mitad de aquel siglo. Una afortunada coincidencia permitió que por medio de un amigo librero cayera en mis manos un pequeño tomo impreso en Madrid en 1821, intitulado Sermones de la Virgen en sus imágenes del Pilar de Zaragoza, y Guadalupe de Mégico. Con una disertación de la milagrosa aparición de Guadalupe. Su autor era el doctor José Patricio Fernández de Uribe, «Canónigo penitenciario que fue –rezaba también el título– de la Iglesia Catedral de Mégico». Una primera indagación me descubrió que Fernández de Uribe fue quien por orden del arzobispo de México, elaboró la censura teológica del ruidoso sermón guadalupano que costara el exilio al célebre procer de nuestra Independencia, fray Servando Teresa de Mier. Este hecho despertó mi curiosidad y continué las pesquisas sobre el personaje. Al poco tiempo, los resultados eran alentadores.
Índice general
- Introducción, 11
- I. La nueva época, 21
- Las raíces familiares
Los perdurables efectos de una educación
Aprendiendo a callar y obedecer
El pastor diligente
De doctor universitario a operario evangélico
- II. Viejas instituciones, 56
- Una ciudad y su párroco
Bucareli o la época de la conciliación
La Academia sitiada
La toma de la rectoría
De cómo dirigir a un noble cuerpo
…Y saber guardar las apariencias
Posdata en tonos grises
- III. Instituciones cambiantes, 94
- Los bienes de este mundo
La cofradía de los afortunados
Una fortaleza criolla
De medio racionero a vuestra señoría
«Yo te conocí pepita…»
El hambre de un reino
La bella unión
Cuando las piedras dieron de comer
«Edad soñada, siglo imaginado…»
- IV. El Siglo de las Luces, 132
- Ama a tu enemigo
El filántropo racional
Encender las Luces
Los muros de San Ignacio
Una escuela para la «polilla»
- V. Privilegios cifrados, 161
- No es lo mismo virrey que se queda, que virrey que se va
El discurso político del púlpito
Paz política y cristiana
Política de virtud contra política de artificio
Monarca del Viejo y del Nuevo Mundo
- VI. La crisis en el poder, 195
- Non plus ultra
El problemático vecino de enfrente
La guerra del fin del mundo
Desilusión y protesta
La última advertencia
- VII. La crisis en el espíritu, 227
- Guadalupe a debate
Depuración y conciliación
La guillotina en las conciencias
Desafío irracional
Más vale prevenir que lamentar
El Caballero del Raciocinio contra Don Quijote
Victoria pírrica
- Epílogo, 262
- Los días del señor canónigo
La última victoria
Los adioses
Derrumbe y olvido
- Fuentes. Índice onomástico, 294