Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía | Mendoza, Argentina 1949 |
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Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo III, págs. 1559-1564.
(Sesiones: VIII. Epistemología y filosofía de la naturaleza.)
El carácter de humanidad, lo que el hombre es íntimamente, se revela más en las obras de arte, de filosofía y de religión que en las de la ciencia. Y más aún se expresa en la filosofía que en el arte, que trabaja las cosas exteriores, el mármol, la piedra, los colores, etc., aun cuando se expresa en y por ellos un estado interior. Es verdad que en este último, en el arte, es necesario que el sujeto se haya cultivado antes de realizar sus trabajos y mientras los ejecuta, pero la acción termina en el exterior.
En cambio en la meditación filosófica, a pesar de que puede referirse a los objetos exteriores, el acto termina dentro del sujeto que piensa, el cual por esto puede perfeccionarse en su manera de pensar, de sentir y de querer, al afinar sus instrumentos de comprensión y las facultades de los actos que realiza, reflexionando sobre ellos. En realidad el filósofo, en vez de trabajar una materia exterior, es el que más trata de conocerse y afinarse profundamente aprovechando de la cultura existente y de las más antiguas y aún del conocimiento de las cosas, todo lo que podría servirle para un desarrollo pleno y armonioso de su personalidad. La filosofía nace del ser más íntimo del hombre y termina en él. Esto no quiere decir que no reflexione en otras cosas entre ese principio y tal fin.
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