Marcelino Menéndez Pelayo
Homenaje a Menéndez y Pelayo

Homenaje a Marcelino Menéndez Pelayo 1899 En 1897 un grupo de amigos de Marcelino Menéndez Pelayo decidieron organizarle un homenaje, para celebrar sus veinte años como profesor de Historia de la Literatura Española (tras ganar la oposición en noviembre, había sido nombrado catedrático el 17 de diciembre, y tomado posesión el 21 de diciembre de 1878). La forma del homenaje, novedosa en España, consistía en la publicación de un conjunto de estudios (no referidos precisamente al homenajeado) «de erudición española». En diciembre de 1897 y enero de 1898 ya había recibido la comisión organizadora (sobre todo: Emilio Cotarelo y Ramón Menéndez Pidal) varios de los textos destinados al Homenaje, la mayor parte de los que en la publicación llevan fecha están datados en los meses del verano de 1898, pero los hay firmados en enero y hasta en abril de 1899. El resultado fueron dos gruesos volúmenes (240×165×85 mm), que contienen 57 trabajos antecedidos por un Prólogo de Juan Valera, publicados sobriamente por Victoriano Suárez: Homenaje a Menéndez y Pelayo en el año vigésimo de su profesorado. Estudios de erudición española, con un prólogo de D. Juan Valera, Librería General de Victoriano Suárez, Madrid 1899, tomo I: XXXIV [dedicatoria: v; prólogo: vii-xxxiv] + 869 páginas; tomo II: 955 páginas [índice: 947-949, erratas: 951-952, advertencia del editor: 953, colofón: 955.] El colofón dice: «Esta obra se acabó de imprimir en Madrid, en la Tipografía de la señora Viuda e hijos de M. Tello, impresor de Cámara de S. M., el día 8 de Julio del año de 1899.» Como puede comprobarse siguiendo el epistolario, el homenajeado no permaneció ajeno al proceso de preparación del homenaje: incluso en una carta del 19 de diciembre de 1898 reconoce Ramón Menéndez Pidal a don Marcelino: «...el orden que V. indica es excelente para el 'efecto artístico' de la obra.»

Grabado de don Marcelino en el Homenaje a Menéndez Pelayo 1899 En el primer tomo se ofrece un grabado de don Marcelino con su firma («L.[uis] Menéndez Pidal pintó, E.[ugenio] Lemus dibujó y grabó.») y se abre con la dedicatoria de la obra: «A. D. Marcelino Menéndez y Pelayo, con motivo del vigésimo aniversario de su profesorado, dedican estos estudios...» seguida por 58 nombres (no aparece el de Juan Valera, autor del prólogo, quizá por ser el único texto en el que se glosa algo la figura del homenajeado), que se corresponden con los de los autores de los 57 artículos (el firmado como 'Espinosa y Quesada' lo hicieron Manuel Remón Zarco del Valle y el Conde de las Navas). La mayor parte de los estudios están escritos en español (incluso por autores extranjeros), aunque algunos aparecen en las lenguas propias de sus autores (portugués: Carolina Michaëlis de Vasconcellos; italiano: Benedetto Croce, Pío Rajna; francés: Léo Rouanet, Mario Schiff) y el latín está presente en las transcripciones de varios documentos. Al final del segundo tomo (el último artículo se cierra con un significativo «Fin de la obra», seguramente para evitar comprometerse con un tercer tomo, del que algunos llegaron a hablar) figura la siguiente:

«Advertencia del editor. Por varias dificultades se ha ido dilatando, más de lo que al principio pensábamos, la impresión de estos dos volúmenes. Como era nuestro propósito dar a luz esta obra dentro del más breve plazo posible, para que coincidiera con el aniversario que en ella se conmemora, se abstuvo la Comisión encargada de coleccionar los artículos, de solicitar la colaboración de los eruditos hispanoamericanos, amigos del Sr. Menéndez y Pelayo, por el natural recelo de que no pudiesen llegar oportunamente los trabajos. Deploramos esta laguna, pero ya no es tiempo de llenarla. Y al mismo tiempo nos complacemos en hacer constar que, a pesar de ser tan numerosos, variados e importantes los estudios que en esta Miscelánea se contienen, todavía hubiera podido acrecentarse con las investigaciones de otros escritores españoles y extranjeros a quienes por olvido dejó de invitarse, y con las de algunos cuyos trabajos llegaron a nuestras manos cuando ya estaba terminada enteramente la edición.»

Esta es la relación de trabajos que forman parte de este Homenaje, por orden alfabético del primer apellido de sus autores, con las páginas que ocupan en cada uno de los dos tomos y, cuando figura en el texto, el lugar y la fecha con la que aparecen firmados:

Este Homenaje con ocasión de los veinte años de Menéndez Pelayo como catedrático resultó coincidir con el momento en el que precisamente don Marcelino abandonó el profesorado activo en la Universidad, al ser nombrado Director de la Biblioteca Nacional el 4 de julio de 1898, para sustituir a Manuel Tamayo Baus. En esos días precisamente se consumaba la pérdida de Cuba: desde la perspectiva de la realidad política que atravesaba España en aquellos momentos, obsérvese el grado de especulación académica atemporal, en pleno escapismo del presente, que se advierte en absolutamente todos los trabajos que conforman este homenaje.

Recopilamos algunos fragmentos de cartas publicadas en el epistolario que se refieren a este Homenaje. Permiten comprobar que Menéndez Pelayo no estuvo desvinculado de la organización, y que incluso corrigió pruebas y sugirió el orden de los trabajos. Tiene curiosidad la franqueza con la que su amigo el bibliófilo y librero portugués Domingo García Peres se refiere al Homenaje, al trasladar a don Marcelino los adversos comentarios realizados por su nieto, quien lamenta por cierto que Unamuno («sin duda alguna el primero, si no el único pensador de la generación actual») no aparezca en el libro:

«Abro la carta porque recuerdo que hace bastantes días me dijo desde Barcelona D. Jose Ramón [Luanco], que se preparaba un libro para conmemorar sus lustros de profesorado. Dígame algo de esto, pues aquí debemos ayudar al merecido homenaje al colega ilustre y al Senador.» (Final de la carta de Fermín Canella Secades, Vice-Rector de la Universidad de Oviedo, a MMP, el 7 de diciembre de 1897, MPEP 14:406.)

«El señor Menéndez Pidal ha insistido pidiéndome algo de investigación propia para el número que te van a dedicar, y de que te supongo enterado. Nunca como ahora he sentido ser tan borrico como soy. Tratarse de ti y no poderte rendir mi homenaje, me tiene frito; pero no sé qué hacer para que no resulte sucia mi patente. (...) ¡Veinte años de profesorado! Parece era ayer que recitabas tiradas de versos latinos en el paraninfo de la Universidad Central. Que al cabo de otros y otros tantos pueda felicitarte tu siempre afmo.» (Carta de J. L. Estelrich a MMP, desde Palma de Mallorca, febrero 1898, MPEP 14:477.)

«Mi querido Maestro: pensaba escribirle hoy para recordarle envíase algun libro suyo á Böhmer, según habiamos convenido, pues me parecia que tardaba demasiado en contestar, pero al fin hoy lo ha hecho, enviando con la carta unas cartas inéditas de Alfonso de Valdés. A pesar de ésto, tomo la pluma para hacerle una consulta: Manuel Serrano había preparado para nuestro libro una noticia de traducciones de Horacio halladas en ms. de la Biblioteca Nacional. ¿Puede ser inconveniente que en un tomo dedicado a V. se inserten algunas adiciones al Horacio en España? Yo no veo en esto nada de particular, y si V. no me contesta á esta carta enviaré a la Imprenta el artículo de Serrano. Caso contrario le ruego me ponga V. dos letras. Wilkens me ha escrito diciendo que ningun asunto español trae entre manos hace mucho tiempo. Ya hay compuestos 5 ó 6 pliegos del libro, aunque aun no se ha tirado nada. Si no hubiera sido el retraso de las últimas invitaciones se hubiera acabado la impresion para Agosto. No sé si la muerte de Tamayo hará que V. venga por aquí unos días. Mucho me alegraria.» (Ramón Menéndez Pidal, Ateneo de Madrid, a MMP, Madrid 21 junio 1898, MPEP 14:606.)

«D. Alejandro Pidal colabora en el libro en honor de V.» (Emilio Cotarelo a MMP, Madrid 6 julio 1898, MPEP 14:623.)

«Gracias a Dios que en este país ha triunfado una vez la justicia y la razón»; [el artículo está terminado, pero añadirá unas preciosas notas y lo enviará al Sr. Cotarelo.] (José Gestoso y Pérez a MMP, Sevilla 11 julio 1898, MPEP 14:639)

«Le he enviado hace dias mis crónicas de Palacio, que al fin se han terminado ya. Si no viene V. pronto le enviaré capillas del artículo de Morel que ya está tirado.» (Ramón Menéndez Pidal, Ateneo de Madrid, a MMP, Madrid 12 julio 1898, MPEP 14:683.)

«Deseo saber ya algo de fijo para marcharme a esa a principios de Agosto y permanecer ahí todo el mes, preparando el programa al lado de V. El libro sigue bien su marcha. Hay ya varios pliegos (12, 13, 14) corrigiéndose 2.ª vez y espero poder llevárselos ya tirados cuando vaya. Llevan los trabajos de Estelrich Franquesa Croce y Farinelli. Se estan empezando a componer los de Apraiz y Böhmer.» (Ramón Menéndez Pidal a MMP, Madrid 28 julio 1898, MPEP 14:705.)

«Lomba me escribe que recibió lo que le envié para el Homenaje. Algo trasnochado va a resultar el conjunto de trabajos recientes y hechos ad hoc; pero el gusto de verme en él, me hizo saltar por encima de tantos justos escrúpulos.» (Carta de Amós de Escalante a MMP, desde Santander, 13 noviembre 1898, MPEP 15:22.)

«Mi querido Marcelino: Trasladé a Pereda tu pregunta sobre su colaboración en el libro-homenaje, y me dijo que creyó que nadie se acordaba ya de su semi-promesa, y que le asustaba la idea de formar entre esos eruditos. Pero en vista de tu pregunta, y de mis buenas razones, animóse y ha enjaretado su artículo, que anoche nos leyó en la tertulia. Ha aprovechado unos apuntes sobre las bodas en tierra de Tudanca, que había recogido cuando se disponía a escribir... Peñas Arriba. Yo creo que presentado por otro cualquier escritor la cosa parecería, como es, muy pobre, pero sazonado con el estilo de Pereda y con una muy graciosa humildad con que él lo presenta en una carta a ti, que antecede al artículo, hará muy bien, harto mejor para mí y otros, que esas disquisiciones sobre tal o cual edición de Amberes...» (Carta de Enrique Menéndez Pelayo a MMP, desde Santander, 29 noviembre 1898, MPEP 15:49.)

«Muy estimado señor profesor: ¿Le sorprende que yo sepa que el día 20 de dic. de este año es un día de homenaje, de fiesta y de gratitud para Vd.? Primero le voy a confesar de dónde me ha llegado esa noticia: del Ateneo de Madrid, de sus amigos Ramón Menéndez Pidal y Emilio Cotarelo, así descifro la firma. Pues, aunque yo me entero desde lejos de la importancia de este dia para Vd., no quiero callar mi fuente de información. Permítame bondadosamente dirigirle a Vd. unas palabras de felicitación y gratitud. Puede Vd. volver la vista a las 2 décadas de su actividad académica en la cátedra de la universidad y en la Academia de Historia...» (traducción de la carta en alemán de Cornelius A. Wilkens a MMP, desde Kalksburg bei Wien, 17 diciembre 1898, MPEP 15:71.)

«Mi querido Maestro: recibí el precioso artículo de Pereda; el orden que V. indica es excelente para el «efecto artístico» de la obra. Recibí de Florencia el original de Rajna y le podré proporcionar un mapa de Roncesvalles que necesita. No olvidaré enviarle los pliegos que se tiren. Le abraza su afmo, am.º y servidor.» (Ramón Menéndez Pidal a MMP, Madrid 19 diciembre 1898, MPEP 15:73.)

[Eduardo Hinojosa tiene ya su trabajo para el libro-homenaje, sobre «Estancia de Alfonso V en Nápoles»] (resumen de la carta de Francisco de Bofarull, Jefe del Archivo General de la Corona de Aragón, a MMP, desde Barcelona, 31 diciembre 1898, MPEP 15:91.)

«Querido Maestro: adjuntas las capillas de todo lo tirado hasta ahora. No fue más porque el trabajo de Rajna salió plagado de erratas y tuve yo que detenerlo aquí una porción de días para corregirlo antes de enviarlo a Florencia y aun no ha sido devuelto. Está para tirarse lo de Lomba, Hübner y Rajna. Todo el original está reunido menos el de E. Hinojosa, Alejandro, Viñaza, Navas y mi hermano Juan, así que en todo Febrero acabaremos.» (Ramón Menéndez Pidal a MMP, Madrid 7 enero 1899, MPEP 15:105.)

[Si sus amigos del Homenaje se extienden más no podrán publicarlo hasta el año que viene; sólo quieren meterse y lucirse a costa de su nombre. No le gusta nada la forma del libro; que le traiga otro mejor.] (resumen de la carta de Joaquina de la Pezuela a MMP, desde San Pantaleón de Aras, 16 junio 1899?, MPEP 15:361.)

«Mucho deseo poseer y hacerme leer un ejemplar del Homenaje. Supongo y espero que me le habrán enviado y que le tendré ya en mi casa de Madrid. Como pronto volveré por allá, no dispongo que me le envíen.» (De Juan Valera a MMP, San Ildefonso, 19 septiembre 1899, MPEP 15:458.)

«El Homenaje se puso a la venta el día primero de mes, y ya habrás visto el anuncio que en El Imparcial puso Mariano de Cavia.» (MMP a Enrique Menéndez Pelayo, Madrid, 6 octubre 1899, MPEP 15:472.)

[Agradece los dos tomos del libro homenaje que le ha enviado, de «el héroe que ha dado motivo en estos tristes momentos a esta explosión literaria».] (Resumen de la carta de Emilia Gayangos de Riaño a MMP, Madrid 13 octubre 1899, MPEP 15:474.)

[Le envía una copia del proyecto para el tomo 3.º del Homenaje, para que se lo comunique a los amigos; guarda otra para cuando vuelva Uhagón, que le sirva para facilitar la edición. La gripe le ha impedido ver al Duque de Rivas, pero lo hará pronto.] (Resumen de la carta de José María Asensio a MMP, 1 noviembre 1899, MPEP 15:485.)

«Mi querido amigo: Adjunto va el número 4.º del Bulletin hispanique de Burdeos, donde, encontrará Vd. una reseña del Homenaje encabezada con un prologuito sobre su brillante carrera literaria. Aprovecho la ocasión para felicitarle muy cordialmente por la grandiosa y espontánea manifestación de los amigos y discípulos que prueba la notabilísima influencia ejercitada por Vd. en el desarrollo de los estudios de literatura erudita; también la aprovecho para recomendarle nuestro modesto Bulletin, que poco a poco y con la ayuda de todos irá mejorándose: tal vez podría Vd. influir en que se suscriban los más importantes centros literarios de Madrid.» (Alfred Morel-Fatio a MMP, París 17 diciembre 1899, MPEP 15:527.)

«Nada me has dicho todavía del artículo que te dediqué en el consabido Homenaje, por el que te doy el más entusiasta parabién.» (Antonio Rubió Lluch a MMP, Barcelona 30 diciembre 1899, MPEP 15:534.)

«...¿Qué te ha parecido del Homenaje? A mí me ha satisfecho en gran manera, y creo que es el honor más grande que he recibido en mi vida. Hay en él estudios de primer orden, y casi todo es nuevo y útil. (...)No sé qué mosca ha picado á tu Rector Luanco, que ni me dió el pésame cuando se murió mi padre, ni me ha dado ahora parte de su nuevo cargo. Para ambas cosas se ha dirigido á mi hermano: cosa que me sorprende sobremanera, puesto que yo no le he faltado en lo más mínimo, sino que por el contrario le he hecho siempre muy buenas ausencias. Pero en fin, yo no tengo humor de descifrar enigmas ni de templar gaitas.» (MMP a Antonio Rubió Lluch, Santander 14 enero 1900, MPEP 22:1140.)

«Mi estimado Amigo: como le envié el parecer de mi nieto sobre el tomo 2.º de Homenaje hagolo hoy [del] 1.º que acabo de recibir. Contrariado lo hago, por que su silencio, recelo, sea motivado por desagrado que tal le haya causado juizio tan poco lisonjero sobre asunto, que a V. devia serlo, pero como la cosa queda entre ambos allá va, aunque de esta V. conserve la misma reserva que del 1.º Disculpe la osadia a su verd.º y afectuoso amigo.» [Traducción de la carta citada: «Querido abuelo: Ahí va lo que faltaba sobre el libro Homenaje a Menéndez y Pelayo. Desgraciadamente, el primer volumen se parece al segundo y poco tengo que modificar de lo que ya le había dicho. Valera (cumplió, como dicen en los toros) está serio, discreto y sobrio, según el plan que se traza, impecable, como todo lo que le sale de las manos, pero era de desear que se hubiese propuesto un plan completamente diferente, que hubiese hecho un estudio psicológico completo de Menéndez Pelayo, estudiado éste como individuo y como elemento de colectividad, descrito en su actual situación espiritual, y al mismo tiempo cuidadosamente investigado en la evolución de su genio. Además, se desearía un estudio de psicología comparada e histórica que estudiase en Menéndez Pelayo lo que se deriva necesariamente de su cualidad de español, lo que se puede atribuir a los procesos por que pasó su educación, a los medios en que se desenvolvió su espíritu de las influencias de los maestros, que pudiese dar su genealogía tanto corporal como espiritual. En una palabra, se desearía una biografía científica y filosófica de Menéndez Pelayo. ¿Habría en España quien lo hiciese? Me parece que entre los escritores que yo conozco, apenas uno, que es sin duda alguna el primero, si no el único pensador de la generación actual: Unamuno, uno de los discípulos que no aparece en el libro, y que haría más falta de lo que se supone. Su affmo. nieto, F. García.»] (Domingo García Peres a MMP, Setubal 22 enero 1900, MPEP 15:554.)

«Ha llegado á mis manos el honrosísimo y merecido homenaje que sus connacionales y los más ilustres hispanófilos extranjeros han tributado á Vd. con motivo del vigésimo aniversario de su cátedra. No podía haberse fabricado más espléndida corona para su frente. Reciba Vd. mis más ardientes felicitaciones.» (Calixto Oyuela a MMP, Buenos Aires 28 febrero 1900, MPEP 15:592.)

«Mi estimado amigo y distinguidísimo paisano: Por el correo de hoy le remito, en paquete certificado, 23 cuartillas que contienen un artículo mio con poco conocidas noticias de un castillo que hubo en mi pueblo, cuyo artículo, si á V. le agrada, puede desde luego hacerme el favor de enviarsele á los encargados de la confección del tomo 3.º del consabido Homenaje estudios de erudición etc., y de no agradarle, tomarse la molestia de retornarmele.» (Eduardo de la Pedraja a MMP, Santander 27 abril 1900, MPEP 15:636.)

«Mi siempre querido amigo. ¿Cómo ha podido Vd. imaginar que nuestra amistad de tantos años había de entibiarse en lo más mínimo por nuestra diferencia de juicio acerca del libro con que mis amigos me han honrado? Claro es que mi criterio en este punto difiere radicalmente del que expone su nieto de Vd. y Vd. patrocina; y que yo de ninguna manera (aun prescindiendo de la gratitud que aqui no viene al caso, y juzgando con entera imparcialidad) me atrevería a tratar con tan supremo desdén trabajos tan doctos y concienzudos como los de Hinojosa, Hübner, Menéndez Pidal, Haan, Berlanga, C. Michaëlis y otros muchos. Confieso que me siento incapaz de ejercer una crítica tan severa y trascendental, y que por mi parte preferiría ser autor de algunas de esas memorias á serlo de la mayor parte de lo que he escrito. Pero, en suma, nada de esto importa nada. La variedad de pareceres y juicios es necesaria y conveniente entre los hombres, y todos debemos respetar la opinión agena. No hablemos más del asunto, y tan amigos como antes. No he escrito á Vd. antes, porque he pasado una temporada en Andalucía, y solo á la vuelta he encontrado la carta de Vd. Suyo de todo corazón como siempre.» (MMP a Domingo García Peres, Madrid 29 abril 1900, MPEP 15:639.)

«Mi estimado Amigo: agradezco-le cordialmente la suya del 29 del pasado que vino aliviarme del pesar que sentia de haberle causado enojo. Felizmente fué nuve de verano, y creo que sin inconveniente puedo darle noticia de la impresion grata que me causó el solo anuncio del projecto de sus discipulos y amigos en ofrecerle homenaje con un libro, que juzgué sería, ademas de la expresion de su gratitud por enseñanza recibida, un continente de analisis de sus obras literarias y científicas, y por aquella y estas el influjo que habia tenido en el movimiento progresivo de España &. Vino el libro y su lectura me dió el desengaño de lo imagiracio [sic] que habia sido mi juizio, apesar de fundado en razon, o creyendo tal. Desde luego noté que al título no correspondía; sin el notable prologo con que lo inicia el Sr. Valera a qualquiera otra persona podia ser dedicado: raro es el artículo que á V. se refiere o cita su nombre, y todos, buenos y medianos, sobscribirse con el Non est hic locus podrian. Y así sucedió, por la falta de los progenitores y propagadores de tan simpatica idea, de no haber previamente formado un plan para la composicion del libro, y de establecer las condiciones que se requerian en los artículos para ser en él contenidos; falta que les quitó la libertad y derecho para rehusar su admision y negar su publicacion por baladis que fuesen. Sin ser esperado apareció aquí mi nieto, en ocasion en que quasi terminaba la lectura del 2.º tomo, y así que lo vio dice «ya suponia que V. lo tendria, y que le parecido á V.?» respondile «no mal, pero me ha disgustado por hallarlo ageno de todo lo que habia imaginado que seria, refiriendole lo que arriba dejo expuesto. Despues, tu me dirás tu parecer no solo d'este tomo 2.º que llevas, como del 1.º que enviaré asi que lo reciba de quien lo tiene prestado. Satisfizo mi pedido a los 8 dias de su partida, enviandome la 1.ª carta. Cuando le envié el tomo 1.º le escribí acusando el recibo de la suya diciendole que lo hallaba exagerado y en demasia riguroso en su juizio, y pediale me lo diese de algunos de los principales artículos, o a lo menos de los de Michaelis y Berlanga que eran los que me habian gustado y parecido de los mejores, como ya aquí se lo hábia dicho. Vino 2.ª carta, recibido este tomo, no menos cruda que la 1.ª que si no hubiese yo cometido la imprudencia de mandarselas confidencialmente nadie tendria conocimiento de ellas, ni V. agravio, por el que juzgaba hecho injustamente a sus Amigos. Pasado algun tiempo sin correspondernos, me sorprende con el artículo de la Michaelis y despues otros y otros y con oferta, segun notas en las mismas papetas [sic] de p.ª 2.ª lectura, para más adelante. Allá se los envio y por [ellos] verá que el Leon no es tan feroz como supone y... no puedo continuar aqui fenece el relato del libro del homenaje, para no molerle mas. Su afetm.º amigo Domingo García Peres. Recuerdos a nuestros Amigos Valera, Pereda y Galdos.» (Domingo García Peres a MMP, Setubal 10 mayo 1900, MPEP 15:649.)

«Muy señor mío: Me atrevo á dirigirle la presente, porque sé que es patrimonio de hombres de gran ingenio la benevolencia para con el vulgo de los mortales, en cuyo número me incluyo. Alejados como estamos, para desdicha nuestra, del movimiento literario de la península, llega, no obstante, á nuestras playas el eco simpático de los triunfos de varones preclaros como Vd., y es escuchado con singular deleite por los que no sentimos en nuestro corazón el olvido y la ingratitud generales en estas regiones, hacia la metrópoli. Por eso nos hemos asociado al homenaje que la España contemporánea, representada por sus más esclarecidos ingenios, ha tributado poco ha al paladín católico, al profundo erudito, al escritor castizo, al filósofo de amplísimo criterio; en una palabra, al genio enciclopédico de nuestros tiempos. Los rasgos geniales de su vigorosa personalidad, la ingente labor á que ha puesto V. hombro, la vastísima erudición y envidiable percepción estética que lo exornan, son muy conocidos entre nosotros; y quizás, en no lejano tiempo, tendrá Vd. por pedestal de su inmarcesible gloria á España y las naciones sud-americanas que, olvidando odios mutuos, se estrechan en efusivo é íntimo abrazo. No extrañe Vd., pues, que quien lo conoce, como yo, de oídas, por los gratos recuerdos que mi padre conserva de Vd. y ha leído el capítulo que á Vd. se refiere en los «Recuerdos de España» de nuestro Palma, se dirija á Vd. como á venero de ciencia inagotable.» (Francisco García Calderón Rey a MMP, Lima 22 junio 1900, MPEP 15:713.)

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