Carta postulatoria de Su Excelencia el Jefe del Estado Español Don Francisco Franco Bahamonde a Su Santidad el Papa Pío XII
Implorando la pronta beatificación del Siervo de Dios Claudio López Bru segundo Marqués de Comillas
16 de febrero de 1954
Con fecha 24 del pasado febrero, escribía el Excmo, Señor Ministro de Asuntos Exteriores al Padre Eduardo F. Regatillo, S. J., Postulador de la Causa de beatificación del Siervo de Dios Claudio López Brú, segundo Marqués de Comillas:
«El día 16 fué suscrito por Su Excelencia el Jefe del Estado un texto caligráfico debidamente preparado por el amanuense de nuestro Servicio de Protocolo. En la valija aérea de esta mañana ha salido para nuestra Embajada cerca de la Santa Sede, con instrucciones para el Embajador de que la entregue seguidamente.»
* * *
La prensa española ha publicado el siguiente despacho de Roma con fecha 6 de marzo:
El Prosecretario de Estado de Su Santidad, Monseñor Montini, ha dirigido una carta al Embajador de España cerca de la Santa Sede, señor Castiella, en la que le comunica que:
«ha puesto en las augustas manos de Su Santidad el Papa la carta postulatoria que Su Excelencia el Generalísimo Francisco Franco, Jefe del Estado Español, le ha enviado para implorar la beatificación del Siervo de Dios Claudio López Brú, segundo Marqués de Comillas. El augusto Pontífice la ha acogido con particular benevolencia y ha dispuesto que se envíe a la Sagrada Congregación de Ritos, para que se estudie y tenga la consideración debida».
El texto de la carta, postulatoria, manuscrita con la primorosa mano del calígrafo, es como sigue:
* * *
Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado Español, humildemente postrado a los pies de Vuestra Santidad, con la mayor reverencia expone lo que sigue:
El día 14 de mayo del pasado se cumplió el primer centenario del nacimiento del Siervo de Dios Claudio López Brú, segundo Marqués de Comillas, varón excepcional por muchos conceptos, hijo sumiso y amante, y generoso bienhechor de la Iglesia Católica y del Sumo Pontificado.
Frutos de su magnanimidad y de su largueza son, entre otras fundaciones, el espléndido edificio del Seminario y Universidad de Comillas por él levantado para ser plantel de selectos sacerdotes para España y la América Hispana, del cual el mismo fundador hizo generosa donación en título de propiedad a Su Santidad León XIII, para alojar el Seminario y la Universidad Pontificios. Proclama igualmente su magnificencia la Peregrinación Obrera de 1894, en la que llevó a los pies del mismo León XIII cerca de 18.000 obreros, presididos por 24 Prelados, como homenaje al Papa de los obreros al celebrarse el quincuagésimo aniversario de su sacerdocio; y en fin su generoso proceder, con ocasión del terrible terremoto que en 1908 asoló la ciudad de Mesina, en que ofreció a Su Santidad Pío X un trasatlántico español convertido en hospital bajo la enseña pontificia.
Fué el Marqués de Comillas el fundador de la Acción Católica en España, y su Primer Presidente durante veinticinco años, hasta su muerte, trabajando con increíble constancia y costosísimos sacrificios pecuniarios, y consiguió notables triunfos en sus luchas para abolir leyes impías en materia de educación y sobre los derechos de las Ordenes Religiosas.
Las Misiones españolas de Marruecos y del Golfo de la Guinea le tuvieron por su más benemérito patrono.
Al apostolado social dedicó la principal actividad de su vida en fidelidad a una resolución aprobada y bendecida por el mismo Sumo Pontífice en la Peregrinación obrera. Entre las instituciones sociales que él fundó destacan los Círculos católicos de obreros y el benemérito Banco Popular de León XIII. A él deben en gran parte, su origen, las primeras leyes sociales de España: mucho antes que el Estado las promulgase, ya las tenía él implantadas en sus empresas, siendo en todas éstas el ejemplar del patrono católico, que procedía siempre al dictado de las Encíclicas Pontificias y de las enseñanzas episcopales.
En premio a sus egregios servicios Papas y Reyes le concedieron excelsos títulos nobiliarios y las más altas condecoraciones. León XIII le honró con los títulos de Caballero de San Gregorio Magno y de la Orden Suprema de Cristo, Pío X con las insignias de Caballero de la Espuela de Oro. Los monarcas españoles llegaron a otorgarle el más encumbrado de los honores, el Toisón de Oro. Varón humildísimo, en medio de todas las grandezas, jamás pretendió uno solo de estos honores, y rechazó muchos otros.
Las riquezas, que afluyeron a sus arcas con asombrosa abundancia, jamás se le pegaron al corazón: «Yo sólo las quiero –confesó una vez– para bien de la Iglesia y de la Patria; no perdería la paz aunque las perdiese todas.»
Su santa vida fué coronada con la muerte preciosa de los Bienaventurados.
En el Año Santo de 1925, Vuestro Augusto predecesor Pío XI, de santa memoria, ante más de 200 profesores y alumnos de la Universidad de Comillas, pronunció un magnífico elogio de la santidad del recién difunto Marqués de Comillas, «a quien tuvimos –dijo– la suerte de ver y de oirle y hablarle; y conocer, como era fácil, aquella su piedad, que tan claramente se traslucía en sus palabras y en todo su aspecto, no solamente bueno y piadoso, sino tan alta y místicamente virtuoso, que respiraba santidad...»
Esta fama de santidad prosiguió y prosigue hoy, siendo muchos los que la invocan, para conseguir por su intercesión favores del cielo; atribuyéndosele curaciones prodigiosas y otras gracias extraordinarias.
Una vez que ha sido terminado el proceso diocesano para su beatificación, Nos, como Jefe de la Nación Española, a quien cupo la dicha de engendar un hijo tan esclarecido, Nos consideramos en el deber de secundar los anhelos de tantos españoles, que ansían venerar pronto en los altares al Siervo de Dios; y elevamos humildes súplicas a Vuestra Santidad, para que se digne acelerar el día feliz en que las insignes virtudes que en vida de él admiramos, resplandezcan con nuevo fulgor aureoladas con la gloria de la Beatificación.
Esperando ver cumplidos estos ardientes deseos de la Nación y Nuestros, besamos con el mayor acatamiento y la más profunda reverencia los Augustos Pies de Vuestra Santidad.
Dado en El Pardo, a 16 de febrero de 1954.
Firmado: Francisco Franco Bahamonde
* * *
Se ruega encarecidamente a los directores de diarios, revistas y radios la reproducción de esta carta.
Universidad Pontificia de Comillas, a 15 de marzo de 1954.
Eduardo F. Regatillo, S. J.
Postulador de la Causa da Beatificación.
{Reproducido, atendiendo al ruego intemporal del padre Regatillo, en Unión Fraternal, Seminario-Universidad Pontificia, Comillas, año XLV, número 179, noviembre 1954, páginas 370-373.}