Anteproyecto de Ley Orgánica de Educación
El PSOE busca eliminar la filosofía del bachillerato español
30 de marzo de 2005
- Ni Ética ni Filosofía, el PSOE quiere Educación para la ciudadanía
- Concentración en defensa de la filosofía, Madrid, 12 de mayo de 2005
- La concentración del 12 de mayo de 2005
El miércoles 30 de marzo de 2005 el Ministerio de Educación y Ciencia de España hizo público el Anteproyecto de Ley Orgánica de Educación, que promueve el Partido Socialista Obrero Español, en el gobierno tras las elecciones de 14 de marzo de 2004, ley destinada a sustituir la Ley Orgánica de Calidad de la Educación, de 23 de diciembre de 2002, promovida por el Partido Popular. De realizarse lo previsto por los dirigentes socialistas se produciría en muy pocos años la desaparición del cuerpo de profesores de filosofía de la enseñanza media española (constituido hoy por varios miles de profesores), principal destino profesional de los licenciados formados en las, hasta ahora, numerosas facultades de filosofía existentes en España. Sobre este asunto debate en los foros de nodulo y en los de la SFRM de Murcia, la serie Filosofía legal en el bachillerato español de Julián Arroyo; su crítica en el artículo de Antonio Romero Ysern; la breve exposición sobre la evolución de los estudios de filosofía en el bachillerato contenida en el artículo de Gustavo Bueno, y su opúsculo ¿Qué es la filosofía?; Demetrio Pérez: Sobre la denominada Educación para la ciudadanía, Joaquín Robles: Educación para la ciudadanía: Protágoras y Gorgias, &c.
- ¡Viva la LOE! ¡Muera la inteligencia!, José García Domínguez
- Democracia y Filosofía, Paco Giménez
- Muerte del pensamiento en las aulas, Jesús Muiño
- Re: Muerte del pensamiento, &c., Joaquín Robles López
- Un error, Enrique Ujaldón
- Hay que contar con el profesorado, María Dolores Pardo
- Comunicado de la SEPFI, Luis María Cifuentes
- Aniquilar la Filosofía, Inmaculada Morillo Blanco
- Apostando por la mediocridad, Jesús Domingo Martínez
- Los alumnos tendrán menos Filosofía en el Bachillerato, Pedro Simón
- Ciudadanía y pensamiento, Luis Arias Argüelles-Meres
- A favor de la filosofía, Joaquín Brotons Navarro
Libertad digital, domingo 3 de abril de 2003
¡Viva la LOE! ¡Muera la inteligencia!
En Estepaís, escribir sobre educación es llorar. Y cuando uno se propone hablar otra vez a las piedras, al disponerse a encerrar en 450 palabras el hastío del profesor vocacional que fue, invariablemente le viene a la mente aquella frase de Fernández Ordóñez: «España, ese lugar en el que siempre hay que estar combatiendo por lo obvio.» Haber de luchar eternamente por lo evidente, acaso nada exista más tedioso, más irritante, más agotador.
Decíamos anteayer: Igualar por abajo a todos es el objetivo último de una utopía de la mediocridad que desde que se dejó la transmisión de la cultura en manos de los pedagogos y los sindicatos –y el BOE en las de Maravall–, inspira la preparación de los jóvenes para seguir instalados en la adolescencia de por vida. He ahí el clímax de una quimera alucinada que los habrá de programar para un mundo en el que las elecciones individuales carezcan consecuencias significativas; el alucinógeno que simula una existencia en la que no hay costes, y una vida que rehúsa aceptar el riesgo de elegir y la incertidumbre, porque la supone acorde con ese prejuicio de la izquierda según el cual el Estado posee el poder demiúrgico de anticipar el futuro con su saber arcano. Ante nosotros la estafa disfrazada de pupitre que los habrá de catequizar cara a una existencia de niños en la que el Leviatán reclama la patria potestad de la sociedad.
Decíamos ayer: Cautivo y desarmado el PP, los adolescentes han alcanzado su primer y último objetivo: ya no deberán superar molestos, pesados y unilaterales exámenes al pasar de un curso a otro. El derecho a la ignorancia, la gran conquista de los hijos de los trabajadores durante el felipismo, acaba de ser restituido. La LOCE, el instrumento del que se quería valer la derecha más reaccionaria para suprimir el diálogo a gritos en el aula como pauta de evaluación del rendimiento escolar, no se aplicará jamás. ¡Muera la inteligencia! ¡Viva la nueva LOE esa!
Hoy, en este Dos de Mayo de los mediocres, llegada la yihad de los cansaos a la victoria final, consumada triunfalmente la intifada de los zurupetos, en el glorioso instante cero del Chernobil de la cultura, ¿qué más añadir? Apenas nada. Únicamente reconocer que hemos perdido. Definitivamente. Que nos han vencido por no comprender que la infancia ya no debe ser andén de espera biológico, sino territorio político a colonizar. Ciegos por no querer ver, rechazamos que democracia significara paidocracia. Y ahora lo pagarán nuestros hijos en esa cama de Procusto escolar donde los espera Zetapé. «Lejos de nosotros la funesta manía de pensar.» No, no es aquel viejo lema de la Universidad de Cervera. Al contrario, se trata del muy posmoderno Artículo uno de la Ley Orgánica de Educación.
José García Domínguez
Foros SFRM, www.sociedadfilosofia.org, Murcia, 4 de abril de 2005
Democracia y Filosofía
A estas alturas creo que resulta evidente que el socialismo español es enemigo de la Filosofía. Este postulado encontró su evidencia en la LOGSE y lo que ahora muestra la LOE no es más que su corolario. Decir esto es tanto como decir que el socialismo español es enemigo de la Democracia, puesto que Filosofía y Democracia no son más que dos caras de una misma moneda: aquella que los griegos acuñaron para que el hombre dispusiese de crédito frente a la naturaleza y la historia; aquella que nos arrebatan todos los absolutismos y totalitarismos cada vez que tienen ocasión. Que esto pase desapercibido para un sector importante de nuestro gremio no es sino muestra de hasta qué punto la ideología es capaz de cegar incluso a quienes supuestamente habrían de estar más avisados. Querido Fernando, no cuentes con nuestro gremio para realizar ninguna acción conjunta en contra de esta norma. La mayoría de ellos no querrán ver el desastre que supone, porque la mayoría de ellos están ciegamente enamorados del gobierno que la ha promulgado. Es más, la mayoría de ellos considerará mezquino, gremial y pequeño burgués el que salgamos a la palestra a defender la asignatura en contra de un gobierno que es la vanguardia de la paz mundial. Hacedme caso, queridos Fernando y Enrique: cuando os llegue la marea, contemplad el desastre, poned la vista en la falta de horizontes, saboread la desesperación, gulusmead en el desánimo y solicitad la baja por depresión que, sin duda, nos mereceremos.
Paco Giménez
Foros SFRM, www.sociedadfilosofia.org, Murcia, 7 de abril de 2005
Muerte del pensamiento en las aulas
La muerte del pensamiento significa la muerte de la libertad, libertad de pensamiento, de expresión, de comunicación; significa una violación de algunos de los derechos humanos fundamentales. La filosofía en los institutos significa diversidad y crítica, cuestionamiento, duda, coherencia, razonamiento; y no una mera repetición de contenidos memorísticos sin sentido. A muchos de mis compañeros estas palabras sé que les resultan ingenuas y gastadas; pero puede representar una estrategia muy buena de cara a la sociedad y a la comunidad educativa. Podemos atacar al gobierno donde más les duele, pues va en contra de sus supuestos principios y su supuesto talante. La supresión de la filosofía y la ética en las aulas convierte la educación en algo autoritario, en un mero instrumento para convertir a los jóvenes en cosas manipulables, acríticas. El hecho de que se pretenda convertir una asignatura como la ética, que pertenece al departamento de filosofía, en una «educación para la ciudadanía» que además se aleja de este departamento llevándola al terreno de la historia; refleja la intención de convertir a los alumnos en tiernos y pasivos, ideales sujetos para una dictadura. Hay que dramatizar, pero enfatizando el daño que esto haría a la sociedad, sacándolo a la prensa; no como si sólo nuestro pobre gremio fuera la víctima; pues podríamos aparecer como simples quejicas.
Jesús Muiño
Foros SFRM, www.sociedadfilosofia.org, Murcia, 8 de abril de 2005
Re: Muerte del pensamiento, &c.
He seguido este foro con interés. Incluso las tonterías estas de identificar la filosofía con la democracia (¿con cual, con la francesa o con la de EEUU?), con la libertad (¿qué es esto?) y con la «crítica» (de qué y de quienes?). Con el debido respeto (o sin él): me preocupa que personas como Giménez Gracia, Ujaldón o Martínez Conesa no puedan seguir impartiendo clases de Filosofía en el bachillerato porque estoy convencido de que hacen una estupenda labor (y también por sus mensajes en este foro, todo hay que decirlo) pero no puedo decir lo mismo del gremio en general (y aquí en este foro hay algún ejemplo). Así que tanto mal como bien hará que nos dejen a todos en el paro. En gran parte nos lo hemos ganado a pulso (sobre todo por haber contribuido con estas lindezas de la «libertad» y la «crítica emancipadora» y «los valores» al triunfo del PSOE, un partido que, por encima de que se cargue la filosofía tiene algo peor: que se va a cargar España: les recuerdo que gobierna con los votos de un analfabeto funcional: Llamazares y de un traidor separatista que ve bien los crímenes siempre «que se mire el mapa» y con la inestimable ayuda de Ben Laden y un par de millones de miedosos). Y a este señor que habla de nacionalcatolicismo y no se qué batallitas le tengo que recordar que el cuerpo de profesores de bachillerato de Filosofía lo inventó Franco y que la mayor parte de los profesores de filosofía «progres» se formaron en universidades e institutos franquistas (el mismo Marchesi, Aranguren, Muguerza, Savater y toda la retahíla). Lo mismo que los cuadros dirigentes del nefasto PSOE. Me niego en rotundo a dar un paso en favor del gremio (y a darlos todos en favor de gente como Paco, Enrique o Luis que contribuyen con sus actos, sus lecciones, su saber a mejorar a sus alumnos y a través de ellos a España) y mucho menos cuando se argumenta que la filosofía «es un instrumento crítico para que los alumnos piensen por su cuenta»... ¡venga ya¡ con ese cuento a caperucita... además: ni el PSOE, ni la Iglesia, ni los kikos, ni el mismo Satán pueden cargarse «la filosofía» (por cierto, ¿qué filosofía?, porque hay muchas, eh!) que tiene más espacio que nunca (y más necesidad). En todo caso se van a cargar a un gremio que, a pesar de algunas hermosas excepciones como las que he citado aquí, está compuesto por un ejército de pesebreros, soplapollas, progres de tres al cuarto semianalfabetos que se han leído cuatro libros y ya van dando lecciones sobre crítica, valores, democracia, cultura, &c. A la mierda el gremio (el que escribe incluido). Me apunto a la propuesta de Paco Giménez Gracia: baja por depresión. Y los que hayan votado al PSOE pues que espabilen: Roma no paga a traidores. Qué risa tía Felisa. Ya pueden los señores foristas llamarme «fascista» que así demostrarán su talante filosófico-crítico.
Joaquín Robles López
Foros SFRM, www.sociedadfilosofia.org, Murcia, 9 de abril de 2005
Un error
He cometido un tremendo error en mis análisis de la propuesta del gobierno simplemente porque no había leído bien el anteproyecto de reforma. Simplemente obvié el hecho de que la Educación para la ciudadanía aparece como obligatoria en todos los bachilleratos. Ello equivale a la desaparición de la filosofía. Qué quedará para ciencias es un misterio, ¿historia de la filosofía? No lo sé. Pero es mucho peor de lo que yo suponía. Sólo pueden sacar las horas de Educación para la Ciudadanía de Filosofía. No quitan la religión católica e introducen otra nueva, la religión de la laicidad. Y encima tendremos que darla en competencia con los de historia y los derecho, que no está de menos recordar que ya están en los centros dando FOL. Podemos ver en los próximos años una lenta pero progresiva sustitución de los profesores de filosofía por licenciados en derecho. El profesor de filosofía, con el de griego, a extinguir. Al menos la compañía será honrosa.
Enrique Ujaldón
ABC, lunes 11 de abril de 2005
Hay que contar con el profesorado
En el anteproyecto de ley del PSOE para la reforma de la enseñanza se produce un hecho ante el que no puedo más que expresar mi más profunda desolación, a saber, la eliminación de la asignatura de la Filosofía como materia obligatoria en el Bachillerato y la implantación de una nueva: Educación para la ciudadanía.
Me gustaría saber, en primer lugar, por qué se va a dar un paso atrás respecto de la Reforma de las Humanidades, cuando no ha habido ni polémica, ni atisbo de malestar que avale tal decisión. ¿Qué motivo, si no el imperdonable afán de destrucción de lo que el adversario político ha hecho puede estar detrás de este hecho?
Por otra parte, no creo que se hayan parado a pensar ni un minuto en el poco sentido que tiene que a los alumnos del Bachillerato se les sustituya una materia como la Filosofía, de la que ellos pueden extraer perfectamente los principios y valores que se tratan ahora de transmitir con la nueva, con la diferencia, eso sí, de que en un caso hablamos de un contenido objetivo, recogido en textos y avalado por el peso de la historia y en otro caso no sé ni siquiera de dónde van a sacar tal contenido para evitar que esta asignatura se termine convirtiendo en un lavado de cerebro digno de los peores regímenes totalitarios. Pero aún hay más. Si es que tan interesados estaban nuestros gobernantes en que los alumnos desarrollaran su conciencia cívica, podían haberse dedicado a proteger y dar un tratamiento adecuado a la Ética.
Por último, me pregunto si algo tan lógico como que una reforma de la Enseñanza se haga consultando al profesorado es una utopía en un país como éste.
María Dolores Pardo García.
Madrid.
13 de abril de 2005
Comunicado de la SEPFI
Ante las informaciones aparecidas con motivo de la publicación del Anteproyecto de la LOE (Ley Orgánica de Educación), la Junta Directiva de la Sociedad Española de Profesores de Filosofía (SEPFI), reunida en sesión ordinaria el 13 de abril de 2005 desea puntualizar una serie de aspectos referidos a las disciplinas filosóficas Ética, Filosofía I y Filosofía II.
- Ni el Presidente de la SEPFI, Don Luis María Cifuentes Pérez, ni ningún miembro de su Junta Directiva ha participado en ninguna negociación con la autoridades educativas del Ministerio de Educación sobre ningún tema referido al citado anteproyecto.
- Esta Junta Directiva entiende que las nuevas Áreas o materias como «Educación para la ciudadanía» y «Ciencias para el mundo contemporáneo» no deben alterar sustancialmente ni el curriculum ni la carga lectiva de Ética, Filosofía I y Filosofía II. Asimismo sostiene que se debe mantener el actual status académico de dichas disciplinas filosóficas; es decir, que sean obligatorias para todo el alumnado y comunes en los cursos 4º de la ESO y 1º y 2º de Bachillerato, respectivamente.
- Parece incoherente y contradictorio con los principios que inspiran el citado Anteproyecto de Ley, con los objetivos educativos de la ESO (a, c y e) y del Bachillerato (f, i) y con las conclusiones del estudio de la UNESCO sobre «Democracia y filosofía en el mundo» (París 1995) que se pretenda conseguir una educación en la reflexión crítica y en los valores cívicos y democráticos de los adolescentes reduciendo la carga horaria destinada a la educación filosófica. Las disciplinas filosóficas contribuyen de una manera muy significativa al desarrollo del pensamiento crítico y a la comprensión de la sociedad actual.
- Esta Sociedad de Profesores sigue dispuesta a dialogar y a colaborar con el Ministerio en la búsqueda de la mejora de la calidad de la enseñanza en todos los ámbitos.
Presidente de la SEPFI
Fdo. Luis María Cifuentes
ABC, jueves 14 de abril de 2005
Aniquilar la Filosofía
Quisiera referirme a la paulatina aniquilación de las Humanidades en el aula y, especialmente, de la materia de Filosofía en el Bachillerato. La paradoja aflora al constatar que es un partido político el principal artífice de su desaparición, si bien por naturaleza y tradición debería impulsarla (recuérdese que quedó como optativa de un modalidad en la LOGSE y que brilla por su ausencia en el anteproyecto de la LOE). A priori, todo «progresista» reconocerá que se nutre del valor de la igualdad, que hace santo y seña de su reivindicación y que aspira a su consumación y plasmación en la ley positiva. ¿Y qué se hace? Pues se elimina una materia donde no sólo se enseña a reflexionar y se fomenta el espíritu crítico, sino también en la que se dan a conocer los fundamentos teóricos de valores como la dignidad y la igualdad de las personas, proporcionando el arsenal de concepto y conocimientos para denunciar las situaciones donde estos valores no se cumplan.
Por eso, no se entiende que sea un partido «progresista» quien elimine la Filosofía como materia común del currículo, una materia que brinda por igual al alumno de cualquier modalidad la oportunidad de conocer el origen, la raíz y el fundamento de los valores gracias a los que la Humanidad ha progresado y, en nombre de los cuales, muchos dicen llamarse «progresistas», por contradictorio que parezca. ¿Será porque no se paran a reflexionar? ¿Será porque carecen de espíritu crítico? ¿O será sencillamente por puro desconocimiento del fundamento filosófico de estos valores?
Inmaculada Morillo Blanco,
profesora de Filosofía. Palencia.
El confidencial digital, viernes 15 de abril de 2005
Apostando por la mediocridad
Con los acontecimientos acaecidos en los últimos días hay cosas importantes, es el caso de la LOE, que siguen su curso pero se substraen a debate, es por eso que creo conveniente de comentar algunos aspectos.
El anteproyecto de ley de reforma educativa, que ha presentado la ministra San Segundo, nace bajo el signo de la incertidumbre. Es un proyecto que combina, no a partes iguales, aciertos, buenas intenciones y errores. Completa la regulación del régimen de conciertos (sometidos ya a bastante presión en algunas Comunidades socialistas, dicho de otro modo, los pone en serias dificultades), crea comisiones de admisión de alumnos (que aparte de atentar contra la libertad de los padres es de dudable eficacia como se demuestra en las comunidades donde el Gobierno socialista las han impuesto) y reforma el procedimiento de designación de directores.
Concede mayor capacidad de acción a las Comunidades e incrementa la autonomía de los centros. Esto parece indicar que la Administración central va a tener más problemas para garantizar la unidad del sistema educativo y evitar los abusos localistas.
El texto recoge algunas de las propuestas surgidas en el debate previo y la Religión: aunque de oferta obligatoria y libre elección no queda bien parada, al no ser materia computable para: nota media de bachiller, entrada en la Universidad, ni para la obtención de becas.
También prevé la creación de una asignatura de «Educación para la ciudadanía», sobre cuya naturaleza y contenidos habrá que estar muy atentos, pues puede constituir una vía hacia la manipulación ideológica, suponemos que esta asignatura substituirá a la Filosofía.
Nos parece que se trata de una ley que continúa apostando por la mediocridad en vez de apostar por la excelencia, por lo cual puede calificarse de manifiestamente mejorable.
Jesús Domingo Martínez
El Mundo, Madrid, sábado 16 de abril 2005
Los alumnos tendrán menos Filosofía en el Bachillerato
La materia podrá desaparecer en dos de las tres modalidades de este ciclo preuniversitario. En la ESO recibirán menos de la mitad de horas que hoy en Música, Plástica y Tecnología.
Platón vuelve a la caverna, Mozart se va con la música a otra parte y el neón de la era digital amenaza con apagarse en la escuela como destellos de pirotecnia.
Tira a gris el paisaje de la enseñanza del futuro para algunas materias. Con la reforma educativa planteada, los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) recibirán algo menos de la mitad de horas que hoy en día en las asignaturas de Tecnología, Música y Plástica, más marías que nunca pasado mañana. En dos de las tres opciones de Bachillerato desaparecerá de momento la Filosofía. Adiós, Aristóteles, adiós.
Esta es una de las medidas que se desprenden del anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación (LOE) presentado por el Gobierno.El objetivo declarado de reducir el número de asignaturas y de docentes en los dos primeros cursos de esta etapa –entre los 12 y los 14 años– y la marginación de los saberes filosóficos en la etapa posterior recortarán la presencia de las citadas materias.
Desterrada la Etica de 4º de ESO, el golpe le viene a su prima hermana la Filosofía en el artículo 34.7 del texto. El anteproyecto sólo garantiza la presencia de la Filosofía como materia obligatoria en una de las tres modalidades de Bachillerato (el de Ciencias y Tecnología). Si hay o no Filosofía en las modalidades de Arte y de Humanidades deberá decidirse, especifica el artículo 34.2, «previa consulta con las comunidades autónomas».
La misma poda sufrirá el batallón de las eternas marías. Aunque su carga lectiva exacta deberá plasmarse en los decretos de desarrollo que se deberán elaborar, el texto de la LOE evidencia cómo quedarán las materias, jibarizadas como nunca la Plástica, la Música y la Tecnología.
Según recoge el artículo 24.1 del anteproyecto de la reforma educativa, los estudiantes de 1º, 2º y 3º de ESO deberán cursar obligatoriamente siete asignaturas (Ciencias de la Naturaleza, Educación Física, Geografía e Historia, Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera, Matemáticas y, si la hubiere, lengua cooficial y su literatura).
Si bien el texto dice que, «en al menos uno de estos tres cursos», todos los alumnos estudiarán Educación para Ciudadanía, Educación Plástica y Visual, Música y Procesos Tecnológicos», lo cierto es que el artículo 24.6 establece que los jóvenes de 1º y 2º tendrán un máximo de dos materias más que en 6º curso de Primaria (donde tienen seis áreas); con lo que, considerando que son siete las asignaturas obligatorias que fija la LOE, el margen estrecho que queda forzará a los estudiantes a cursar una de estas cuatro materias en 1º, otra en 2º y las dos restantes en 3º.
Actualmente, asignaturas como Música, Plástica o Tecnología tienen una presencia notable a lo largo de toda la etapa de la ESO (ver cuadro). La LOE supondrá un recorte notable con respecto al statu quo vigente. Profesores de comunidades como Galicia, por ejemplo, tienen una carga horaria semanal de ocho horas en Educación Plástica y Música y 10 en Tecnología. Con el nuevo diseño pasarán a tener entre dos y cinco, dependiendo de las opciones que elija el estudiante.
Contradictoria, como poco, resulta la lectura del anteproyecto de la ley si la comparamos con su plasmación horaria.
Si leemos el texto, se dice que entre los objetivos están los de «garantizar el acceso de todos a las tecnologías de la información y la comunicación» y «aumentar la matriculación en los estudios científicos y técnicos».
Si analizamos la nueva situación, vemos que el paso dado es exactamente en la dirección opuesta. Hoy, la asignatura de Tecnología es obligatoria en los tres primeros cursos de la ESO y optativa en 4º; y engloba, entre otros, contenidos de tecnologías de la comunicación y la información, electrónica, control y robótica.Con la LOE, pasará de ser obligatoria a ser una optativa, sólo de oferta obligada en uno de los tres primeros cursos de la ESO.Otro tanto pasa con la Plástica (obligatoria actualmente en 1º y 3º y optativa en 4º) y con la Música (obligatoria en 2º y 3º hoy y también opcional en 4º).
Dos son las consecuencias que tendrá el diseño de la LOE. De un lado, se eliminarán concursos de traslado en estas áreas porque no habrá vacantes que cubrir. O, dicho de otra manera, aumentará el paro. De otro, se complicará la organización de los centros –que verán aumentado su gasto–, toda vez que en 4º de ESO se ampliarán las microclases, con muy pocos estudiantes en algunos casos, debido a las múltiples posibilidades de elección del alumnado.
Julián Arroyo, catedrático de Filosofía en un instituto de Madrid, lo resume así: «Parece que los legisladores socialistas han tenido siempre miedo a la filosofía, quizás por ser la única ciencia libre, como escribiera Aristóteles. O también porque gusta de examinar cuidadosamente la naturaleza de las cosas, según Cicerón. No le faltaba razón a Platón cuando afirmaba que 'quedan muy pocos que puedan tratar con la filosofía de manera digna'. Desde luego que no están entre estos pocos nuestros legisladores.»
Pedro Simón
[Nota del PFE: Este comentarista no se ha fijado en que el Anteproyecto elimina precisamente la enseñanza de la filosofía en la modalidad del Bachillerato de «Humanidades y Ciencias Sociales» y en la de «Artes», pero que la mantiene precisamente en su modalidad de «Ciencias y Tecnología».]
La Nueva España, Oviedo, martes 19 de abril de 2005
Ciudadanía y pensamiento (Sobre la posible supresión de la Filosofía en dos modalidades de Bachillerato)
Habíamos quedado en que este Gobierno de ZP, martillo de la ortodoxia católica, no suprimiría la Religión en la enseñanza obligatoria. A tanta rojez no llegan, oiga. Supimos después de un maravilloso plan consistente en el invento de una asignatura que se llamará «Educación para la ciudadanía». De ambas cosas me ocupé en artículos recientes. De lo que acabo de enterarme es de que se planea y se plantea suprimir la Filosofía de dos de los actuales bachilleratos. Está claro que dos despropósitos son pocos. Como mínimo, ha de haber tres. Fantástico.
O sea que, si el proyecto del Ministerio de la señora San Segundo llegase a puerto, futuros médicos, arquitectos, ingenieros, físicos, etcétera, no tendrían más conocimientos filosóficos que aquellos que adquiriesen transitando directamente los libros al propósito. Es decir, que un alto número de universitarios de esta sociedad no habrán adquirido nociones de filosofía en la enseñanza oficial del Bachillerato.
¿Cómo es posible que las mentes de los legisladores del anteproyecto de reforma educativa del actual Gobierno puedan incurrir en semejantes dislates? ¿Se han parado a pensar en la importancia que tiene para los ciudadanos el conocimiento de la historia de la filosofía? ¿Se han parado a pensar nuestros políticos del PSOE en la trascendencia que tiene en nuestra cultura la filosofía? ¿Podemos considerarnos herederos de la cultura clásica grecolatina orillando la filosofía, suprimiéndola de la enseñanza del Bachillerato, al tiempo que se propugna una memez como esa educación para la ciudadanía que no irá más allá en el mejor de los casos de lo que es un manual al alcance de cualquier cretino del nuevo catecismo de lo políticamente correcto?
No será obligatorio para la mayor parte de los bachilleres saber quiénes fueron Sócrates, Platón y Aristóteles. Cuando se transite la literatura medieval, lo de la escolástica vendrá explicado en una nota a pie de página. Y así sucesivamente. Descartes y Leibniz sólo habrán sido dos matemáticos. Kant, un señor muy puntual. Hegel, un pensador oscuro. Marx, un agitador de luengas barbas. Ortega, un catedrático que escribía en los periódicos. Sartre, un amigo de los maoístas. Y pare usted de contar.
Hace meses se conoció el llamado «Informe Pisa», que ponía de relieve el fracaso estrepitoso de la LOGSE, ley socialista que no llegó a derogar el PP. Ahora se pretende, por lo que se ve, continuar en el «sostenella y no enmendalla» por parte de este Gobierno. Suprimiendo la Filosofía, se pondrá otra pica en Flandes, de tal modo que los bachilleres españoles saldrán terriblemente perjudicados.
¿Es de recibo que se prive a un ciudadano universitario de un país desarrollado del conocimiento de la filosofía por la genialidad de unos teóricos de la demagogia, supresores del esfuerzo, virtuosos de la estupidez y valedores de la mediocridad?
Señora ministra, reflexione acerca de esto, se lo ruego. Y pregúntese si hay un solo argumento sólido que avale que los futuros universitarios de carreras científico-técnicas no van a necesitar conocimientos de filosofía. Encomiéndese a algunos socialistas venerables de tiempos pretéritos. Verá cómo se rasgan las vestiduras y la obligan a estudiar. A usted y a sus consejeros áulicos. No nos dé sustos así, señora mía. Ya han zarandeado bastante nuestro sistema nervioso.
¿Qué haría usted si se le aparece un buen día Kant y le suelta su «¡Atrévete a saber!»? ¿Iría corriendo a ver al señor Marchesi? ¿O acaso encontraría la terapia adecuada en la sonrisa pizpireta de doña Trinidad Jiménez?
Bien mirado, para ese «buen rollito» que ustedes se traen entre manos no necesitan grandes incursiones en lo filosófico. Porque Kant era un señor muy aburrido y monótono. Porque Descartes era un friolero. Porque Pepiño Blanco y Bono no deben encontrar muy claros los «corolarios» de algunas de las proposiciones de la «Ética» de Spinoza. Y el señor Marchesi seguramente aplaudirá que no se filosofe demasiado.
¿Para qué queremos la Filosofía, señora ministra? ¿Para qué?
Luis Arias Argüelles-Meres
El País, Madrid, sábado 23 de abril de 2005
A favor de la filosofía
Seré breve. Indignado leo en la prensa que el proyecto de la LOE pretende eliminar el carácter común de la filosofía en el bachillerato. A los listos (de ciencias) se les dará filosofía para que sigan siendo listos, y a los tontos (de letras) cultura científica de suplemento de periódico para que sigan siendo tontos. Qué progreso. Además se sustituye la ética común, que por fin había dejado de ser una alternativa a la religión (que todavía se sigue dando en bachillerato, por cierto), por educación para la ciudadanía, en dos cursos, sí, pero de índole más bien coyuntural que reflexivo. Además, lo que en Francia es una prueba de carácter progresista (la reválida) aquí se elimina por retrógrada. En fin, vendrá bien recordarles a nuestros caballeros y damas progres la frase de John Dewey: «La filosofía es una reflexión general sobre la educación.» Por lo de que no iban a fallar.
Joaquín Brotons Navarro
Castellón de la Plana