Filosofía en español
Diccionario filosófico · 1965
Esfera del conocimiento, que estudia los diversos aspectos de la interacción de la sociedad y la naturaleza (en ese mismo sentido se habla a veces de la ecología del hombre, la ecología global, &c.). En la época de la revolución científico-técnica, el intercambio de sustancias entre el hombre y la naturaleza se mediatiza cada vez más por los medios y sistemas técnicos creados por el hombre, en virtud de lo cual se intensifican los procesos de aislamiento del hombre respecto de la naturaleza. Además de las existentes, surgen y se desarrollan formas nuevas de incorporación de los recursos naturales a la actividad productiva, que se convierte en un poderoso factor de acción sobre el estado de la biosfera. Como resultado, la actividad económica del hombre ejerce una influencia directa e indirecta cada vez mayor sobre la composición química y las propiedades de la atmósfera, el régimen térmico del planeta, el fondo de radiactividad, el Océano Mundial, &c. Los efectos de esta actividad son la erosión y el agotamiento del suelo, la contaminación de los depósitos de agua, la disminución de las reservas de agua dulce, así como de los recursos de materias primas y energéticos irrecuperables, evacuación en la biosfera de desechos biológicamente no asimilables y tóxicos, la influencia de las zonas urbanizadas, la acción de los factores ecológicos sobre la salud física y psíquica del hombre y sobre el código genético de las populaciones humanas, &c. Su resultado conjunto es a veces tan imponente que se le califica de crisis ecológica. Los teóricos burgueses elaboran diversas concepciones sobre esta crisis, en las cuales generalmente se hace caso omiso del nexo de los fenómenos mencionados con las profundas condiciones sociales de clase. La teoría marxista ve sus fuentes sociales, ante todo, en las peculiaridades del modo de producción capitalista con los rasgos propios del mismo: carácter espontáneo, anarquía y antagonismo de las relaciones de producción. El sistema de valores de la sociedad burguesa, que determinan la actividad del hombre y su orientación en el mundo, se caracteriza por la actitud rapaz hacia el medio ambiente. En dicha sociedad es imposible elaborar mecanismos suficientemente eficaces de regulación racional del intercambio entre la sociedad y la naturaleza, que permitan valorar tanto los efectos directos como los accesorios de la actividad económica del hombre. El socialismo crea las premisas necesarias para poner el intercambio de sustancias entre el hombre y la naturaleza bajo control social, ante todo, mediante la liquidación de la propiedad privada sobre los medios de producción, la tierra y otros recursos naturales. El Estado socialista aplica una política concreta en la esfera de la protección del medio ambiente y el aprovechamiento racional de los recursos naturales, que incluye tanto la optimización desde el punto de vista ecológico de nuevas empresas y procesos tecnológicos, como la realización de un conjunto de medidas económicas especiales. A diferencia de los países capitalistas, en los que las medidas ecológicas son inevitablemente parciales y limitadas, el régimen social socialista permite realizar programas complejos a largo plazo, orientados a mantener y mejorar el habitat y a superar o neutralizar los efectos ecológicos negativos del progreso científico-técnico. La preservación del medio ambiente es un trascendental problemas globales de la contemporaneidad, por lo que su solución presupone la estrecha cooperación de todos los países y pueblos.
Diccionario de filosofía · 1984:123-124