Filosofía en español 
Filosofía en español


Manuel Nicolás Corpancho – José Casimiro Ulloa – Manuel Bilbao

Sociedad de educación americana

 

“Las democracias no deben consentir que exista en su seno la miseria, que es la mendicidad del cuerpo, ni la ignorancia, que es la mendicidad del espíritu."
        corpancho y bilbao.

 

Uno de los primeros frutos de la nueva Constitución política del Perú que garantiza la libertad de reunión, ha sido el establecimiento de una “Sociedad de educación americana” fundada en Lima por varios jóvenes bien intencionados, no para ocuparse solamente en propagar la instrucción primaria, como lo hace otra Sociedad análoga establecida en Santiago de Chile, sino para difundir también la educación republicana, con el propósito de extirpar de raíz las habitudes coloniales que aún vician la vida de la mayor parte de los pueblos sud-americanos.

Y no es únicamente un pensamiento político lo que impulsa a los fundadores de aquella Sociedad a realizar su propósito, sino además un pensamiento moral. Ellos, en el informe que dieron a la corporación presentándole las bases de reglamento que más adelante insertamos, reproducen las palabras, que tratando del mismo asunto, dejó escritas el honrado filántropo Simón Rodríguez: “La ciencia sin la virtud hace que los estafadores sepan formar sus cuentas y documentarlas; que los tramposos sean diestros en entablar pleitos, en ganar o eludir sentencias. Si se continúa instruyendo y no educando, es probable que llegue a conseguirse que los salteadores de caminos lleven libros de sus negocios por partida doble. Es preciso instruir al pueblo, pero es preciso educarlo al mismo tiempo; la instrucción es una preparación, la educación es el fin.” Completando el consejo añadía: "Bueno es que los jóvenes aprendan ciencias, que estudien lenguas, literatura, legislación, pero hay todavía otra cosa muy importante que deben aprender, y es vivir en republica.”

Esas palabras de Simón Rodríguez, del hombre de bien por excelencia, constituyen el fondo del programa de la Sociedad de educación. Sus fundadores, impulsados por las más generosas intenciones, se proponen valerse de la enseñanza oral, de la prensa decente, de las bibliotecas populares, y aun de la tribuna política, para “despertar las virtudes sociales, formar ciudadanos pacíficos y laboriosos, crear republicanos y no autómatas, difundir la luz entre los ignorantes, predicar la palabra de la Libertad, como los Apóstoles predicaban la palabra del Evangelio, usar para la instrucción civil esa arma poderosa llamada misiones, que han empleado los sacerdotes para la predicación de las doctrinas religiosas, acercarse al pueblo trabajador y establecer con él las relaciones de maestro y discípulo, de hermano y hermano, congregarlo como los antiguos en el gimnasio, pero en el gimnasio de las doctrinas democráticas; apartarlo de las distracciones peligrosas y formarle centros de reunión saludable, de donde salga con una idea más, y con el deseo de adquirir otras, juntar los artesanos en escuelas dominicales e inculcarles sentimientos nacionales, con el atractivo de las leyendas de la Independencia y de los cantares patrióticos. Todo esto es realizable con solo tener una constancia diamantina; y por esos medios se conseguiría establecer una verdadera propaganda escolástica, que multiplicando los centros de instrucción y educación, acabaría por abrazar todos los pueblos, moralizándolos e ilustrándolos.”

Tarea grande, por cierto, y noble a la par de grande. Pero no se detienen ahí aquellos generosos jóvenes: ellos quieren y ruegan que en las otras Repúblicas de nuestro continente se establezcan sociedades con iguales miras, todas correspondiendo entre sí, todas comunicándose sus métodos, sus triunfos, sus reveses, pidiéndose y dándose consejos. “Esta comunión intelectual y de beneficencia, dicen, establecería la unidad de pensamiento entre los jóvenes sur americanos, y prepararía con solidez el advenimiento de una Federación política, que es la única salvaguardia de la libertad y de la independencia del continente latino; por lo menos se cumpliría con la obligación imperiosa de trabajar en la consecución de la alianza íntima de estas Repúblicas, empleando uno de los medios más eficaces para alcanzarla.”

Con esa mira, y esperando encontrar cooperación en el “Liceo Granadino,” los fundadores de la “Sociedad de educación” nos han dirigido su programa, pidiendo a la prensa de Bogotá palabras de apoyo que nos apresuramos a pronunciar con la más viva simpatía, y con los deseos más fervorosos de que nuestros hermanos y colaboradores peruanos perseveren en su beneficentísimo propósito.

Por una feliz coincidencia, convocada la sección de literatura de nuestro Liceo el Sábado último, para dar un adiós fraternal a su digno socio Miguel Riofrío, que ha regresado hoy a su país nativo, este ilustrado y muy apreciable sujeto manifestó en su discurso de despedida, que llevaba la intención de fundar en Quito un Liceo Ecuatoriano, compañero y auxiliador del nuestro, el cual entablaría inmediatamente relaciones con la Sociedad de Educación establecida en Lima. De esa manera contaremos ya tres centros intelectuales aliados para llevar a efecto la misma obra, verificándose desde luego la unión y útil correspondencia de la juventud de tres de nuestras Repúblicas. Fáltanos la juventud venezolana... Opresa hoy, sin libertad para la palabra, ni para la obra en el sentido civil y en favor de la democracia honrada, no puede asociársenos, pero ella se levantará: la opresión que la agobia, por fuerte que parezca, no durará mucho tiempo, ni tampoco estará mucho tiempo aquella pensadora juventud, ausente de la Federación intelectual a que la convidamos, precursora de la Federación política a que por derecho de sangre debe concurrir.

Sociedad de Educación Americana.

Proyecto de las bases orgánicas.

1.º El objeto de esta asociación es trabajar por la reforma de la educación pública, encaminándola en el sentido democrático, y considerándola bajo sus faces principales de física, científica, política y religiosa.

No se ocupará de ningún asunto político de actualidad, sino en cuanto tenga relación con el fin que se propone la Sociedad.

Medios.

2.º Atraer a su seno, sin distinción de nacionalidades a todas las personas que directa o indirectamente puedan influir sobre la educación pública de la América Española, y tratar de que participen de sus miras las que puedan ayudarlas en la consecución de su fin, cualquiera que sea su residencia.

3.º Los elementos que empleará para el logro de este objeto serán: la prensa, las tribunas y bibliotecas populares, la enseñanza pública y privada y las influencias personales de cada socio.

Se servirá de la prensa para la publicación de un periódico, que será el órgano oficial de la Sociedad, y en el cual se tratarán todas las cuestiones relativas no solo a la educación, sino también a la reforma de las costumbres sociales y políticas de los pueblos hispano-americanos.

Para la publicación de catecismos populares de los diferentes ramos de instrucción pública formados expresamente por la Sociedad, comprendiéndose entre ellos uno de moral social y otro de derecho político, que no será más que la aplicación elemental del derecho constitucional del Perú, poniendo sus principios al alcance de las masas.

4.º Enseñanza pública: fundación de escuelas de instrucción primaria y de escuelas dominicales, sostenidas con los fondos de la Sociedad y dirigidas por sus miembros, así como de instrucción secundaria y profesional bajo el método de lecciones públicas y orales en los lugares que al efecto se designen.

5.º Enseñanza privada: influir sobre los encargados de ella para que la dirijan en el sentido de la sociedad, y aprovechar de las ocasiones en que se pueda catequizar a la juventud atrayéndola a los principios que aquella profesa.

6.º Tribunas populares; formación de círculos, clubs, asociaciones del pueblo en las diferentes parroquias de la ciudad en la que darán sus lecciones los socios elegidos para este cargo, sobre los puntos que se les designe.

7.º Influencias personales: estas se harán intervenir.

1° Para la reforma de la legislación en cuanto concierne con la educación pública, a fin de que reine el mismo espíritu en todas las leyes, decretos y reglamentos del caso:

2° Para que los encargados de la educación pública sean personas que ofrezcan en sus principios y en su moral garantías de armonizar con las ideas democráticas.

3° Para que los gobiernos hispano-americanos se penetren del espíritu liberal y cristiano de esta asociación y la secunden y protejan.

4° El número de socios es indeterminado y se dividirán en las clases de activos, honorarios y corresponsales.

La sociedad trabajará legalmente por ramificarse en toda la América española e inmediatamente en la República, creando Sociedades departamentales, provinciales y cantonales, que obren de acuerdo con la central y según el programa que de esta reciban.

Lima, Diciembre 1º de 1856.

Manuel Nicolás Corpancho.– José Casimiro Ulloa.– Manuel Bilbao.




La educación republicana, la organización de esa educación, en todas las Repúblicas, por medio de la iniciativa de la juventud, esperando la acción de los gobiernos, es el signo más seguro de la época de afirmación que se abre para la América entera. Por las palabras que anteceden, ya se ve cuan aplaudida ha sido esa idea en Nueva-Granada, en el Ecuador y en el Perú. Lamenta la juventud Granadina la ausencia de la juventud Venezolana, cooperando a la obra de la regeneración. Y está ausente esa juventud, porque está despotizada por la organización del caudillaje que aún impera en la patria de Bolívar. Pero ese llamamiento del Norte se dirige a toda la América y esta Revista, lo trasmite a la juventud Argentina, que libre se levanta, en la patria libertada.

La educación republicana, el libro futuro, que debemos al espíritu nuevo, como biblia del porvenir americano, es la cuestión fundamental, para arraigar la libertad, no como forma política, sino como alma, vida y religión del Nuevo Mundo.

La afirmación de la República, las bases del dogma futuro, la suplantación de otro espíritu, la infusión de nueva sangre, la unidad de miras, la unión de medios, la asociación de voluntades, la exaltación de asistir con conciencia a una nueva creación que organizará nuestros esfuerzos, tal es la significación del llamamiento que hacemos a la juventud Argentina.

Francisco Bilbao.