Filosofía en español 
Filosofía en español


[ José María Jordá Lafont, 1870-1936 ]

Crónicas rápidas
[ primer volumen de la Biblioteca Moderna de Ciencias Sociales ]


Bajo la dirección de mis queridos amigos D. Alfredo Calderón y D. Santiago Valentí y Camp ha empezado a publicarse una interesante «Biblioteca Moderna de Ciencias Sociales», digna de todo elogio y de todo encomio por lo que puede y debe contribuir a formar la cultura de nuestro pueblo.

La empresa emprendida por mis distinguidos compañeros constituye como un apostolado y son por ella acreedores a gratitud y reconocimiento si popularizan las obras de los modernos sociólogos y pensadores ignorados por el común de las gentes de España, obras que han de ser semilla de sazonados frutos de ilustración, y enseñanza.

El primer volumen publicado por la «Biblioteca Moderna de Ciencias Sociales» es la obra «Decadencia de las naciones latinas», del profesor Sergi, el ilustre catedrático de la Universidad de Roma y una de las más legítimas glorias de la ciencia italiana contemporánea.

No he de hacer yo, ni esta es la sección indicada para ello, análisis ni crítica de la obra del sabio investigador italiano; pero al dar cuenta de su aparición en esta simple crónica, copiaré el índice de la misma y algunas frases escogidas al azar, ya que de intentar recoger lo más interesante del libro debiera copiar la mayor parte de sus páginas.

Estudia el profesor Sergi en los primeros capítulos El ideal y la decadencia de las naciones, La civilización y su movimiento de traslación y La decadencia de las naciones latinas y especialmente Italia.

Este último capítulo es para nosotros de los más interesantes, pues el acabado análisis que hace de Italia muy bien puede aplicarse a España y las principales causas que la decadencia de Italia determinan, son también las que nos han llevado a nuestra degeneración y a nuestra mortal decadencia. Entre las causas primeras de la decadencia de las naciones latinas, hallanse tres principalísimas: el catolicismo adversario de todo progreso científico, el tradicionalismo, es decir, la aspiración constante a una regresión hacia el pasado, y el militarismo.

Después de un detenido estudio historiando las diversas fases y civilizaciones de la vida de Italia, demuestra el profesor Sergi la verdad de su afirmación.

«Todo esto –dice el pensador italiano– yo lo recuerdo aquí sin otro fin que el de demostrar cómo en el catolicismo no se puede hallar más que inmovilismo, conservadurismo extremo y guerra al movimiento progresivo, y puesto que él domina por el sentimiento en las masas, su dominio ha sido la causa principal de la inmovilidad de las naciones latinas...»

Y más adelante:

«Por eso a mi entender una de las causas más poderosas de la decadencia de las naciones latinas es el catolicismo que inmoviliza y cristaliza, ese que no pudiendo vivir con las violencias, las persecuciones y las muertes, ahora vive mudando las artes, con insinuaciones y prevaricaciones de la conciencia humana y haciendo que las plebes de todo color mezclen y confundan en un solo hecho religión y dominio eclesiástico y frailuno.»

Otra causa también no menos funesta en nuestra decadencia es la tradición latina, es decir, el tradicionalismo en las escuelas, en la enseñanza, la educación escolástica, el deseo de los pueblos decaídos de retornar al pasado y no ver el futuro sino a través del pasado.

Y esta tradición ha llegado a imponerse en todas partes, en el arte mismo, una de las fuentes más puras del engrandecimiento y del progreso de los pueblos. Refiriéndose a ello dice Sergi:

«Los artistas modernos deben comprender también que el arte moderno no ha de ser una reproducción del antiguo, con ideas y sentimientos antiguos, sino que debe una manifestarse en formas nuevas y para necesidades y sentimientos nuevos porque la vida de los pueblos se desenvuelve continuamente y deja el pasado por el porvenir.»

Refiriéndose a la tercera causa apuntada anteriormente, al militarismo dice el profesor de la Universidad de Roma:

«El militarismo significa, no el estado íntegro ni la justificación de la existencia de ejércitos permanentes sino una decadencia y una enfermedad; el militarismo es un padecimiento como uno de los muchos males que aquejan a la sociedad moderna.»

Estudia luego el autor de la «Decadencia de las naciones latinas» el Prejuicio del patriotismo, La escuela en las naciones latinas terminando esta parte del libro con un capítulo titulado Hacia el abismo para empezar la segunda parte con la consoladora palabra Resurrección.

Después de estudiar En qué consiste la superioridad humana indica las Nuevas sendas que necesitamos seguir los latinos hasta ahora dominados tan sólo en nuestro camino por la fuerza de la inercia, es decir las nuevas sendas que han de sustituir a las viejas, los cuales ya no pueden conducir las naciones a la grandeza.

Es preciso ante todo según el ilustre escritor convencer a los pueblos y a las clases directoras de que sólo hay un camino para llegar a la grandeza y a la gloria nacional y que ésta solo se alcanza con la superioridad intelectual, con el arte y con la ciencia que señalan en todo pueblo el ideal de la sociedad futura.

Para alcanzar este camino después de estudiar el profesor Sergi los caracteres físicos y la distribución geográfica de las razas y de los pueblos de las naciones latinas así como su psicología y sus energías no del todo destruidas aún, llega a la conclusión de su importantísimo libro detallando los primeros pasos que hay que emprender para llegar al futuro resurgimiento.

La primera condición para ello –dice– debería ser la abolición de la monarquía; que políticamente es un centro de decadencia puesto que es el representante formal de instituciones decaídas para siempre.

«La monarquía es una institución vieja y decadente y como tal trae todos los defectos sin virtud alguna. Las monarquías han tenido dos orígenes que parecen opuestos, pero no es así; han nacido las más fuertes y más vigorosas con el dominio militar, las más débiles de la caída de un régimen popular o democrático pero siempre por violencia militar.»

Otro de los mayores progresos para elevar el nivel de la civilización sería la abolición del ejército permanente.

«Con la abolición del ejército de guerra comenzará la verdadera educación fundada sobre los sentimientos de paz y gradualmente irán quedando inertes los instintos belicosos que tenían todos los pueblos. El sentimiento de la justicia será estimado no formal sino substancialmente... Así aumentaría el sentimiento de respeto por la vida y por las cosas ajenas no solamente como hecho individual y privado sino también como hecho colectivo y público.»

Con todo ellos las naciones latinas libres de instituciones que son supervivencia de condiciones sociales primitivas y principalmente del militarismo y del teocratismo habrán despejado el camino para nuevas y superiores evocaciones por el cual pueden desenvolver sus mejores energías en actividades productoras y reconquistar la supremacía que han perdido.

Termina el libro del profesor italiano con un hermoso capítulo titulado La educación del porvenir en el cual indica concienzudamente las instituciones de necesaria fundación y las bases sobre las cuales hay que asentar la cultura popular, cultura que debe ser también nueva y no una continuación del renacimiento, cultura que debe basarse en lo que constituye la gloria y la grandeza del pensamiento moderno, la ciencia, no las formas de las civilizaciones antiguas y clásicas.

Pero para difundir esta cultura restauradora de la dignidad, es necesaria también la supresión de la clerical, deprimente y turbadora de la conciencia; es necesario quitar absolutamente a la iglesia, al fraile y a la monja la facultad de enseñar, pues con el sentimiento religioso traen una cultura uniforme y homogénea que es la negación de la razón y del pensamiento humano.

Deben librarse pues las naciones latinas ante todo del terrible fanatismo que absorbe su vida toda, de la cogulla que ya seis siglos atrás maldijo el Dante

e le cocolle
Sacca son piene di farina ria.

Para la moderna educación es necesario poner a la juventud en contacto con la realidad, con la vida intelectual moderna y con los productos que esta ha dado y da continuamente; es necesario nutrir el pensamiento con ideas que viven, que germinan y se reproducen con nuevos y nuevos productos en vez de cristalizarlo con alimentos ya convertidos en insalubles y por consiguiente inasimilables.

De ello se deduce pues, que las dos únicas fuentes de la educación de los pueblos del porvenir verdaderamente superiores, son la ciencia y el arte, la ciencia que es saber acumulado que elimina seculares errores y es generadora de nuevos descubrimientos enalteciendo el saber humano y perfeccionando al hombre, la ciencia que es la expresión más elevada de la inteligencia y el arte que es la expresión más ideal de los sentimientos, cuyas funciones primordiales son conservadoras y cuyas manifestaciones se definen en el dolor y en el placer.

«La educación del porvenir –termina diciendo el ilustre maestro– debe ser una actividad útil y productora de riquezas agrícolas, industriales y comerciales y por la actividad de lujo que se emplea en el arte y en la ciencia; estas y no otras podrán hacer y harán grandes y gloriosas a las naciones latinas. Esta educación será también obra de paz porque debe dirigir las energías humanas exclusivamente a la paz y a borrar los instintos belicosos que son una remembranza de las épocas primitivas salvajes de la humanidad.»

«La resurrección de las naciones latinas se conseguirá solo a condición de que sus actividades se desenvuelvan exclusivamente en las obras de la paz.»

Juan de Dos.




Banquete a Alfredo Calderón

Mañana sábado es el día acordado para la celebración del banquete en honor de nuestro distinguido compañero el ilustre escritor D. Alfredo Calderón.

La fiesta tendrá lugar a las veinte en el restaurant de Francia.

Al acto han de concurrir gran número de periodistas, literatos y admiradores del insigne maestro.

Hoy quedarán definitivamente cerradas las listas de adhesión, que continúan abiertas en el Centro de Fusión Republicana, la librería de López y la administración de La Publicidad, y es seguro que en ellas se inscribirán aun muchos nombres de personas conocidas.