Filosofía en español 
Filosofía en español


La cuestión del cinematógrafo y la de la moral de la calle

Jeroni Estrany Lacerna

Contestación al cuestionario sobre la moral del Cinematógrafo

A. El cinematógrafo, a pesar de su acción detestable sobre el sistema de acomodación de los ojos, tendría un trabajo educativo para los niños, si el industrialismo no lo hubiese convertido en espectáculo para la gente grande, cuyo paladar estético difícilmente se podrá avenir con la sencillez de forma y rigidez de fondo que ha de presidir los temas morales adecuados para la infancia.

En consecuencia:

I. Debe prohibirse rigurosamente la asistencia de los niños a tales espectáculos públicos.

II. Deben organizarse en sitios exclusivamente dedicados a ello, sesiones de cine bajo estricta vigilancia de una Junta de personas competentes.

III. Es imprescindible la creación de una Sociedad cuyo único objeto sea la fundación y sostenimiento de estas salas de espectáculo, dedicando a las sesiones de cine las tardes de los jueves y días festivos y efectuándolas también en los locales de las Escuelas, con las películas que a juicio de los maestros tengan algún valor pedagógico y educativo.

B. Contra el lenguaje soez y contra todas las formas de exhibicionismo inmoral, no son leyes lo que falta, sino quien las haya de cumplir. Contra ésta, como contra las demás epidemias públicas, cuando deja de velar quien viene obligado a ello, le resta a todo ciudadano honrado, el deber, más que el derecho, de ejercer la acción popular. La Sociedad ha de reaccionar contra el concepto estúpidamente denigrante de la delación, pues mientras las personas de sentimientos dignos, no tengan el valor de ser delatores de todo elemento de corrupción, la moral pública quedará seriamente comprometida.

En virtud de ellos.

IV. Solicitar del Gobierno el permiso para crear un cuerpo de celadores voluntarias y sin sueldo, con autoridad sobre los agentes de policía, guardia municipal y urbana, para que éstos obliguen al cumplimiento estricto de la Ley sobre moral pública y sujeten al debido castigo a los contraventores.

Dr. Jeroni Estrany Lacerna.

Barcelona 12-11-11.