Hogar hispánico

La vez pasada dábamos gozoso saludo de bienvenida a unos amigos de América. Hoy tenemos que dar noticia de la creación de un hogar español para ellos: El Colegio Mayor Hispanoamericano de Nuestra Señora de Guadalupe. El espíritu común comienzo a tener casa, y la luz del Arcángel a carbonearse en el horno de la convivencia. Entre estas paredes recién estrenadas, como en una gran forja histórica, se irá labrando, poco a poco, el nuevo estilo hispánico, hecho vida en este puñado de hombres jóvenes con vocación de claridad intelectual.

Es significativo que el primer intento de convivencia ordenada entre hispanoamericanos y españoles, no centrada en el hecho material de vivir juntos, sino en el espiritual de tener una tarea común a cumplir, sea, precisamente, de índole intelectual y universitaria. En la Hispanidad, como en todo movimiento temporal que nazca dentro del Catolicismo, comenzamos por el principio de todas las cosas: el verbo.

El hogar ahora abierto, aunque de carácter provisional, está al filo mismo de la Ciudad Universitaria, futura sede del gran Colegio Mayor proyectado. Esta proximidad heroica dará a la especulación el peso de la sangre y a la vida el ejemplo de la muerte. Dios quiera que la generación que aquí se forme sea tan sustancial y verdadera que sepa dar la mano por una parte a la idea intemporal y por otra al quehacer concreto.