Mensaje del Caudillo al mundo árabe
Asistimos a un paralelo resurgir de los pueblos árabes e hispánicos en contraste con la decrepitud de otros países
España, en el estrecho de las comunicaciones, se ofrece hoy como lazo de unión
Madrid, 4.– Antes de partir la Misión oficial española con destino a los países del Oriente Medio, Su Excelencia el Jefe del Estado dirigió, por medio de Radio Nacional, el siguiente mensaje a los pueblos árabes:
«En los momentos en que, haciendo honor a vuestra invitación, mi ministro de Asuntos Exteriores, al frente de una Misión extraordinaria, sale para vuestros países, quiero expresaros mi sentimiento porque las tareas de gobierno y de dirección de la nación no me hayan permitido el ausentarme para realizarlo yo personalmente.
Paralelo resurgir de los pueblos árabes e hispánicos
Al correr de estos años he visto con satisfacción cómo se han estrechado los lazos que vienen uniendo a nuestros pueblos después de siglos de convivencia, que dejaron en nuestra Patria huella profunda de aquel pasado común que se acusa todavía en la grandeza de los monumentos de aquellos siglos de brillante cultura, que culminó en el Califato de Córdoba, con su floración de sabios, artistas y poetas, admiración del mundo de su tiempo, y que, superando diferencias, enorgullecen, por igual a árabes e hispanos.
Asistimos nuestra generación a un paralelo resurgir de los pueblos árabes e hispánicos en contraste con la decrepitud de otros países; y España, en el estrecho de las comunicaciones, en el camino en que un día chocaron las civilizaciones y los pueblos, en una indiscutible floración de juventud y unida a unos y a otros por vínculos de sangre y siglos de historia, se ofrece hoy como lazo de unión a los pueblos que en un ímpetu juvenil renacen a una nueva vida.
La espiritualidad, la tradición y el sentido religioso que siempre ha caracterizado vuestra vida y que conserváis como la más estimada joya en vuestros hogares, son comunes a los que, como nosotros, amantes de su fe y de sus tradiciones, venimos defendiendo en este espolón occidental de la vieja Europa, la espiritualidad y el sentido religioso de la vida.
La amenaza que el materialismo ateo representa para todos los pueblos creyentes acerca evidentemente a los que ponemos esta espiritualidad y los conceptos trascendentes de la vida por encima de los bienes materiales y estamos dispuestos a cerrarle el paso a ese materialismo grosero destructor de las esencias vitales de los pueblos. Contra esta amenaza se levantó un día nuestro Movimiento Nacional, considerado entre nosotros como una verdadera guerra santa, y que la sensibilidad exquisita del pueblo marroquí supo comprender al unir voluntario su sangre a la nuestra en la defensa de una espiritualidad y un sentido trascendente de la vida peligrosamente amenazados.
Refuerzo de los vínculos hispano-árabes
A reforzar este vínculo de tradición e historia, de pensamiento y de afectos, de anhelos comunes de vida en paz en un mundo mejor, os envía España esta misión extraordinaria que, a la par que testimonie a vuestros jefes de Estado y hombres de Gobierno la expresión de gratitud de la España nacional por la digna actitud que, en su defensa y en la de la justicia, mantuvieron en el campo de los debates internacionales, os lleva, con la expresión de nuestro cariño, el deseo de conocer la intimidad de vuestro pensamiento y de vuestras necesidades que nos permita en el futuro el estrechar más nuestras relaciones en el campo de nuestros ideales y de nuestros comunes intereses.
Claros y limpios objetivos
Altos y levantados son, como veis, los móviles de la visita de mi ministro a las naciones Árabes, como claros y limpios sus fines y objetivos; que si en el orden político no puede negarse su alcance y trascendencia, acusan la nobleza y rectitud de sus fines, constructivos, equitativos y justos en servicio de lo que a todos conviene y a nadie hostiliza. En esta hora de descomposición social, en que la unidad del género humano amenaza romperse, España, que en las encrucijadas más graves de su historia ha respondido siempre a su misión civilizadora, está también ahora dispuesta a brindar al mundo ejemplos de comprensión y de colaboración internacional desinteresada y generosa.
España y el Mundo Árabe
Y así como su alianza con Portugal constituye para los países un modelo de buena vecindad, y su inteligencia con las naciones de nuestra estirpe la lleva a formar con ellas, en el concepto de la Hispanidad, una verdadera familia de pueblos, así también se halla preparada a estrechar sus vínculos en el área de sus ideales y de sus comunes intereses con el mundo árabe, pues sabe bien que en su corazón, por alcurnia histórica, por parentesco racial y, sobre todo, por su afinidad en el campo del espíritu, los españoles tienen siempre un puesto: del mismo modo que los árabes lo encontrarán siempre en el nuestro, y tanto como en el que más, en el de su Caudillo, que os saluda y envía la paz con loor a Dios.»
Libertad, Diario Nacional-Sindicalista
Valladolid, sábado 5 de abril de 1952
A las 11,30 salió para Beirut la Misión española
Doña CARMEN POLO DE FRANCO, ministros del Gobierno y gran número de embajadores y personalidades, la despidieron en Barajas
Madrid, 4.– La Misión designada por el Gobierno español para visitar los países árabes y que preside el ministro de Asuntos Exteriores, señor Martin Artajo, ha salido para Beirut, capital del Líbano, a las once y media, en un avión cuatrimotor de la Compañía Iberia.
Desde antes de las once comenzaron a congregarse en el aeropuerto de Barajas gran número de personalidades que acudían a despedir a los expedicionarios. Integran la Misión que preside el señor Martín Artajo, el general de división Mohamed Ben Mizzian Ben Kassen; el ministro plenipotenciario don José Sebastián de Erice; el profesor y académico de la Real Academia Española de la Lengua, don Emilio García Gómez; el coronel de Estado Mayor den Luis Zanón Aldalur; el director de la Agencia “Efe”, don Pedro Gómez Aparicio; don Gabriel Martínez de Mata, agregado de Economía Exterior, y el secretario de Embajada don Alberto Pascual Villar. También figuran agregados a la expedición el director del noticiario cinematográfico “No-Do”, señor Soriano, y el operador cinematográfico señor Sáiz de la Haya. También marcharon en el avión las señoras de Martín Artajo y de Erice. En esta primera etapa el avión viajará hasta Beirut.
En el mismo avión que la Misión oficial marchan a los países árabes los marqueses de Villaverde, los condes de Argillo y diez Padres franciscanos, que desde Beirut seguirán viaje a Tierra Santa.
Para despedir a los ilustres viajeros acudieron al aeropuerto de Barajas la esposa de Su Excelencia el Jefe del Estado, doña Carmen Polo de Franco; el jefe de la Casa Civil de S. E., marqués de Huetor de Santillán, y su esposa; los ministros Secretario General del Movimiento, don Raimundo Fernández Cuesta, de Educación Nacional, señor Ruiz Giménez; de la Presidencia, señor Carrero Blanco; de Justicia, señor Iturmendi; de Comercio, señor Arburúa; de Hacienda, señor Gómez de Llano, y de Agricultura, señor Cavestany; los embajadores de Portugal, Egipto y Sudán, Turquía, Brasil, Perú, Paraguay y República de Filipinas; ministros encargados de Negocios de Siria, Líbano y Jordania, así como de diversos países hispano-americanos, el presidente de la Diputación, marqués de la Valdavia, que ostentaba la representación del presidente del Consejo del Reino y de las Cortes españolas, don Esteban Bilbao; alcalde de Madrid; todo el alto personal del Ministerio de Asuntos Exteriores; obispo de Ereso; presidente del Consejo de Estado, señor Ibáñez Martín; director general de Marruecos y Colonias, señor Díaz de Villegas, y otras destacadísimas personalidades.
Poco antes de partir el avión, los representantes diplomáticos de los países árabes en Madrid pronunciaron alocuciones dirigidas a sus respectivos pueblos a través de los micrófonos de Radio Nacional. Coincidieron todos ellos en estimar que el viaje de la Misión española que preside el ministro de Asuntos Exteriores tendrá una magnífica resonancia y será de la mayor trascendencia.
Madrid, 4.– La Misión designada por el Gobierno español para visitar los países árabes y que preside el ministro de Asuntos Exteriores, señor Martin Artajo, ha salido para Beirut, capital del Líbano, a las once y media, en un avión cuatrimotor de la Compañía Iberia.
Desde antes de las once comenzaron a congregarse en el aeropuerto de Barajas gran número de personalidades que acudían a despedir a los expedicionarios. Integran la Misión que preside el señor Martín Artajo, el general de división Mohamed Ben Mizzian Ben Kassen; el ministro plenipotenciario don José Sebastián de Erice; el profesor y académico de la Real Academia Española de la Lengua, don Emilio García Gómez; el coronel de Estado Mayor den Luis Zanón Aldalur; el director de la Agencia “Efe”, don Pedro Gómez Aparicio; don Gabriel Martínez de Mata, agregado de Economía Exterior, y el secretario de Embajada don Alberto Pascual Villar. También figuran agregados a la expedición el director del noticiario cinematográfico “No-Do”, señor Soriano, y el operador cinematográfico señor Sáiz de la Haya. También marcharon en el avión las señoras de Martín Artajo y de Erice. En esta primera etapa el avión viajará hasta Beirut.
En el mismo avión que la Misión oficial marchan a los países árabes los marqueses de Villaverde, los condes de Argillo y diez Padres franciscanos, que desde Beirut seguirán viaje a Tierra Santa.
Para despedir a los ilustres viajeros acudieron al aeropuerto de Barajas la esposa de Su Excelencia el Jefe del Estado, doña Carmen Polo de Franco; el jefe de la Casa Civil de S. E., marqués de Huetor de Santillán, y su esposa; los ministros Secretario General del Movimiento, don Raimundo Fernández Cuesta, de Educación Nacional, señor Ruiz Giménez; de la Presidencia, señor Carrero Blanco; de Justicia, señor Iturmendi; de Comercio, señor Arburúa; de Hacienda, señor Gómez de Llano, y de Agricultura, señor Cavestany; los embajadores de Portugal, Egipto y Sudán, Turquía, Brasil, Perú, Paraguay y República de Filipinas; ministros encargados de Negocios de Siria, Líbano y Jordania, así como de diversos países hispano-americanos, el presidente de la Diputación, marqués de la Valdavia, que ostentaba la representación del presidente del Consejo del Reino y de las Cortes españolas, don Esteban Bilbao; alcalde de Madrid; todo el alto personal del Ministerio de Asuntos Exteriores; obispo de Ereso; presidente del Consejo de Estado, señor Ibáñez Martín; director general de Marruecos y Colonias, señor Díaz de Villegas, y otras destacadísimas personalidades.
Poco antes de partir el avión, los representantes diplomáticos de los países árabes en Madrid pronunciaron alocuciones dirigidas a sus respectivos pueblos a través de los micrófonos de Radio Nacional. Coincidieron todos ellos en estimar que el viaje de la Misión española que preside el ministro de Asuntos Exteriores tendrá una magnífica resonancia y será de la mayor trascendencia.