Filosofía en español 
Filosofía en español


[ Felipe Aparicio Sarabia ]

ABC en Chile

España ensalzada

El mejor propagandista de España en América es el doctor Habib Estéfano, ese árabe de pura sangre, que, con fe apostólica, en un castellano resonante, salpicado del fausto verbal oriental, reparte por las ciudades del Nuevo Mundo, ante públicos que le oyen con devoción, las verdades históricas que fueron adulteradas por los mendaces detractores de nuestra Patria.

Dicho por un español todo lo que afirma, severa y honradamente, Habib Estéfano sería recibido por las multitudes con reservas mentales, porque se atribuirían las aseveraciones a naturales expansiones de la pasión patriótica, pero saliendo de labios del pensador exótico, proviniendo de quien no tiene otro interés que el santo interés de la verdad, las palabras loantes son un testimonio de elevadísimo valor.

«A España amar debemos; a España gratitud debemos», ha dicho solemnemente, ante un público representativo de la población de Valparaíso, desarrollando ante él el tema, grato para nosotros, cuya sola enunciación dice lo suficiente: «España, inspiradora de América.»

Había ese día en el auditorio verdadera curiosidad por oír a Estéfano. Eran sabidas sus simpatías por nuestro país, pero se deseaba adquirir una noción absoluta acerca de su modo de enjuiciar. Y no salieron defraudados quienes suponían que el insigne orador oriental aprovecharía la ocasión, para infundir en los cerebros doctrinas de digna hispanidad.

Destruyó muchas de las patrañas que pueblan las páginas de los textos históricos y probó que los calumniadores de España habían desfigurado, sin el menor pudor, los acontecimientos en que ella había intervenido.

Ameno y culto, se deslizó su conversación como río pictórico por su amplio cauce, y la nutrida concurrencia le ovacionó ruidosamente.

Su éxito era presumible, desde que buscaba, con el tentáculo de la palabra razonadora, el centro emocional del oyente, excitándole hasta el punto de la exteriorización del juicio íntimo, favorable, necesariamente, al sentido fundamental de la tesis.

Decía, por ejemplo: «España os inspirará, porque vuestra es su alma, vuestras sus tradiciones, vuestros sus heroísmos, vuestra su civilización, vuestras todas sus virtudes.» Decía también: «La historia heroica de España, siendo la historia de vuestros antepasados, será la inspiradora de vuestra vida.» Decía, luego, con unción: «Abrid vuestros corazones, y en vez de recibir lo que quieran daros los extraños, recibid lo que vuestra madre os da con toda el alma.» Y entre tempestades de aplausos del asistente chileno, exclamaba: «A España gratitud debemos; a ella justicia debemos; a ella amor debemos, inspiración debemos, nuestro espíritu debemos. Si viene alguien a tratar de apartarnos de ella, diciendo que es vieja, debemos contestarle que es madre nuestra, que es joven, que es bella, que es hidalga, que siempre, siempre, será nuestra madre.»

Los pueblos de nuestra sangre, escuchan con entusiasmo a ese hombre, que extiende por el mundo, movido por un gran sentimiento de admiración y justicia, las glorias de España. Nosotros cumplimos el deber de expresarle nuestro más hondo y sincero reconocimiento, asegurándole que España conservará siempre su memoria, rodeándola de amor.

El Bachiller Alcañices
Valparaíso, Abril, de 1928.