Cuba en el Comité internacional de expertos en la enseñanza de la filosofía
La Conferencia General de la Unesco, en su quinta sesión que tuvo lugar en los meses de mayo y junio de 1950, adoptó la siguiente resolución como parte de los trabajos que debían ser llevados a cabo en el curso del año de 1951.
«El Director General queda autorizado: 4.121. Para organizar con la cooperación de las Comisiones Nacionales y las organizaciones internacionales apropiadas. 4.1212. Una encuesta sobre el lugar que corresponde a la enseñanza de la filosofía en los diversos sistemas educacionales, la manera de impartirla y la influencia que ejerce en la formación de la ciudadanía.»
Con el fin de llevar a vías de hecho su propósito, la Unesco escogió un determinado número de países en los cuales la enseñanza de la filosofía se manifiesta bajo diferentes aspectos. Tales países fueron Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Ceylán, Cuba, Dinamarca, Egipto, Francia, Alemania, India, Iraq, Italia, Japón, Líbano, México, Turquía, Unión de Sudáfrica, Inglaterra, Estados Unidos de América y Yugoeslavia. Además, la Unesco designó para la redacción de la encuesta mencionada a los profesores Donald MacKinnon (Universidad de Aberdeen, Escocia), senador Jbrahim Madkour (Academia Fouad I de la lengua árabe, Egipto), y Richard P. Mac Keon (Universidad de Chicago). Finalmente, la Unesco distribuyó la agenda a través de las diferentes Comisiones Nacionales y de las organizaciones dedicadas a la filosofía en distintos países.
Por sus vinculaciones con la División de Filosofía y Ciencias Humanas de la Unesco, así como con la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía (con sede en París) y a la cual pertenece como asociada, la Sociedad Cubana de Filosofía fue uno de los organismos seleccionados por la Unesco para distribuir y contestar la encuesta. Aunque la Sociedad Cubana de Filosofía distribuyó cierto número de ejemplares entre aquellos de sus socios que estimaba los más indicados para la cooperación solicitada por la Unesco, sólo dos respuestas fue posible remitir, a saber: una de la profesora Mercedes García Tudurí y otra del profesor Humberto Piñera Llera, actual presidente de la Sociedad Cubana de Filosofía. En su carácter de tal, la Unesco invitó al profesor Piñera Llera a participar en la reunión de expertos convocada para las fechas comprendidas entre el 26 de noviembre y el 19 de diciembre en la ciudad de París. En dicha reunión tomaron parte los siguientes delegados: Eugenio Fink (Alemania), Humberto Piñera Llera (Cuba), Ibrahim Madkour (Egipto), Merrit H. Moore (Estados Unidos), Gustavo Monod y M. Canguilhem (Francia), N. A. Nikam (India), Donald McKinnon (Inglaterra), Guido Calogero (Italia). En calidad de observador, miss Suzanne Delorme, secretaria de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía.
La reunión dio comienzo el 26 de noviembre, a las nueve de la mañana. El profesor Bosch Gimpera, director general de la División de Filosofía y Ciencias Humanas de la Unesco pronunció un breve discurso de salutación a los delegados, exhortándolos a realizar el mejor trabajo posible y deseándoles el mayor de los éxitos. A continuación se procedió a elegir una mesa directiva compuesta de un Presidente, un vice y un Relator, cargos para los que fueron designados respectivamente los señores Gustavo Monod (director honorario de Educación Secundaria), [49] Ibrahim Madkour (senador del Reino de Egipto y miembro de la Academia Fouad I de la lengua árabe), y Guido Calogero (de la Universidad de Roma y director del Instituto Cultural Italiano de Londres). Inmediatamente después se procedió a dejar organizado el plan general de trabajo, que quedó subdividido de la manera siguiente: a) Exposición oral (por cada delegado) y discusión de los aspectos fundamentales de la enseñanza de la filosofía en los diferentes países, de acuerdo con lo que aportaban las ponencias recibidas, y cómo es posible llegar al mejor resultado, en cada caso, en lo que afecta a la enseñanza de la filosofía. b) Bosquejo del informe contentivo de las sugestiones recibidas y de las conclusiones generales a que se pueda llegar en esta reunión. c) Discusión acerca de la publicación de los resultados de la reunión en la forma de un volumen en inglés y francés.
Las reuniones tenían lugar dos veces al día (en la mañana y la tarde). Se desenvolvieron en un marco de grata cooperación y alta comprensión, sin que en ningún momento hubiera que registrar grandes discrepancias respecto del propósito fundamental, que era el de encontrar solución a los problemas propuestos y llegar, en la medida de lo posible, a determinada coordinación respecto de la posibilidad de utilizar la enseñanza de la filosofía como un medio eficaz de fomentar el espíritu de la libertad y el régimen de la democracia en el mundo entero.
Resulta de todo punto inatinente –de una parte porque el dar a conocer los resultados finales de la reunión corresponde a la Unesco (quien lo hará en la forma del libro a que ya se hizo referencia), y de otra porque, aun cuando se estuviera autorizado para ello, desde el punto de vista técnico es casi imposible– dar cuenta del proceso total de la reunión y de sus conclusiones definitivas. Baste señalar, por ahora, que han sido encargados de la redacción del mencionado libro los señores Canguilhem, Monod y Havet.
Sin lugar a dudas, esta primera reunión de expertos en la enseñanza de la filosofía, con vistas a procurar que ésta sea también un eficaz aporte a la solución mundial del problema de la convivencia pacífica, en el orden nacional como en el internacional, constituye un brillante trabajo que debe acreditarse a la División de Filosofía y Ciencias de la Unesco. Y es de esperar y desear que sea el inicio de periódicas reuniones que vayan consiguientemente precisando y dando cada vez mayor énfasis a la tarea que muy bien corresponde a la filosofía en el mundo que ahora recién comienza.
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